Resurrección y Reencarnación
Sobre la Resurrección y Reencarnación en el Espiritismo
En el Libro de Los Espíritus codificado por Allan Kardec, Los Espíritus Superiores confirman y explican la reencarnación ampliamente, aquí extraemos algunas de sus respuestas al respecto:
171 – ¿Sobre qué está basado el dogma de la reencarnación?
– En la justicia de Dios y en la revelación; porque como lo repetimos siempre: Un buen padre deja siempre a sus hijos una puerta abierta al arrepentimiento. ¿No te dice la razón que sería injusto privar para siempre de la dicha eterna, a todos aquellos cuyo progreso no dependió de ellos mismos? ¿No son todos los hombres hijos de Dios? Solo entre los egoístas impera la iniquidad, el odio implacable y los castigos sin perdón.
132 – ¿Cuál es el objetivo de la encarnación de los Espíritus?
– Dios les impone la encarnación con el objetivo de hacerlos llegar a la perfección. Para algunos es una expiación, para otros una misión. Pero para alcanzar esa perfección, deben soportar todas las vicisitudes de la existencia corporal. En esto consiste la expiación.
La encarnación tiene también otro objetivo que es el de poner al Espíritu en condiciones de cumplir con su parte en la obra de la Creación, para cuya realización toma en cada mundo un cuerpo en armonía con la materia esencial de ese mundo, cumpliendo así, bajo este aspecto, las órdenes de Dios, de tal manera que concurriendo para la obra general, él mismo progrese también.
La acción de los seres corporales es necesaria a la marcha del Universo, pero Dios en su sabiduría, quiso que por esta misma acción encontrasen un medio de progresar y de aproximarse a él. Así es que por una ley admirable de su providencia, todo se encadena y todo es solidario en la Naturaleza.
133 – Los Espíritus que desde el principio, han seguido el camino del bien, ¿tienen necesidad de la encarnación?
– Todos fueron creados sencillos e ignorantes y se instruyen en las luchas y tribulaciones de la vida corporal. Dios, que es justo, no podía hacer a unos felices, sin dificultades y sin trabajo, y por consiguiente, sin mérito.
El progreso de los Espíritus es fruto de su propio trabajo, unos adelantan mas rápidamente, otros se estacionan durante muchos siglos en rangos inferiores.
Tomado del Blog "Amanecer Espírita"
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