23 de febrero de 2019

La muerte y su misterio

La muerte y su misterio (Sobre el libro)

por Camilo Flammarion.

El libro es una documentación científica fundada sobre un conjunto de observaciones coordinadas durante más de medio siglo, de las que se ha
utilizado tan sólo una décima parte, habiendo su redacción exigido no menos de 3 años de trabajo.
Aquellos hechos, debidamente constatados, prueban que la muerte no existe, que no es más que una evolución, y que el ser humano sobrevive a aquella hora suprema, que está muy lejos de ser la última hora.
Mors janua vitae: la muerte es la puerta de la vida. El cuerpo no es otra cosa que el vestido orgánico del espíritu: se gasta, se transforma, se disgrega: el
Espíritu subsiste. La materia es una apariencia para el cuerpo del hombre, como para todo lo demás. El Universo es un dinamismo: una fuerza inteligente lo gobierna todo. El alma es indestructible.

Un pensador escribía así a Flammarión, después de la publicación del 2º volumen de aquella obra:
"Vuestro tercer tomo, ¿nos dará, sobre la supervivencía del alma, aquella misma certeza que nos han dado, los dos primeros, sobre su existencia real? Si no nos da esa seguridad, no nos queda más que dejarnos arrebatar por la desesperación, viéndonos obligados a admitir que somos hijos del azar,
que no hay verdades morales, ni justicia, y que ningún fruto recogeremos de todos los dolores de que está sembrada la vida. Una respuesta negativa de
vuestra parte, sería la destrucción definitiva de todo aquello que constituye la nobleza de la humanidad". (Carta 4743).
Bien pues: la tan deseada afirmación ha sido ya pronunciada y los lectores han recibido aquella satisfacción que ansiaban.

Y, por otra parte, ¿no es este, acaso, el deseo secular de tantos pensadores, que así lo manifestaron en todas las épocas y en todos los idiomas del mundo? Es el grito mismo de la naturaleza, y la ciencia experimental nos trae hoy esa seguridad.
Los lectores que han tenido voluntad y tiempo para leer las 1265 páginas que forman los tres tomos de La muerte y su misterio, han llegado a la
convicción que el ser humano posee en sí un elemento no incluido, hasta hoy, en las teorías científicas clásicas: el alma pensante, dotada de facultades especiales: y también que esta alma no sufre la misma disgregación del cuerpo, y que sobrevive a éste.

Las conclusiones a las cuales se llega en aquella obra, van más lejos aún de las publicadas anteriormente en "Lo Desconocido"(1900) y en "Las fuerzas naturales desconocidas" (1906). El autor ha procedido lenta y progresivamente en esta gradual elaboración.

Las certidumbres a que había arribado antes, eran las siguientes:

1º El alma existe como una entidad real, independiente del cuerpo;

2º Está dotada de facultades desconocidas aún para la ciencia.;

3º Puede obrar a distancia, telepáticamente, sin la intermediación de los sentidos;

4º Existe en la naturaleza un elemento psíquico en actividad, cuya esencia permanece aún oculta para nosotros.

Hoy en día puede agregarse:

5º El alma sobrevive al organismo físico, y puede manifestarse después de la muerte.
Las comunicaciones entre los espíritus de seres vivientes, en todas las distancias, han sido comprobadas perfectamente; la telepatía es tan cierta como la existencia de Napoleón, el oxígeno y la estrella Sirio. Y bien; esta comunicación telepática existe igualmente entre las almas de los difuntos y las de los vivos.

Las más irrefutables pruebas no dejan ya lugar a dudas de que en el momento de la muerte, el alma (cualquiera que sea su naturaleza) , obra a distanciade kilómetros y centenares y millares de kilómetros, sobre el espíritu de los vivos, produce ruidos y golpes variados, — a veces violentos, — y reproduce la imagen del muriente, en aspectos igualmente variados. Aquellas pruebas permiten afirmar también la acción del espíritu después de la muerte: la encuesta abierta el año 1899, y continuada después, ha dado resultados plenamente convincentes.

Conceptos Extractados de "La Muerte y su Misterio", por Camilo Flammarion.