El Espiritismo y su Historia
Los Duendes, Trasgos, Brujas, Demonios
por Antonio Del Espino¿Por qué en el sínodo de Nicea, se guardó la decisión en la tumba de dos respetables padres de la iglesia, que a la sazón habían fallecido, para que firmaran aquel documento si lo aceptaban? Porque los primeros padres, los primeros cristianos, creían en la comunicación, obteniendo las dos firmas, que hoy denominamos de escritura directa.
La aparición de San Pedro y San Pablo al terrible Atila, realizada a petición de León I, y la carta de éste a San Flabiano, puesta en la tumba de San Pedro, para que aquel Apóstol la aceptase y corrigiese, ¿no significa que los nazarenos, aceptaban, el trato con los muertos?
Todos los pueblos paganos han tenido público comercio con los espíritus, de aquí las sibilas, pitonisas, etc., que eran excelentes médiums; y Sócrates debe sus teorías, a las inspiraciones y consejos de un genio.
El martirologio romano está lleno de manifestaciones reales, aunque haya exageración y abuso en muchos de sus hechos. Popular es, en España, la manifestación del Apóstol Santiago en la batalla de Clavijo.
Los hombres eminentes en letras y virtud, han sido propensos a esta debilidad, a juicio de sus conciudadanos, por lo que pocos lo han hecho público cómo el astrónomo Swedenborg.
Las manifestaciones caseras han sido a miles, pero exageradas por la ignorancia y el miedo, no han dado campo, mas que al trato con los espíritus inferiores que han gozado de los efectos; que producían. De aquí los duendes, trasgos, brujas, demonios, cadenas, encantamientos y lugares, malditos.
Extractos de "Revista La Revelación Año 1872", por Allan Kardec.
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