Mis Conceptos Espíritas - Comportamientos del Espíritu
¿Ley de Causa y Efecto es Ley del Talión?
Hemos estudiado en la clase de física, en la escuela, sobre la acción y reacción de fuerzas. La definición decía..."Si un cuerpo actúa sobre otro con una fuerza (acción), éste reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de sentido contrario".
Cuando estudiamos en Espiritismo la misma ley, tendemos a limitarnos a trasladar literalmente esa definición y cometemos errores como pensar que siempre que acontezca una misma acción, obtendremos indefectiblemente, siempre una misma y exacta reacción. En realidad, no es tan así en los aspectos espirituales. No funciona como la Ley del Talión, ojo por ojo, diente por diente. Lo que es exacto, es que a toda acción siempre le corresponderá una reacción de manera inevitable. Las causas espirituales son muchísimo mas complejas al contar con tantas características con atenuantes y sin ellos, que aunque aparentemente parecerían similares, en realidad no lo son.
Casos de alguien que mata, es asesinado, se suicida o muere salvando una vida, pueden ocurrir cientos o miles por día, pero ninguno de ellos tendrán exactamente todas las características entre asesinos, suicidas o héroes salvando vidas. En cada caso existirán condiciones tan diversas que darán reacciones muy diferentes en cada uno, a pesar que la causa general es casi idéntica en todos ellos.
Aceptando como verosímil que no existe una misma reacción ante las mismas causas, no debemos creer que todo lo que nos ocurre en esta vida sea consecuencia de actos semejantes cometidos por nosotros a otros seres y que hoy debemos pagar. No debemos pensar que existe un determinismo o fatalismo que nos condena a determinados destinos por haber cometido faltas en el pasado. Tampoco acordar antes de encarnar, ser partícipe en muertes colectivas para pagar una deuda pretérita como algunos suponen. No podemos creer que todo lo malo que nos ocurre se deba a errores del pasado y que bien pueden ser los que estamos cometiendo en la presente vida.
Tenemos en nuestro pasado un cúmulo de experiencias donde seguramente habremos cometido miles de actos dignos e sobre todo indignos. Fuimos victimas y victimarios. Del cúmulo de lo vivido, tenemos una esencia, un grado de evolución, un "número" que da nuestra ubicación en la escala evolutiva. Esa "graduación espiritual" dará lugar a las consecuencias que vivimos hoy, sin tener porque ser exactamente las mismas y contrarias a las que realizamos. No es necesario habernos suicidado para que en esta vida tengamos la tendencia del suicidio y tal vez concluyamos nuestra vida con ese método. Nuestro libre albedrío siempre está presente y a cada segundo estamos optando por nuestro acto del segundo siguiente.
Somos dueños absolutos de nuestra felicidad o nuestra infelicidad, totalmente relacionada con las causas que realicemos y las consecuencias que debamos superar. No estamos condenados a sufrir. Debemos comprender que la vida es eterna y eternamente estaremos corrigiendo errores y esto lo debemos hacer con todo el amor y la felicidad del mundo y no sentir que vivimos un permanente castigo de reacciones convertidas en un karma de dolor y sufrimiento.
Roby Delgado
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