Mediumnidad y Obsesión
Obra mediumnimica 2/2
por Espíritu Odilon Fernández / Médium Carlos A. BacelliNadie se retrasa más de lo que debe en las sendas de la evolución.
Todo mal termina convirtiéndose en bien a favor de quien le padece la influencia.
Más pronto o más tarde, pero siempre en el instante dispuesto por las Leyes de la Vida, todos se compenetran con sus responsabilidades y marchan, de forma consciente, para su sublime destino.
Hagamos, así, lo que pudiéramos para ser los “instrumentos” de los cuales Dios utiliza, para despertar los espíritus adormecidos, pero no nos desalentemos con los que, acomodándose en el lecho de color rosa de sus sueños infantiles, se niegan a contemplar la luz de la Verdad.
En el estudio de la obsesión, consideramos aun que muchos obsesores y obsesados se acomodan a la carencia espiritual en la cual se encuentran, de hecho aquellas personas que se habituaron a efectuar chantaje emocional con su propia situación, exhibiendo públicamente sus maldades, en la intuición de conmover a los semejantes…
Existen obsesados que no pasan de mendigos de la afectividad ajena, de acuerdo con las conveniencias sentimentales que les guían el psiquismo.
El obsesado que, en la feliz expresión de Allan Kardec, “se obstina en conservar su mal y en él se complace” es del tipo que de víctima pasa a verdugo del propio obsesor. Casos así son muy frecuentes en la Vida Espiritual e incluso en la relación entre los hombres de la Tierra.
Es bastante común que el obsesor termine enredado en su propia trama obsesiva, esclavizándose a quien pretendía esclavizar; cuando verifica su grado de envolvimiento psicológico con la víctima, casi siempre es tarde para retroceder…
¿No es así que ocurre con muchos que, después de probar la droga, se hacen sus dependientes?…
Adquiridos de manera imperceptible, difícilmente conseguimos liberarnos de ciertos hábitos y tendencias que se nos arraigan en el alma.
De hecho, antes de que expresemos nuestro parecer sobre ese o aquel problema, procuremos examinarlo por sus más variados ángulos, convencidos de que, incluso así, nuestra opinión jamás debe pretender la palabra definitiva acerca de las cosas que nos reclaman análisis.
Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Haz un comentario