22 de noviembre de 2019

¿Merece el Suicidio una Calificación Catastrófica para el Saber Espírita?

Mis Conceptos Espíritas del Plano Material

¿Merece el Suicidio una Calificación Catastrófica para el Saber Espírita?


“EL SUICIDIO ES EL ÚLTIMO ACTO DE UNA PERSONA LIBRE”
dijo Séneca.
Y no por haberlo dicho él, sino porque como espírita estoy totalmente de acuerdo, lo apruebo. El suicidio como todos los actos realizados por Espiritus encarnados son pura y exclusivamente uso de su Libre Albedrío. Lo que se discute luego, será su conveniencia o no, pero nunca la libertad de que cada uno haga lo que sienta que debe hacer. El que no interpreta la libertad, me hablará de aprobar el libertinaje, de que si todos hicieran lo que desean, la convivencia sería un caos imposible de progresar, dirán que no se puede permitir porque si desea salir a matar lo debemos detener, etc. Claro que sí, hay que ordenarnos si queremos ser civilizados. La libertad total existió cuando el humano en este planeta era aún un simple cavernícola. Pero en estos tiempos existen leyes con derechos y obligaciones que se han ido creando a medida que la sociedad ha avanzado y que hoy todos debemos respetar. Pero, esto no implica que un encarnado no pueda hacer todo lo que desee y sepa que luego le caerá todo el peso de esas leyes soportando las consecuencias de comportarse como un cavernícola en estos tiempos.

El suicidio como otros temas urticantes como la pena de muerte, la eutanasia, el aborto e incluso el asesinato de victimas inocentes, es permanente tema de discusión de como resolverlos. Se dividen las opiniones entre castigar o recuperar a quienes tienen estos actos incivilizados.
Así como hace muchos siglos atras, nada estaba penado y cualquiera podía matar a otro por solo una ración de comida, hoy nuestra evolución esos actos los condena y es lógico que quien mata sea encarcelado y en algunos sitios, hasta ejecutado. Con el aborto estamos en una transición en que aún no tiene una condena generalizada como el crimen común. Tal vez a futuro sea similar al asesinato. La evolución lo irá definiendo. Con el suicidio pasa algo similar. En un pasado remoto era aceptado por sociedades primitivas y hasta los Mayas veneraban a la Diosa del Suicidio Ixtab. En la India, en Egipto, en tribus africanas, en China y en casi todo el planeta de esos tiempos atrás, el suicidio era un acto loable y era hasta vergonzoso no realizarlo ante enfermedades terminales o vejez extrema.

La mayoría de los filósofos griegos se envenenaban antes que ver mansillado su honor. Hasta en la biblia hay referencias de inmolaciones. Pero la evolución fue condenando el hecho para que las personas le dieran mas valor a la vida que a la muerte. Los distintos concilios religiosos le fueron dando el caracter de pecado. Método utilizado en muchos otros aspectos para atemorizar a gente que su ignorancia no le permitía entenderlo de otro modo que como pecado y el castigo de Dios equivalente.
Hoy se considera una enfermedad, alguien depresivo, que tiene problemas psiquiatricos al cual hay que rescatar. Por supuesto que esto es lo correcto. El suicidio no es un caso catastrófico para el Espíritu, si se autoeliminó tendrá infinitas oportunidades de rescatarse de esos errores. Como sociedad debemos condenarlo, no promoverlo porque es un grave error, y además implementar las asistencias que requiere alguien con esa enfermedad que sin dudas es también una enfermedad del alma.

Roby Delgado

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