31 de agosto de 2019

La Ciencia por Amalia Domingo Soler

La Ciencia

por Amalia Domingo Soler

Nosotros tenemos formada una idea respecto al Omnipotente.

Creemos como Allan Kardec que, es la Soberana y Suprema Inteligencia; Único, Eterno, Inmutable, Inmaterial, Omnipotente, Soberanamente Justo y Bueno e Infinito en sus Perfecciones.

Creemos que la Creación es obra suya, y la consideramos como el fruto sazonado de su sabiduría, como el resultado natural de sí mismo, como el reflejo de su propia luz, como la esencia de su Ser, como el sonido de su voz, pero no creemos que formó a las humanidades para que estas le rindieran homenaje; las debió crear porque con ellas se completa el conjunto armónico de la vida, porque los mundos sin moradores serían improductivos, y habitados, son grandes laboratorios donde los hombres trabajan, y con su progreso cumplen la misión divina impuesta por Dios a los espíritus, que es su perfeccionamiento indefinido sin llegar nunca a la suprema perfección; porque ésta sólo la posee Dios.

Mas estos homenajes de las religiones, estos cultos, estas ceremonias son creadas por los hombres, pero no necesarias para Dios, no tiene el Creador que asegurarse de la adoración humana, porque Él se ve adorado por su propia Obra.

La naturaleza entona un himno de alabanza que nunca cesará, y la adoración del hombre es un sentimiento que se irá desarrollando según vaya adelantando en conocimientos; pero civilizándose o estacionándose, el hombre vivirá eternamente, y viviendo, la continuidad de su vida testifica la Omnipotencia de Dios; el cual no necesita homenajes porque su potencia creadora se lo rinde, adorado de las humanidades, o negado y olvidado de las generaciones.

¡Dios es todo, y todo está en Él! ¡Principio incomprensible de la vida! ¡Causa eterna de todo lo creado! ¡Misterio de los siglos!

¡Arcano de la eternidad! ¡Motor de los mundos! ¡Fuerza inextinguible¡, Tú no tienes que asegurarte de la adoración de los terrenales. Todos los Universos te rodean porque todos obedecen tus leyes.

¿Qué es la ciencia? El conocimiento claro y cierto de las cosas, fundado en principios evidentes o en demostraciones.

La ciencia denota el conjunto de los acontecimientos humanos sobre las cosas visibles e invisibles; el conjunto de saber que los hombres han adquirido por medio de la observación, de la razón y de la experiencia.

En este sentido habló Bacon cuando dijo: “La ciencia es poder; este es el gran instrumento de la civilización, el gran vehículo de la felicidad humana, el gran impulso que recibe el hombre para encaminarse a la perfección de su ser.

La ciencia es lo que hermosea la vida, lo que ennoblece su destino, lo que constituye la dignidad y el ornamento de la sociedad.

Sin los auxilios de la ciencia, una familia humana, por muy favorables que sean sus condiciones orgánicas y locales, apenas se distinguirá de una tribu de salvajes; porque la acción y el influjo del saber, abrazan todos los elementos de la sociabilidad, la legislación, el culto, la moral, la administración de justicia, la conservación de la salud, la teoría de la riqueza pública, las artes útiles, las de imitación; en fin, todo aquello en que el hombre se distingue de las bestias”.

Esto dice Serrano en su diccionario Universal, y si de la ciencia se necesita para todos los actos de la vida, cuánto más debe necesitarse para las creencias religiosas que son el principio fundamental del adelanto moral de las humanidades.

Por esto el sistema de la Creación debe admitirse porque es lo más lógico, porque es lo más racional, porque es lo que mejor responde al orden de todas las cosas.

Escuchemos a Kardec en su libro de los espíritus, capítulo 1, párrafo 4: “¿Dónde puede encontrarse la prueba de la existencia de Dios? Es un axioma que vosotros aplicáis a vuestras ciencias: no hay efecto sin causa.

Buscad la causa de todo lo que no es obra del hombre, y vuestra razón os responderá”.

“Para creer en Dios, basta extender la vista sobre las obras de la Creación. Existe el Universo; luego hay una causa”.

“Dudar de la existencia de Dios, sería negar que todo efecto tiene una causa y adelantarse a decir que la nada ha podido crear alguna cosa”.

