¿Somos Espíritus Inmortales?
La Preocupación del Hombre por el Alma viene desde los Albores de la Historia
por Grupo VillenaDesde antiguo se ha denominado de diversas formas (alma, espíritu, mente, etc.) a la parte no biológica que sobrevive a la muerte según las religiones. La preocupación del hombre por saber acerca del alma viene desde los albores de la historia. De hecho no podría comprenderse la misma sin los acontecimientos ligados o relacionados con las explicaciones de las religiones y la filosofía en todas las épocas de la humanidad, desde el antiguo Egipto, pasando por Grecia, Roma, el judaísmo, el cristianismo en occidente, el islam en medio oriente o el budismo e hinduísmo en Asia.
En todas las grandes religiones monoteístas o politeístas existe definido el “daimon” de la antigua Grecia, que no es otra cosa que el alma humana o espíritu que sobrevive a la muerte. Las diferentes interpretaciones que dan las religiones a su forma de ingresar en la otra vida y cómo se desenvuelve en ella son cuestiones de debate pero en lo sustancial se coincide de forma sorprendente.
Dentro de la variedad de explicaciones existen unas más racionales, menos dogmáticas y que resisten el análisis de la razón y la lógica mejor que otras, sin que ello signifique que haya que creer en ellas al 100%. Una cuestión es creer y otra razonar y comprender la lógica de los planteamientos que nos llevan a deducir que el ser humano no aparece en la Tierra por generación espontánea sino que su desarrollo es fruto de su evolución no sólo física sino también mental, psicológica y espiritual.
Entre las múltiples teorías que podríamos destacar sobresalen fundamentalmente dos que explican como ninguna otras la lógica de la vida en el más allá, de dónde venimos y hacia dónde vamos, cual es el sentido de nuestro paso por la Tierra y qué nos encontraremos en ese “más allá” al que llegaremos.
La primera de ellas es la Reencarnación o “palingenesis “(nacimiento de nuevo) griega. Concepto que encontramos desde el antiguo Egipto, Grecia, India, China, etc.. El sentido de la reencarnación se enmarca dentro de un concepto más amplio que permitiría al ser humano (en su parte transcendente, aquella que sobrevive la muerte) un proceso evolutivo de perfeccionamiento desde mundos primitivos a mundos evolucionados a través de las experiencias de muchas vidas en la tierra (siempre con forma humana) con el fin último de la perfección y por ende la felicidad.
Extractos de "Revista Espirita FEE"
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