Mientras que unos Adelantan Rápidamente, otros se Estacionan por Siglos
por Allan Kardec.
El progreso de los espíritus es fruto de su propio trabajo, pero como son libres, trabajan para su adelanto con más o menos actividad o negligencia, según su voluntad. Adelantan o detienen así su progreso, y por consiguiente, su dicha. Mientras que unos adelantan rápidamente, otros se estacionan durante muchos siglos en rangos inferiores. Son, pues, los autores de su propia situación, feliz o desgraciada, según estas palabras de Cristo: “¡A cada uno según sus obras!” Todo espíritu que queda rezagado, sólo debe culparse a sí mismo, así como al que adelanta le corresponde el mérito de ello.
La dicha, que es obra suya, tiene a sus ojos un gran precio. La bienaventuranza suprema sólo es peculiar de los espíritus perfectos, es decir, de los espíritus puros. Sólo la alcanzan después de haber progresado en inteligencia y moralidad. El progreso intelectual y el progreso moral rara vez marchan a la par, pero lo que el espíritu no hace en un tiempo, lo hace en otro, de manera que los dos progresos concluyen al llegar a un mismo nivel. Esta es la razón del por qué se ven frecuentemente hombres inteligentes e instruidos muy poco adelantados moralmente y viceversa
Extractos de "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Haz un comentario