“Mi Hermano se me Aparece en Sueños”
Esta fue la revelación del cantante Leonardo.“Tres meses después de la muerte del hermano, el cantante Leonardo, de 34 años, da la impresión de haber rescatado un poco su conocida alegría. Volvió a jugar en los bastidores y viene enfrentando el maratón de shows con gran energía. Observándolo en la calle, en el cumplimiento de la agenda elaborada cuando Leandro aún estaba vivo, hasta parece que nada cambió. Pero, íntimamente, quien le conoce sabe que algo se quebró para siempre. La pérdida del amigo, hermano y socio le trajo tristeza y soledad, pero también madurez. “Mi familia y yo, vivíamos en el mundo de la luna y lo que sucedió nos devolvió a la realidad”, admite Leonardo. “Hoy me siento más solidario con los necesitados, más cercano al pueblo que sufre”
Los recuerdos de Leandro son los mayores responsables por los cambios ocurridos en el alma del cantante. “Casi todas las noches él se me aparece en sueños y me pide que sea caritativo”, revela. “También se le aparece a Mariana y le pide que done alimentos a los que pasan hambre”, dice él, haciendo referencia a la hermana en cuyo apartamento, en São Paulo, convaleció Leandro de las primeras sesiones de quimioterapia hasta sufrir el paro cardio-respiratorio que lo llevó a la muerte. Orientado por estos mensajes, Leonardo, sin alardear, se va transformando en un gran benefactor de la lucha contra el cáncer. Al lado de los colegas, Chitãonzinho, Xororó, Zezé di Camargo y Luciano, patrocinó a principio de agosto, en Barretos, la donación de toda la recaudación del show Amigos, realizado durante la fiesta del Peón de Boiadeiro, para el Hospital del Cáncer de la ciudad. Fueron entregados a la institución, nada menos que 1 millón de reales. Del CD Un Soñador, que ya vendió cerca de 2,5 millones de copias, otros 750 mil reales fueron destinados a las entidades que combaten la enfermedad, conforme al deseo de Leandro.
Un tanto inseguro aún en cuanto a su futuro como cantante, decisión que pretende tomar a principio del año que viene, en las vacaciones junto a la familia, Leonardo sigue donando parte de sus ganancias a las instituciones de salud. En la entrevista registrada a continuación, se emocionó al hablar de la nostalgia y de la vida sin su hermano querido.
–¿Usted ha soñado con Leandro?
–Mucho. Casi todos los días. Leandro surge muy bonito, bien vestido, con ropas claras y limpias. En los sueños se aparece como siempre fue, elegante y sonriente. Dice que está feliz y me aconseja hacer donaciones, shows benéficos y acciones solidarias con el prójimo. Leandro también se le ha aparecido en sueños a mi hermana, Mariana, pidiéndole que haga donaciones de alimentos a los más necesitados.
(... .) –¿Usted cree que exista otra vida después de ésta y que Leandro esté en un buen lugar?
–Con toda seguridad, existen otras vidas. Estoy convencido de eso. Leandro está en un buen lugar, sí. Porque él era un buen elemento, generoso y el pueblo brasileño preparó muy bien la ida de él. La gente oró bastante, y eso sirvió para darle un consuelo muy grande.
–¿Usted no cree que la muerte de su hermano sirvió incluso para profundizar la religiosidad de buena parte de los amantes de la música folclórica?
–Fue realmente una situación que aproximó muchas personas a Dios. Yo mismo y mi familia somos un ejemplo de eso. Vivíamos en el mundo de la fantasía, saboreando el éxito, viajando todo el tiempo de allá para acá. El ser humano es muy egoísta, y yo jamás pensé que algo malo le pudiese suceder a mi hermano, una persona tan próxima. Pero sucedió. Entendí eso como un gran examen para mí mismo. En este momento, después de lo que pasé, me siento preparado para todo lo que Dios quiera que venga. Pues, ya nada me impresiona.
(... .) –Otra coincidencia es el hecho de que mucho antes del diagnóstico de la enfermedad de él, ya estaban preocupados con la cuestión del cáncer. –Parece que él lo estaba adivinando, ¿verdad? Pues, fue Leandro quien me llevó a apoyar esta causa. En noviembre del año pasado, cuando no sabíamos que existía el problema, él quiso que hiciéramos un show en el Palace, en São Paulo, para ayudar al hospital de Barretos. Ahora, intento hacer todo lo que él me enseñó. (... .)”
(Entrevista de Marco Damiani, Revista Caras, Edición número 253, 11/9/98.)
Extractos de Revista "Anuario 1999"
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