17 de febrero de 2019

El asombro


El asombro

Por María Coello

El asombro conduce a los seres humanos por el sendero de la curiosidad y la investigación, buscando dar respuesta a las grandes interrogantes metafísicas de todos los tiempos, es el motor que impulsa a la búsqueda de la verdad.


Los niños poseen una gran capacidad de asombro que los induce a preguntar el porque de las cosas, los adultos muchas veces olvidamos esa capacidad y ponemos límites a nuestros aprendizajes. Dicen que los griegos utilizaron al búho como símbolo de la sabiduría, porque sólo puede ser sabio quien se asombra ante el mundo como parece hacerlo el búho siempre con los ojos muy abiertos.


Esa capacidad de asombro impulsó el nacimiento de la filosofía como sistema organizado en la antigua Grecia. La experiencia fue obligando al hombre hacer uso de la razón, poco a poco va a surgiendo una minoría pensante que se preocupa por conocer los principios de las causas de las cosas.


Los pensadores griegos de la época se encuentran con un mundo que ha existido desde siempre y cansados de mitos y poetas, comienzan a buscar el porqué de las cosas. Comprenden que el mundo no fue creado por ningún Dios, sino que emerge de una realidad concreta, y esto los lleva necesariamente a filosofar.




Extractado del Blog Escuela Elipse.