Fenómenos considerados Milagros
por Allan Kardec.Antes de que se conocieran las propiedades de la electricidad, los fenómenos eléctricos eran considerados prodigios desde el punto de vista de ciertas personas; y a partir del momento en que se conoció su causa, lo maravilloso desapareció. Lo mismo sucede con los fenómenos espíritas, que no se apartan de las leyes naturales más de lo que se apartan los fenómenos eléctricos, acústicos, luminosos y otros, que han servido de fundamento a una enorme cantidad de creencias supersticiosas.
Aquel que un siglo atrás se hubiese propuesto transmitir un telegrama a quinientas leguas, para recibir la respuesta al cabo de pocos minutos, habría sido tomado por loco; y si lo hubiera logrado, muchos habrían creído que tenía al diablo a sus órdenes, porque en ese entonces el diablo era el único capaz de andar tan deprisa. Sin embargo, hoy no sólo se reconoce ese hecho como posible, sino que también parece muy natural. ¿Por qué, pues, un fluido desconocido no tendría la propiedad de contrabalancear, en determinadas circunstancias, el efecto de la gravedad, así como el hidrógeno contrabalancea el peso del globo? Eso es, en efecto, lo que sucede en el caso que nos ocupa.
Como están en la naturaleza, los fenómenos espíritas se han producido en todos los tiempos. Sin embargo, precisamente porque su estudio no podía realizarse con los medios materiales de que dispone la ciencia vulgar, han permanecido durante mucho más tiempo que otros en el dominio de lo sobrenatural, de donde ahora el espiritismo los saca.
Conceptos Extractados de "El Génesis", por Allan Kardec.