Los Niños Poseen la Mediumnidad, por Así Decir, a la Flor de la Piel
por José Herculano PiresMedio, mediador, intermediario. Mediunidad es la facultad humana, natural, por la cual se establecen las relaciones entre hombres y espíritus.
No es un poder oculto que se pueda desarrollar a través de prácticas rituales o por el poder misterioso de un iniciado o de un gurú. La Mediunidad pertenece al campo de la comunicación. Se desarrolla naturalmente en las personas de mayor sensibilidad para la captación mental y sensorial de cosas y hechos del mundo espiritual que nos rodea y nos afecta con sus vibraciones psíquicas y afectivas. De la misma forma que la inteligencia y las demás facultades humanas, la Mediunidad se desarrolla en el proceso de relación. Generalmente su desarrollo es cíclico, o sea, se procesa por etapas sucesivas, en forma de espiral.
Los niños la poseen, por así decir, a la flor de la piel, pero resguardada por la influencia benéfica y controladora de los espíritus protectores, que las religiones llaman ángeles de la guardia. En esta fase infantil las manifestaciones mediúmnicas son más de carácter anímico; el niño proyecta su alma en las cosas y en los seres que la rodean, reciben las intuiciones orientadoras de sus protectores, a veces ven y denuncian la presencia de espíritus y no raramente transmiten advertencias y recados de los espíritus a los familiares, de manera positiva y directa, de manera simbólica e indirecta. Cuando pasan de los siete u ocho años se integran mejor en el condicionamiento de la vida terrena, desligándose progresivamente de las relaciones espirituales y dando más importancia a las relaciones humanas. El espíritu se ajusta en su escafandra para enfrentar los problemas del mundo. Se cierra el primer ciclo mediúmnico, para luego abrirse el segundo. Se considera entonces que el niño no tiene mediumnidad, la fase anterior es llevada a la cuenta de la imaginación y de la fabricación infantil.
Tomado del Blog "O Blog dos Espíritas"
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