16 de febrero de 2019

El Espíritu no es una abstracción

El Espíritu no es una abstracción

por Allan Kardec

El Espíritu es el ser principal, puesto, que es el ser pensador y superviviente; el cuerpo no es, por consiguiente, más que un accesorio del Espíritu, una envoltura, un vestido que deja cuando está usado. Además de esta envoltura material, el Espíritu tiene una segunda, semimaterial que le une a la primera; en la muerte, el Espíritu se despoja de ésta, pero no de la segunda a la que nosotros damos el nombre de periespíritu. Esta envoltura semimaterial que afecta la forma humana, constituye para él un cuerpo fluídico, vaporoso, pero que, por ser invisible para nosotros en su estado normal no deja de poseer algunas de las propiedades de la materia. El Espíritu no es, pues, un punto, una abstracción, sino un ser limitado y circunscripto, al cual sólo falta ser visible y palpable para parecerse a los seres humanos.

¿Por qué no obraría sobre la materia? ¿Por qué su cuerpo es fluídico? ¿Pero no es entre los fluidos más rarificados, los mismos que se miran como imponderables, la electricidad, por ejemplo, que el hombre encuentra sus más poderosos motores? ¿Es que la luz imponderable no ejerce una acción química sobre la materia ponderable? Nosotros no conocemos la naturaleza íntima del periespíritu; pero supongámosle formado de materia eléctrica, o de otra tan sutil como ésta, ¿por qué no tendría la misma propiedad siendo dirigida por una voluntad?

La existencia del alma y la de Dios, que son consecuencia una de la otra, siendo la base de todo el edificio, antes de entablar alguna discusión espiritista, importa asegurarse si el interlocutor admite esta base. Si a estas preguntas:

¿Creéis en Dios?
¿Creéis tener un alma?
¿Creéis en la supervivencia del alma después de la muerte?
– responde negativamente, o si dice simplemente: Yo no sé; querría que fuese así, pero no estoy seguro de ello, lo que, las más veces, equivale a una cortés negativa, disfrazada bajo una forma menos explícita a fin de no chocar muy bruscamente lo que él llama preocupaciones respetables, sería tan inútil ir más allá, como el pretender demostrar las propiedades de la luz al ciego que no la admitiese, porque en definitiva, las manifestaciones espiritistas no son otra cosa que los efectos de las propiedades del alma; con aquél es necesario seguir otro orden de ideas si no se quiere perder el tiempo.

Si se admite la base, no a título de probabilidad, si no como cosa segura, incontestable, la existencia de los Espíritus, se deduce naturalmente.

Conceptos Extractados de "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.

MI COMENTARIO
El espíritu es un ser "limitado y circunscripto". Es buena esta aclaración para aquellos que creen en un Dios antropomórfico. Cuando dicen que Dios nos creó a su imagen y semejanza, cometen un error en pensar que Dios es un ser "limitado y circunscripto" aunque luego lo diferencien con virtudes Supremas en Todo.
Hay muchas energías que no las podemos advertir con nuestros sentidos comunes como por ejemplo la electricidad, las ondas de radio, la radiactividad, etc. pero bien sabemos que nos afectan para bien o para mal según las utilicemos con buen o mal uso de ellas. 
El espíritu también es una energía y también puede evidenciarse ante aquellos que tienen mediumnidad.