Emancipación del Alma
En el Sueño y en el Sonambulismo, el Alma Vaga por los Mundos Terrestres
por Allan Kardec.La emancipación del alma amortigua a veces las sensaciones físicas hasta el extremo de producir una verdadera insensibilidad, que en los momentos de exaltación, puede hacer que se soporten, con indiferencia, los más vivos dolores. Semejante insensibilidad proviene del desprendimiento del periespíritu, agente de transmisión de las sensaciones corporales; el Espíritu ausente no siente las heridas del cuerpo.
La facultad de emancipación del alma en su manifestación más sencilla, produce lo que se llama soñar despierto; da también a ciertas personas la presciencia que constituye los presentimientos, y en un mayor grado de desarrollo produce el fenómeno designado bajo el nombre de segunda vista, doble vista o sonambulismo despierto.
El éxtasis, es el grado máximo de la emancipación del alma. "En el sueño y en el sonambulismo, el alma vaga por los mundos terrestres; en el éxtasis, penetra en un mundo desconocido, en el de los Espíritus etéreos con los cuales se comunica, sin poder, empero, salvar ciertos límites, que no podría franquear sin romper completamente los lazos del cuerpo. Un brillo resplandeciente, nuevo del todo, la rodea, armonías desconocidas en la tierra la arrebatan, y la penetra un bienestar indefinible: goza anticipadamente de la beatitud celeste, y puede decirse que pone un pie en el umbral de la eternidad. "En el estado de éxtasis, es casi completo el anonadamiento del cuerpo; no goza, por decirlo así, más que de la vida orgánica, y se conoce que el alma, no esta unida a él, más que por un hilo, que bastaría para romperlo definitivamente, un esfuerzo más". (El Libro de los Espíritus, Nº 455).
Extractos del Libro "Obras Póstumas", por Allan Kardec.
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