19 de mayo de 2019

Los Adversarios del Espiritismo no llaman a la Razón

Los Adversarios del Espiritismo no llaman a la Razón

por Allan Kardec.

Los adversarios del Espiritismo atribuyen su rápida propagación a una fiebre supersticiosa que toma la humanidad, al amor a lo maravilloso; pero habría que ser ante todo lógico; aceptaremos su razonamiento, si se puede llamar a esto razonamiento, cuando nos hayan explicado con claridad porque esa fiebre alcanza precisamente las clases esclarecidas de la sociedad ante que las clases ignorantes. En cuanto a nos, decimos que es porque el Espiritismo llama a la razón y no a una creencia ciega, que las clases esclarecidas examinan, reflexionan y comprenden; en cuanto a las ideas supersticiosas no soportan examen alguno.

Además, todos vosotros los que combatís el Espiritismo, ¿lo comprendéis?, ¿lo habéis estudiado, escrutado en sus más mínimos detalles, medido con madurez en todas sus consecuencias? No, mil veces no. Habláis de algo que desconocéis; todas vuestras críticas, no hablo de las tontas, planas y groseras diatribas, desprovistas de todo razonamiento y que no tienen ningún valor, hablo de las que al menos tienen una apariencia seria; todas vuestras críticas, digo, denotan la más completa ignorancia de ello.

Para criticar, hay que poder oponer un razonamiento a otro razonamiento, una prueba a otra prueba; ¿es eso posible sin el conocimiento profundo del tema en cuestión? ¿Qué pensaríais de aquel que pretendiese criticar un cuadro sin poseer, al menos en teoría, las reglas del dibujo y de la pintura; discutir los méritos de una opera sin saber de música? ¿Sabéis cual es la consecuencia de una crítica ignorante? Es de hacer el ridículo y carecer de juicio. Cuanto más elevada sea la posición del crítico, más se pone en evidencia, mayor es su necesidad, por su propio interés, de circunspección para no exponerse a ser desmentido, cosa siempre fácil de ocurrir a quien habla sin saber. Es por lo que los ataques contra el Espiritismo tienen tan poco alcance, y favorecen su desarrollo en vez de atajarlo. Esos ataques son propaganda; provocan el examen, y el examen no nos puede resultar más que favorable, porque nos dirigimos a la razón. No hay un solo artículo publicado contra esta doctrina que no haya resultado en un acrecentamiento de abonados y que no haya hecho vender más libros.

Extracto de la Revista Espírita 1860, por Allan Kardec.
MI COMENTARIO
Los adversarios al Espiritismo evidencia una falta total de interes por aplicar el razonamiento a sus críticas. Son facilmente rebatibles porque carecen de argumentos y solo replican frases hechas y recurren a muletillas que a veces las repiten sin entenderlas. Son propensos a memorizar y no a racionalizar. Se fijan en nimiedades dejando de lado la esencia de la enseñanza. Critican a las personas y sus actos en lugar de debatir sus manifestaciones.
Son básicamente perezosos que prefieren repetir a analizar, criticar a debatir, agredir a empatizar.
No solo los adversarios al Espiritismo que podríamos llamar Escépticos. También hay espíritas que con contaminación religiosa que aún no se han desprendido, siguen con su monotemática estructura mental y no se animan a darse la oportunidad de cambiar sus libros de cabecera.