Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 28 »
El espectáculo me impresionaba profundamente.
La dureza del cuadro que la verdad me ofrecía, me obligaba a una dolorosa meditación.
¡No había, entonces, maldades ocultas en la Tierra!... ¡Todos los crímenes y todas las faltas de la criatura humana, se revelarían algún día y en algún lugar!...
Silas comprendió la amargura de mis reflexiones y vino en mi ayuda, diciendo:
–Sí, amigo mío; tu razonamiento es válido. La Creación de Dios es una luz gloriosa. Cualquier sombra de nuestra conciencia, queda impresa en nuestra vida hasta que la mancha sea lavada por nosotros mismos, con el sudor del trabajo o con el llanto de la expiación...
Y ante las muestras de agonía y afecto en los reencuentros que se realizaron allí, ante nuestros ojos, en los que hijos y padres, esposos y amigos se reaproximaban unos a otros, el asistente agregó:
–Generalmente, llegan a estos lugares de inquietud aquellos que cavaron en sí mismos profundos surcos infernales y que se cristalizaron en peligrosas ilusiones. Pero la Bondad Infinita del Señor, permite que las víctimas, rehechas en la comprensión y en el perdón, se transformen, felices, en abnegados cireneos de los antiguos verdugos. Como es fácil de comprobar, el inconmensurable amor de nuestro Padre celestial, cubre no solamente los paisajes gloriosos del paraíso, sino también las zonas atormentadas del infierno que nosotros mismos hemos creado...
Una pobre mujer prorrumpió en llanto convulsivo, junto a nosotros, cortando la palabra de nuestro amigo. Con sus puños cerrados, la infeliz clamaba:
–¿Quién me liberará de Satanás? ¿Quién me librará del poder de las tinieblas? Santos ángeles, ¡socorredme! ¡socorredme contra el temible Belfegor!...
Silas nos invitó a que le acompañásemos en el amparo magnético inmediato.
Los enfermeros que se hallaban presentes, acudieron, solícitos, para impedir que la crisis se agravara.
–¡Maldito! ¡Maldito!... –repetía la demente, persignándose. Invocando el socorro divino a través de la oración, procuré anular sus movimientos desordenados. Se fue adormeciendo poco a poco.(36)
MIS OBSERVACIONES
(36) Para el espíritu en perturbación mental, la realidad pasa solo por sus pensamientos dominados por sus miedos y errores que lo atormentan a poco de haber desencarnado.
Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz
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