22 de febrero de 2019

El alma y la quintaesencia


El alma y la quintaesencia

por Germán Bravo

Generalmente se suele creer que la expresión “Quintaesencial” está referida a un orden sucesivo de esencias; es decir, que después de la primera, segunda, tercera y cuarta esencia, viene la quinta esencia; pero no es así, ya que esta expresión se utilizó para designar el lugar de aparición de un quinto elemento, después de los cuatro universalmente conocidos (tierra, agua, aire y fuego), denominados también esencias. A este nuevo elemento se le denominó Éter o Alma Universal, el cual se caracterizó por ser el elemento más sutil y puro y del cual se habían originado los anteriores.

Por haber sido el quinto elemento descubierto, tradicionalmente se le conoce como “el quinto elemento”, perpetuado en la expresión “Quintaesencial”; pero que jamás significa una esencia sucesiva de grado quinto, como erróneamente se cree, ya que en todo caso sería el primero, pues de él derivaron los otros cuatro. Como este nuevo elemento material se caracterizó por ser el más puro y más sutil, la expresión “Quintaesencial” pasó a significar: “lo más puro y sutil” a que puede llegar una cosa. Así, por ejemplo, se habla de: “El compositor buscaba la quintaesencia de la música”; esto es, la música más sublime o más perfecta. 

Desde el punto de vista ontológico -"el estudio del ser"-, sólo existe una Substancia única de la cual se originaron todas las cosas del universo. Si bien en el mundo material existe una multiplicidad de cosas, no obstante, todas tienen la misma esencia, ya que sólo existe una Substancia que se expande por todo el universo.

Extractado del Blog Escuela Elipse.