El fin del mundo
Decían unos que el fin del mundo había llegado, siguiendo una supuesta interpretación de unos calendarios mayas. Otros manifestaban que no sería el fin de nuestro mundo, sino un cambio de ciclo en el que pasaríamos a una era de paz, comprensión y espiritualidad. Realmente, no ha sido ni lo uno ni lo otro.
No se nos ocurrirá decir, de ninguna de las maneras, que no pueda haber alguna catástrofe natural que pudiera afectar gravemente a la vida en nuestro planeta; pero, lo inadmisible es que ello estuviera reflejado en unos calendarios que datan de más de 5000 años. Si realmente pudiera haber una catástrofe de tal magnitud, seguramente la ciencia lo detectaría. A pesar de ello, y a la luz de la Ley del Progreso, no parece lo más lógico que esta Escuela Primaria Espiritual, que es nuestro planeta, pudiera cerrar sus puertas de manera definitiva, cuando todavía tanta tarea puede desarrollar en favor de sus muchos millones de alumnos encarnados y desencarnados. De todas maneras, tampoco sería algo irreversible, absolutamente trágico o de una grandiosa desesperación, si llegara a producirse un cataclismo de tal envergadura. En esencia sólo sería una desencarnación colectiva a gran escala; cabe suponer que, sin duda, el Equipo Directivo de esta Escuela no tendría ningún problema en movilizar la ayuda necesaria y suficiente como para atendernos a todos. Así y todo, nos reiteramos en la idea de que es altamente improbable de que ello pueda ocurrir.
Extractado del Blog Centre Barcelonés de Cultura Espírita.