“¿Qué consecuencia puede deducirse del sentimiento intuitivo, que todos los hombres llevan en sí mismos de la existencia de Dios? ¡Dios existe! Y si no ¿De dónde le vendría ese sentimiento si no descansara sobre algo? Esta es volvemos a decir, una consecuencia del principio que no hay efecto sin causa”.


“El sentimiento íntimo de la existencia de Dios que tenemos ¿No sería resultado de la educación y producto de ideas adquiridas? Si fuese así ¿Cómo tendrían el mismo sentimiento los salvajes? Si sólo fuese producto de la educación, el sentimiento de la existencia de un ser supremo, no sería universal, y como las nociones de la ciencia, existiría únicamente en los que hubiesen recibido semejante instrucción”.

“¿Podría encontrarse la primera causa de la formación de las cosas en las propiedades íntimas de la materia? Pero entonces ¿Cuál sería la causa de estas propiedades? Siempre se necesita de una causa primera”.

“Atribuir la primera formación de las cosas a las propiedades íntimas de la materia, sería tomar el efecto por la causa, porque estas mismas propiedades son efecto que debe tener causa”.

“¿Qué hemos de pensar de la opinión que atribuye la primera formación a una combinación casual de la materia, esto es el acaso? Esto es otro absurdo. ¿Qué hombre de buen sentido puede mirar el acaso como un ser inteligente? Y además… ¿Qué es el acaso? Nada”.

“La armonía que regula los resortes del Universo descubre combinaciones y miras determinadas, y por esto mismo revela un Ser Inteligente.

Atribuir la primera formación al acaso, sería un contrasentido, pues el acaso es ciego y no puede producir los efectos de la inteligencia, un acaso inteligente no sería un acaso”.

“¿Dónde se ve en la primera causa, una inteligencia primera y superior a todas las inteligencias? Vosotros tenéis un proverbio que dice: por la obra se conoce el artífice. Pues bien, considerad la obra, y buscad el artífice.

El orgullo es el que engendra la incredulidad.

El hombre orgulloso no ve nada superior a él, y ésta es la causa de que se califique de Espíritu fuerte.

¡Pobre ser que un soplo de Dios puede anonadarlo!”

“Por las obras se juzga el poder de una inteligencia; y como no hay ser humano que pueda crear lo que produce la naturaleza, la primera causa, pues, será una inteligencia superior a la humanidad”.

“Sean las que fueren las maravillas producidas por la humana inteligencia, esta misma inteligencia tiene una causa y cuanto más grande es lo que aquella llega a producir, más grande debe ser la causa primera.

Esta inteligencia es la causa primera de todas las cosas, sea cual fuera el nombre con que el hombre la designe”.

Es muy cierto, y por esto el sistema de la Creación es una creencia científica y como tal debe admitirse.

Para nosotros el primer libro santo es la razón del hombre, ese yo pensante, es ese raciocinio que nos sirve para usar nuestro entendimiento, nuestra comprensión, y con el trabajo de nuestra inteligencia, podemos formar juicio exacto de las cosas.

Creer sin pensar, es vivir sin ver, y el sistema de la creación no debe aceptarse dogmáticamente, sino por el profundo convencimiento científico.

La fe religiosa debe fundarse en la ciencia, y así será inquebrantable, porque como dice Kardec: “los descubrimientos de la ciencia glorifican a Dios en vez de rebajarle; no destruye sus leyes, sino las que los hombres han imaginado y las falsas ideas que han dado de Dios”.

“¿Para qué es el hombre, el rey de la Tierra? Para ejercer dignamente la soberanía de su inteligencia, para estudiar, aprender, analizar y definir, no para confesar que acepta una doctrina religiosa, no a título de adquisición científica, sino porque la revelación primitiva se lo ordena.

Para esa obediencia pasiva no fue creado el Espíritu; porque la revelación primera la tiene el hombre en sí mismo, en ese rayo divino que fulgura en su frente, en ese yo eterno que engrandece su ser, en esa luz maravillosa que irradia de su cerebro que en lenguaje se llama razón. El hombre debe conocer la existencia de Dios al sentir en él los efluvios de la vida; no porque se lo diga éste o aquél, sino porque él debe sentir su influencia divina; pero vemos con profunda pena que los teólogos se confunden y luchan, y concluyen negando los unos y los otros la grandeza del Ser Supremo; cada uno a su modo”.

