25 de octubre de 2019

En Diferentes Existencias Corporales se Puede Descender como Hombres; Pero No Como Espíritus.

Ventajas de la Comunicación con los Seres Espirituales

En Diferentes Existencias Corporales se Puede Descender como Hombres; Pero No Como Espíritus.

por Amalia Domingo Soler.

El Espíritu que ha animado el cuerpo de un hombre ¿Podría encarnarse en un animal?. Eso equivaldría a retrogradar, y el Espíritu no retrograda. El río no remonta hacia su curso. ¿Pueden degenerar los espíritus? ¡No! Pues a medida que progresan, comprenden lo que les alejaba de la perfección, y terminada una prueba, posee el conocimiento de ella y no lo olvida. Puede permanecer estacionario pero no retrocede. ¿Por errónea que sea la idea atribuida a la metempsicosis no será resultado del sentimiento intuitivo de las diferentes existencias del hombre?.

Este sentimiento intuitivo se descubre en esa como en otras muchas creencias, pero el hombre las a desnaturalizado, como ha hecho en la mayor parte de sus ideas intuitivas. La metempsicosis sería verdadera, si se entendiese por ella el progreso del alma de un estado inferior a otro superior, en el que hallaría desarrollos que transformarían su naturaleza; pero es falsa en el sentido de transmigración directa del animal en el hombre y viceversa lo que implicaría idea de retroceso o fusión, y no pudiendo verificarse semejante fusión entre los seres corporales de las dos especies, es indicio de que están en grados inasimilables, y que lo mismo debe suceder con los espíritus que los animan.

Si el mismo Espíritu pudiese animarlos alternativamente, se seguiría de ello una identidad de naturaleza que se traduciría en la posibilidad de la reproducción material. La reencarnación enseñada por los espíritus está fundada, por el contrario, en la marcha ascendente de la naturaleza y en el progreso del hombre en su propia especie, lo que en nada mengua su dignidad. Lo que le rebaja, es el mal uso de las facultades que Dios le ha dado para su adelanto. Las anteriores consideraciones leídas sin pasión, sin Espíritu de partido, ¿Conducen a creer que las reencarnaciones que acepta el Espiritismo sea la antigua y absurda metempsicosis?. ¡No! para confundirlas se necesita o mucha ignorancia, o muy mala intención; pero estudiándolas desapasionadamente, se ve que el hombre no podrá retroceder en posición, pues como dice muy bien Kardec; la marcha de los espíritus es progresiva y nunca retrógrada, se elevan gradualmente en la jerarquía y no descienden de la altura a que han llegado.

En sus diferentes existencias corporales pueden descender como hombres; pero no como espíritus. Así el alma de un potentado de la Tierra puede más tarde animar al más humilde artesano, y viceversa; porque los rangos entre los hombres están con frecuencia en razón inversa de los sentimientos morales. Herodes era rey y Jesús carpintero. Estúdiense bien las obras espiritistas, y no diremos que se admitan como artículos de fe todas sus proposiciones; pero si el que estudia es hombre entendido, y habla con noble franqueza tiene que confesar que dentro del Espiritismo no hay nada antimoral, antireligioso ni antirracional.

Extractos del Libro "La Luz del Porvenir", por Amalia Domingo Soler.

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