Vista Espiritual o Psíquica. Doble Vista. Sonambulismo. Sueños
El Espíritu es Feliz al Abandonar el Cuerpo
por Allan Kardec.Aunque durante la vida el espíritu se encuentra amarrado al cuerpo por la acción del periespíritu, su esclavitud es relativa, puesto que puede extender su cadena y transportarse lejos, sobre la misma Tierra o a cualquier punto del espacio. El espíritu no se siente a gusto cuando está ligado al cuerpo, porque su estado normal es la libertad y porque la vida corporal se asemeja a la de un siervo adscrito a su terruño.
El espíritu es feliz al abandonar el cuerpo, como un pájaro que deja su jaula. Aprovecha todas las ocasiones en que puede escaparse y disfruta de todos los instantes en que su presencia no es necesaria para la vida de relación. Este fenómeno recibe el nombre de emancipación del alma. Siempre ocurre durante el sueño todas las veces en que el cuerpo descansa y que sus sentidos están inactivos (El Libro de los Espíritus, cap. VIII, Libro Segundo).
En esos momentos, el espíritu vive la vida espiritual, mientras que su cuerpo vegeta. Tal estado se asemeja un tanto al que continúa a la muerte. Recorre el espacio, se encuentra con sus amigos y con otros espíritus libres o encarnados como él. El lazo fluídico que le retiene unido al cuerpo se corta al morir. La separación completa se opera cuando se extingue de manera absoluta la actividad del principio vital. En tanto el cuerpo vive, el espíritu, por más distante que se encuentre, regresa en el preciso instante en que su presencia es requerida para retomar el curso de la vida exterior de relación. A veces, al despertar, conserva un recuerdo de sus peregrinaciones, una imagen no del todo precisa que constituye el sueño. Siempre trae consigo intuiciones que le sugerirán ideas y pensamientos nuevos y que sirven para justificar el proverbio: “La noche es buena consejera.”
Así también se explican ciertos fenómenos característicos del sonambulismo natural y magnético, de la catalepsia, de la letargia, del éxtasis, etc., que no son más que manifestaciones de la vida espiritual.(*)
(*) Casos de letargia y catalepsia fueron publicados en la Revista Espírita de septiembre de 1858: “Señora Schawabenhaus. Letargia estática” y enero de 1866: “La joven cataléptica de Suabia”. [N. de A. Kardec.]
Extractos del Libro "El Génesis", por Allan Kardec.
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