“¿Están habitados todos los mundos que circulan en el espacio?

¡Sí! Y el hombre de la Tierra está muy lejos de ser el primero en inteligencia, en bondad y en perfección como él presume.

Sin embargo, hay hombres que se creen bastante autorizados para aseverar que este pequeño globo, es el único que tiene el privilegio exclusivo de ser habitado por seres racionales.

¡Qué orgullo y qué vanidad! Creen que Dios ha creado el universo para ellos solos”.

“Dios ha poblado los mundos de seres vivientes, que concurren todos al objeto final de la Providencia.

Creer que los seres vivientes están limitados sólo al punto del universo que habitamos, sería poner en duda la sabiduría de Dios, que nada ha hecho inútil.

A estos mundos le ha debido designar un fin más serio que el de recrear nuestra vista.

Por otra parte, ni la posición, ni el volumen, ni la constitución física de la Tierra, pueden hacer suponer razonablemente, que tenga el privilegio de estar habitada con exclusión de tantos millares de mundos semejantes”.

“¿Es una misma la constitución física de los diferentes globos?

¡No! Ni se asemejan en nada”.

“¿No siendo una misma la constitución física de los mundos, puede que los seres que los habitan tengan diferente organización? Sin duda alguna, a la manera que el vuestro, los peces están hechos para vivir en el agua, y las aves en el aire”.

“¿Los mundos más lejanos del Sol están privados de la luz y del calor, puesto que sólo lo ven en apariencia de una estrella? ¿Creéis por ventura que no hay otros manantiales de luz y de calor que el Sol, y contáis acaso nula la electricidad que en ciertos globos produce unos efectos mucho más importantes que en la Tierra y que os son del todo desconocidos? Además nadie os ha dicho que todos los seres vean de la misma manera que vosotros, y con órganos confeccionados como los vuestros”.

“Las condiciones de existencia de los seres que habitan los diferentes mundos deben ser apropiados al centro en que están llamados a vivir.

Si nunca hubiésemos visto peces, no comprenderíamos que en el agua pudiesen vivir seres animados.

Lo propio sucede con respecto a otros mundos que sin duda encierran elementos que nos son desconocidos.

¿Acaso no vemos en la Tierra las largas noches polares, iluminadas por la electricidad de las auroras boreales? ¿Hay algún imposible de que en ciertos mundos la electricidad sea más abundante que sobre la Tierra, y ejerza sus funciones generales cuyos efectos no podemos comprender? Estos mundos pueden contener en sí mismos los manantiales de calor y de luz necesarios a sus habitantes”.

¿Quién puede dudarlo? La vida germina y funciona en toda la Creación, y la Tierra no es más que uno de sus planetas donde el alma pensadora no encuentra realizado el ideal de su sueño.

Pesa sobre la Tierra una gran calamidad; pero escuchemos a Víctor Hugo: “Hay una gran desgracia en nuestro tiempo, y casi por decir que no hay más que una desgracia, la cual es una tendencia a colocarlo todo en esta vida”.

He aquí una gran verdad, el materialismo niega el más allá y las religiones no aceptan más que la Tierra como centro de acción de las humanidades.

Los unos y los otros, le arrebatan al hombre lo más hermoso, la esperanza; lógica basada en la profunda convicción de un ilimitado porvenir.

Afortunadamente una antigua escuela filosófica renace hoy a la vida del estudio, y preocupa a muchos sabios. Víctor Hugo y Allan Kardec son adeptos de ella; escuchemos al primero hablando de la certeza del porvenir:

“Al dar por fin al hombre la vida terrestre y material, se agravan todas las miserias por la negación, que es su término, se añade al abatimiento el peso insoportable de la nada, y de lo que no era más que el sufrimiento, es decir, la ley de Dios, se hace la desesperación, de decir, la ley del infinito; de aquí provienen las profundas convulsiones sociales”.

“Ciertamente no soy de los que quieren, con un inexplicable ardor, y por todos los medios posibles, mejorar en esta vida la suerte material de los que sufren; pero las primeras de las mejoras, es darles la esperanza.

¡Oh! Y cómo se aminoran nuestras miserias finitas cuando se mezclan a ellas una esperanza infinita”.

