14 de diciembre de 2019

La Causa de la Caída en el Vicio de los Estupefacientes está en la Ignorancia

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Vicios sociales

La Causa de la Caída en el Vicio de los Estupefacientes está en la Ignorancia

por Sebastián de Arauco

Los estupefacientes más comunes son: morfina, cocaína, opio, marihuana,
hachis, grifa y otras drogas narcóticas que traficantes sin escrúpulos presentan en cigarrillos, caramelos y dosis inyectables, etc. Estos y otros estupefacientes, conocidos también como drogas narcóticas, comienzan produciendo una excitación en las células cerebrales y nerviosas, y con su parte etérica también en la psiquis, produciendo una euforia alucinatoria que transporta a sus víctimas a un “paraíso” artificial momentáneo, de corta duración, sumiendo luego al toxicómano en un estado de depresión de indecible tortura y desesperación, al desaparecer la acción de la droga.

Y a poco de su uso, quien haya caído en esa trampa, tiene que ir aumentando
la dosis,pues la anterior ya no le hace el efecto deseado. Y el estado depresivo sigue en aumento, por lo que el toxicómano se desespera y todo lo sacrifica por la obtención de la droga que le saque de ese estado terrible de tortura. Ya no busca el placer como en el comienzo, busca salir de ese estado de tortura psicofísica, de alucinaciones horribles que, cual fantasma, le persiguen. Y en su tormento, busca desesperadamente la droga que le libere. Y en esa angustia, van pasando días y días, hasta que la obtención de la droga se le hace más difícil, y para cuyo objeto no vacila en valerse del robo, etc.; y entonces trata de huir de sí mismo, porque la vida ya no le ofrece sino sufrimiento, y comienzan a pensar en el suicidio como puerta de escape, que muchas veces ejecutan, pero las más de las veces les falta valor; y solo las clínicas especializadas pueden rehabilitarles.

La causa de la caída en el vicio de los estupefacientes está en la ignorancia,
porque quien los conozca jamás caerá en el error. Y la puerta de entrada es, generalmente, la ociosidad perturbadora, carentes de un objetivo de vida y que falto de un ideal, cedieron a las insinuaciones de malas compañías. Y el remedio está en la educación, al comienzo de la adolescencia, exponiendo con claridad, el peligro a que conducen esos y otros vicios ocultos, a fin de que, cuando algún descarriado le hable de ellos, el adolescente esté ya en guardia y pueda dominar la curiosidad, evitando la caída.

Todo hábito vicioso es contrario a las leyes naturales, e impedimento de progreso espiritual (objeto único de las vidas humanas); y es un lastre que mantiene a las almas viciadas apegadas al plano físico al desencarnar y en las secciones tenebrosas del astral inferior o mundo psíquico de las almas.

Extractos de "Revista Amor, Paz y Caridad".

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