29 de octubre de 2019

Obsesión, un Mal que nos Puede Afectar a Todos

A través de un Pensamiento Continuo Generamos una Corriente Mental

por Javier Gargallo

Antes de sumergirnos en los escollos de la obsesión, comenzamos por estudiar el pensamiento:
Imaginar es crear, cuando pensamos estamos emitiendo una determinada energía dotada de vida y movimiento. Actuando a través de ondas sutiles en circuitos de acción y reacción, imponiendo responsabilidad a la conciencia que lo manifiesta. Nuestros pensamientos generan nuestros actos y nuestros actos generan pensamientos en los otros, donde hay pensamiento hay corriente mental y donde hay corriente mental existe asociación. Toda asociación es interdependencia e influencia recíproca.

Según el Espíritu Emmanuel “La mente humana es un espejo de luz emitiendo rayos y asimilándolos, son esos rayos la fuerza de niebla o de luz, felicidad o desventura, cielo o infierno, donde quiera que el espíritu esté”.

Dios ha creado todo perfecto, al pensar o actuar mal estamos estropeando la creación divina, de ahí la gran importancia de pensar o actuar en el bien. Siempre que hacemos esto estamos edificando nuestra felicidad o rescatando antiguos errores del pretérito.

A través de un pensamiento continuo generamos una corriente mental que puede influir tanto sobre encarnados como en desencarnados y ellos sobre nosotros siempre que haya una sintonía. Esta propiedad intrínseca del alma explica el acierto de Allan Kardec al afirmar que la facultad mediúmnica es inherente al hombre, no constituye por tanto, un privilegio exclusivo de nadie al igual que el resto de facultades humanas están más o menos desarrolladas en todos los individuos. La influencia de un espíritu puede ir desde una simple sugerencia captada como un pensamiento a un intercambio completo de ideas entre el espíritu y el médium.

Tomado del Blog "El Ángel del Bien"

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