“Nuestro deber, cualesquiera que de nosotros seamos, legisladores u obispos, sacerdotes o escritores, es esparcir, prodigar bajo las formas, toda la energía social, para combatir y destruir la miseria. Y al mismo tiempo hacer levantar todas las cabezas hacia el cielo, dirigir todas las almas, volver todas las esperanzas hacia una vida ulterior donde se hará justicia a todos. Digámoslo de una vez: nadie habrá sufrido injusta e inútilmente. La muerte es una restitución”.

“La ley del mundo material es el equilibrio; la ley del mundo moral es la equidad. Dios se halla al fin de todas las cosas; no lo olvidemos y enseñémoslo a todo el mundo. No habría ninguna dignidad en vivir, ni esto merecería la pena, si debiera morir todo en nosotros; y lo que santifica la labor y aligera el trabajo, lo que hace al hombre fuerte, bueno, sabio, paciente, benévolo, justo, humilde y grande, a la par digno de la libertad, es tener delante de sí la perpetua visión de un mundo mejor, irradiando a través de las tinieblas de esta vida”.

“Por lo que a mí toca, yo creo en ese mundo mejor; mundo mil veces más real a mis ojos que esta miserable quimera que devoramos y que llamamos vida; mundo que tengo sin cesar a mi vista, mundo el cual creo con toda la fuerza de mi convicción, y que las largas luchas, afanosos estudios y fuertes pruebas, han venido a ser a un tiempo mismo, la certidumbre suprema de mi razón y el supremo consuelo de mi alma”.

Consuelo supremo es sin duda la certidumbre de la continuidad de la vida; y el medio más seguro para el progreso del Espíritu, que como dice muy bien Allan Kardec en la conclusión de su filosofía, párrafo IV:

“El progreso de la humanidad tiene su principio en la aplicación de la ley de justicia, de amor y de caridad, y esta ley está fundada en la certeza del porvenir. Quitad esta certeza y quitaréis a esta ley su piedra fundamental. De semejante ley derivan todas las otras, porque ella contiene todas las condiciones de la felicidad de los hombres. Sólo ella puede curar las plagas de la sociedad, y el hombre puede juzgar, comparando las edades y los pueblos, ¡Cuánto mejora su condición a medida que esa ley se comprende y practica mejor! Si una aplicación parcial e incompleta produce un bien real, ¡Qué no será cuando ella venga a ser la base de todas las instituciones sociales! ¿Pero es esto posible? ¡Sí! Puesto que si ha dado diez pasos, puede dar veinte y así sucesivamente.

Puede, pues, juzgarse el porvenir por el presente.

Ya estamos viendo extinguirse poco a poco las antipatías de pueblos a pueblos; los valladares que los separaban caen ante la civilización, se dan la mano de un extremo a otro del mundo; mayor justicia preside a las leyes internacionales; las guerras son de menos en menos frecuentes, y no excluyen los sentimientos humanitarios; se establece uniformidad en las relaciones; las distinciones de razas y castas desaparecen, y los hombres de distintas creencias acallan las supersticiones de sectas, para confundirse en la adoración de un solo Dios. Nos referimos a los pueblos que marchan a la cabeza de la civilización”.

“Bajo todos estos aspectos estamos aún lejos de la perfección y quedan todavía por reducir muchas ruinas antiguas, hasta que hayan desaparecido los últimos vestigios de la barbarie.

Pero esas ruinas, ¿Podrán haberlas con la potencia irresistible del progreso, de esa fuerza viva que también es una ley de la naturaleza? Si la generación presente está más adelantada que la pasada, ¿Por qué la que nos sucederá no ha de estarlo más que la nuestra? Así será por la fuerza de las cosas, ante todo, porque con las generaciones desaparecen diariamente algunos campeones de los antiguos abusos, constituyéndose así, y poco a poco, la sociedad de nuevos elementos que se han librado de las antiguas preocupaciones.

En segundo lugar, porque, queriendo el hombre progresar, estudia los obstáculos, y se consagra a destruirlos.

Desde el momento que es incontestable el movimiento progresivo, el progreso venidero no puede ser dudoso.

El hombre quiere ser feliz, lo que es natural, y sólo busca el progreso para aumentar la suma de felicidad, sin la cual carecería aquel de objeto.

