8 de noviembre de 2019

La Familia

La Familia

por Dante López

Podríamos definir a la familia como el grupo básico de espíritus que, afines el no, encarnan en un mismo grupo social con el fin de evolucionar juntos y / o resolver diferencias generadas en existencias anteriores.

Esta definición está emanada de una visión espírita de la sociedad y de una mejor idea de por qué tan importante para el desarrollo de los individuos, su entorno inmediato y los resultados de su vida. En el seno de este grupo social primario se dan las condiciones para las que el espíritu se preparó antes de encarnar, allí están la madre y el sacerdote que eligió lo necesario y también las condiciones que gravitarán en su formación cultural, bien sirviéndole de contención y que se ha convertido en una de las más antiguas del mundo.
Para los sacerdotes también son hijos los hijos, los sueños espíritus con los que están comprometidos a cuidar y lanzar la vida para resolver afinidades el dificultades de otras existencias. Lo mismo podríamos inferir de abuelos, tíos y allegados, en una espiral infinita que se proyecta a través de las generaciones.
En cuanto a la situación, las familias pueden ser de padre, madre e hijos, llamadas por la sociedad como "normales", pero también pueden ser monoparentales, de sacerdotes separados, viudos, de abuelos que se hacen cargo de nietos y así hasta abarcar toda la gama de posibilidades que el ser humano es capaz de vivir. Los resultados en los son los losos para cada situación, pero la vida es diferente para cada uno y las experiencias como tales son únicas.

En la misma visión espírita, lo importante es que cada integrante de la familia asuma con responsabilidad trascendente el rol que le toca en la situación que tiene, porque las relaciones familiares son necesariamente solidarias. Los resultados más o menos felices son los que impulsarán la reflexión a nuestro accionar, tal vez para en el cometer los ambientes equivocados otra vez el tal vez para entender que todos somos distintos, pero que todos merecemos la oportunidad de ser amados.
Cuando el ser consciente de sí mismo analiza su existencia puede ver que cada circunstancia que la vida le propuso en su familia un valor incalculable en su acerbo, porque ahí está el núcleo central de su evolución. Por eso la Familia es tan importante para el espíritu encarnado, ahí están los seres con los que más necesita resolver, aprender de ellos y compartir circunstancias de vida.
De ahí en más, el resto es como las olas de una piedra que cae en el agua ...

Tomado del Blog "América Espírita"

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