¿Quién tiene miedo de la Muerte?
Por Marcelo Henrique PereiraEl Día de los muertos… ¿De los muertos?
¡No! De los Espíritus, vivos, tan vivos como nosotros, que se despojaron del cuerpo, adentrándose en otra dimensión, la espiritual.
De esta forma, la Doctrina Espiritista transforma completamente la perspectiva ante el porvenir.
La vida futura deja de ser una mera hipótesis para transformarse en realidad, palpable, viva. El estado de las almas después de la muerte ya no es un simple sistema teórico, sino el resultado de la observación de que la vida continúa y que continuamos siendo exactamente aquello que éramos, cuando estábamos encarnados.
La experimentación científica, a su vez, fundada en los fenómenos espiritistas, se repite en cada reunión mediúmnica, en la que los ex muertos manifiestan sus consideraciones, comprobando su condición de inmortalidad. Ellos ven, sienten, viven…
De acuerdo con el modo de encarar la vida -mientras estaban en la Tierra; sus gustos y creencias- así será su despertar en la Espiritualidad. De ahí, la gran dificultad de algunos espíritus en aceptar la realidad, al encontrar un estado de cosas completamente diferentes de aquel escenario descrito por la mayoría de las religiones y filosofías morales de todos los tiempos.
De esta forma, se levanta el velo: el mundo espiritual -según la idea espiritista- se nos aparece en la plenitud de su realidad.
No fueron los hombres de la ciencia materialista los que lo descubrieran; tampoco, escritores se imaginaran su constitución, en libros de ciencia ficción; fueron los propios habitantes de ese mundo los que nos describieron su situación: ellos ocupan diversos grados de evolución, en la escala espiritual, relatan sus peripecias y sus actos, más allá de la sepultura, sus fases de felicidad y desgracia.
La enseñanza de los espíritus nos conduce a la serenidad y a la tranquilidad para saber encarar la muerte como un fenómeno de transformación…
De la crisálida que rompe el capullo y alza sus primeros vuelos, la esperanza se transforma en certeza: la vida futura es la continuación de la actual, ciertamente, en mejores condiciones, caso nos esforcemos para que sea así. A esa, la lógica espiritista, basada en la Justicia y en la Bondad de Dios, corresponde las legítimas aspiraciones de la Humanidad.
El Día de los Muertos es, entonces, día del Espiritismo, que, a través de la mediumnidad, reveló la existencia de los diversos mundos, en el camino de la evolución espiritual.
Extractado del Boletín Flama Espírita.