No es posible decir que la mediumnidad no existe
Aparentemente, la distancia entre ciencia y religión se redujo. “De algunos años para acá, muchos científicos comienzan a hablar como místicos y muchos místicos intentan actuar como científicos”, observa el físico francés Patricck Druot, estudioso de fenómenos parapsicológicos e investigador del Instituto Monroe, en los Estados Unidos. Él es autor de los libros Somos todos inmortales y Vidas anteriores y futuras, que vendieron más de un millón de ejemplares hasta ahora. Druot intenta reconciliar la ciencia moderna y la tradición espiritual. Por medio de la física cuántica y de la termodinámica, estudia los estados alterados de conciencia.
“No es posible decir que la mediumnidad no existe”, dice el físico. “La ciencia sabe cómo funciona químicamente el cerebro, pero no sabe aún qué es lo que hace funcionar al cerebro”. Para muchos, la fuente de los estímulos y reacciones cerebrales que no conseguimos explicar sería aquello que la Humanidad siempre llamó alma.
Es verdad que los científicos que tienen fe no probaron la existencia de un mundo espiritual, pero los investigadores escépticos tampoco demostraron su inexistencia. Hasta ahora hay un empate. Aunque no cree en Espíritus, el psiquiatra paulista Raymond Rosemberg, especialista en autismo, acompañó durante cinco años sesiones de operaciones y de curaciones espirituales de un grupo de médicos en São Paulo. “Vi curar a personas. Ocurre un fenómeno que es difícil explicar. Intento ser un creyente incrédulo. No puedo funcionar sólo con fe”, dice el médico.
Los médiums no tienen un perfil específico. En general son personas más sensibles que las otras y con fluctuaciones de humor, pero esto no es una regla. Pueden descubrir que son médiums a cualquier edad.
La obstetra Marlene Nobre, presidente de la Asociación Médico Espírita de Sao Paulo, es médium desde hace 38 años. A los 23, fue sorprendida por voces y sensaciones de malestar cuando atendía pacientes. “Sentía falta de aire y cerca de algunos pacientes pensaba cosas horribles que no partían de mí. Tenía ganas de decir frases como ‘quiero que usted se muera’ o ‘que bueno, que usted está enfermo’ a ciertos clientes”, cuenta. “Después que comencé a desarrollar la mediumnidad, las oraciones y el autocontrol me ayudaron y eso dejó de suceder. La gente aprende a defenderse de los espíritus atrasados”, dice ella. Marlene es médium parlante (psicofonía) y una de las más estudiosas del fenómeno en el País.
Extractado de Anuario de la Federación Espírita Española.
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