16 de diciembre de 2019

La Practica Religiosa Espírita está Basada en el Amor a Dios y en la Fé Razonada

El Casamiento Religioso y Espiritismo

La Practica Religiosa Espírita está Basada en el Amor a Dios y en la Fé Razonada

por Carlos Augusto Parchen - Centro Espirita Luz Eterna - CELE

Vamos a abordar aquí la cuestión del casamiento, más específicamente del casamiento religioso. Para este tema, debemos recordar que el Espiritismo Kardeciano no tiene ningún ritual. Absolutamente, ninguno.No solo del casamiento, sino de ningún otro.

La practica religiosa Espírita está basada únicamente en el Amor a Dios y en la Fé razonada. Para el Espírita Kardeciano, tener religión significa “estar ligado a Dios, pues la palabra “religión” significa exactamente eso: ligarse a Dios.

Si analizamos el Evangelio del Maestro Jesús, veremos que no está instituido, en ningún momento en él, el casamiento como un acto de ligación a Dios (acto religioso) o de fe. Veremos que Cristo habla, al respecto de la unión del Hombre y la Mujer    “…no separe el hombre lo que Dios unió…”, que fue tomado como base teológica para el ritual (sacramento) del casamiento y de la indisolubilidad eterna del casamiento religioso.

En verdad, lo que Cristo pretendía decir, es que el amor verdadero entre el Hombre y la Mujer, es consecuencia del Amor Divino que es, verdaderamente bendecido por Dios, y que el Hombre (ser humano), no debe intentar separar a las personas que se unen por el AMOR  Verdadero, pues  esos son los que de verdad están unidos por Dios (AMOR ).

En verdad, el casamiento religioso fue, durante muchos siglos, la única forma de “legalizar” y de “Oficializar” la unión estable entre el Hombre y la Mujer, de establecer reglas de conducta y de responsabilidad  para la vida familiar. Debemos acordarnos que en  esas épocas, no había registros, no había documentos, ni leyes reguladoras, etc.

Inicialmente, solo existía  el poder moral de la Religión y el miedo al “castigo Divino” como garantía a los derechos y deberes en el casamiento. El sacerdote o el pastor o el curandero o el monje, ejercían el papel de “ testigo” del compromiso, en nombre de la Divinidad o  del Ser Superior.

Más tarde, las Iglesias, las Ordenes Religiosas, los Templos, cuando ya existía la  ley o costumbre escrita, mantenida solo en grupos herméticos y de iniciados, pasaron también a proceder y a mantener el registro formal de las uniones (casamiento), ampliando la estabilidad de las mismas, por la posibilidad de encontrarse controlado y registrado, quien era o no era  casado.

Tomado del Blog "El Espírita Albaceteño"

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