El Papel del Guía al Momento de la Muerte y de la Reencarnación
por Jacques PeccatteEl papel del guía no se detiene con nuestra muerte; los espíritus nos explican que cuando desencarnamos y llegamos al más allá al final del túnel, nuestro guía está allí para recibirnos: “… De manera general, es pues el guía quien va a recibir en el rellano del más allá al espíritu que acaba de desencarnar. Esa acogida es tranquilizadora, se hace para impulsar progresivamente al recién llegado hacia las esferas de lo invisible, para acostumbrarlo a su solo habitáculo periespiritual, para acostumbrarlo a esta inmaterialidad…”
Precisemos que esto se refiere a los espíritus que han pasado el túnel sin conocer la turbación. Muchas personas que dejan la Tierra y su envoltura carnal conocen el sentimiento de turbación de manera más o menos fuerte. En efecto, las muertes brutales (accidente, asesinato, suicidio…), ocasionan una profunda turbación. La psicología del espíritu, su carácter, sus faltas, sus creencias religiosas, su forma de percibir la muerte y su nivel de evolución, llevan igualmente a un estado de turbación.
Veamos el caso de un espíritu que ha conocido la turbación y de alguna manera se siente perdido en el más allá y le cuesta trabajo comprender lo que ve: “… Es un espíritu que cuando ha llegado al más allá parece perdido. Es un espíritu que, en el punto de partida, ha errado un poco por los lugares de su última vida. Es como si hubiera sido ayudado. Lo veo como empujado y encontrarse un poco atontado (las cadenas fluídicas han sido establecidas). Ahora lo veo delante de mí. Parece bien. Dice gracias. Me dice que es ayudado por su guía que no lo abandona jamás. Me hace pensar en un niño pequeño refugiado en los brazos protectores de una persona afectuosa. Es un espíritu que aún no es capaz de hacer elecciones. Es guiado en su totalidad”.
Después de la acogida en el más allá, el guía conserva su función y permanece cerca de su protegido. Le permitirá comprender su nueva condición de espíritu y le hará descubrir el más allá. Juntos, guía y protegido harán una suerte de balance sobre la vida que acaba de pasar, sin juicio pero de manera objetiva y sincera.
Luego llega el momento de pensar en la reencarnación. Sobre los consejos del guía, elegiremos el momento, el lugar y eventualmente la misión de nuestra próxima reencarnación. En el más allá, el espíritu vive liberado de las coacciones de la materia y tomar la decisión de reencarnar no es trivial. Pueden sobrevenir temores y angustias. Es por ello que es muy importante para salir bien de su futura reencarnación, escuchar los consejos de su guía. Un espíritu que reencarne demasiado rápido y sin escuchar los consejos de su protector podría conocer “un accidente de reencarnación” que podría traducirse, por ejemplo, en un hándicap físico o en un malestar psicológico.
Extractado de la Revista Le Journal Spirite.