¿Dónde estaría el progreso para el hombre, sino le hicieran mejorar de posición? Pero cuando posea la suma de goces que puede dar el progreso intelectual, percibirá que no es completa su felicidad.

Reconocerá que ésta es imposible sin la seguridad de las relaciones sociales. Semejante seguridad sólo puede encontrarla en el progreso moral.

Luego por la fuerza de las cosas, él mismo dará esa dirección al progreso, y el Espiritismo le ofrecerá la más poderosa palanca para el logro de su objetivo”.

“Ciertamente hace falta que los pueblos progresen, porque ya encarnan en nuestro planeta espíritus amantes de la luz; pero que sometidos al dogmatismo y las tradiciones detienen el vuelo de su pensamiento”.

“Las religiones con sus limitaciones, con sus pequeñísimos horizontes o tendrán que entrar en la vía del progreso, o les será forzoso descarrilar; porque indudablemente los cultos se van, y la razón se viene.

La tradición quiere vencer al progreso, pero este vencerá a la tradición, porque el progreso es la suma de todos los grandes ideales; y aunque encuentre a su paso obstáculos insuperables los vencerá con la potencia de su voluntad que como dice oportunamente Castelar: “Poned diez mil hombres que arrastren un tren y no podrán moverlo, y el vapor de una máquina devorará el espacio”.

Nosotros decimos que el vapor de la idea racionalista religiosa, devorará las edades, y será el racionalismo filosófico, será el Espiritismo científico, el gran ideal de todos los hombres del porvenir.

Tomado del Blog "La Luz del Camino"


Consejos de Familia (Segunda y Tercera sesión)

Consejos de Familia (Segunda y Tercera sesión)

por Allan Kardec.

(Segunda sesión)

Buenas noches, hijos míos. Si me amáis, procurad instruiros; reuniros a menudo en ese pensamiento. Poned vuestras ideas en común, es un excelente método, porque solo comunicamos, en general, las cosas que creemos buenas: tenemos vergüenza de las malas, así que las guardamos en secreto, o las comunicamos solamente a aquellos que esperamos hacer cómplices. Se disciernen los buenos pensamientos de los malos en que los primeros pueden, sin miedo alguno, ser comunicados a todo el mundo, en tanto que los últimos solo se podrían, no sin peligro, comunicar a unos pocos. Cuando un pensamiento os venga, para juzgar su valía, preguntaros si podéis sin inconvenientes hacerlo público, y si no producirá ningún mal: si vuestra consciencia os autoriza, no temáis, vuestro pensamiento es bueno. Daros mutuamente buenos consejos, y, para ello, tened en cuenta solamente el bien de aquel a quien va dirigido, y no el vuestro. Vuestra recompensa, a vosotros, estará en el placer que experimentaréis al haber sido útiles. La unión de los corazones es la fuente más fecunda de felicidad, y si muchos hombres son infelices, es porque solo buscan el bienestar para ellos solo; se les escapa precisamente porque no creen hallarlo más que en el egoísmo. Digo el bienestar y no la fortuna, ya que esta última no ha servido hasta ahora más que para sostener la injusticia, y la finalidad de la existencia es la justicia. Ahora, si la justicia fuese practicada entre los hombres, el más afortunado sería aquel que hubiese realizado la mayor suma de buenas obras. Si pues queréis haceros ricos, hijos míos, haced muchas y buenas acciones; poco importan los bienes mundanos, no es la satisfacción de la carne lo que hay que buscar, más la del alma: esta no tiene más que una duración efímera, esta otra es eterna. Es suficiente por hoy; meditad estos consejos, y tratar de ponerlos en práctica: he ahí el sendero de la salud.

(Tercera sesión)

Sí, hijos míos, heme aquí. Tened confianza en Dios, que no abandona nunca a los que hacen el bien. Lo que creéis un mal no es la más de las veces que relativo a vuestras concepciones. A menudo también el mal real no proviene más que del desánimo que ocasiona una dificultad que la calma de espíritu y la reflexión habría evitado. Reflexionad pues siempre, y, como ya os he dicho, reportad todo a Dios. Cuando sintáis alguna tristeza, lejos de abandonaros a ella, al contrario resistid, y haced todos los esfuerzos para triunfar, pensando que nada se obtiene sin esfuerzo y que el éxito esta a menudo erizado de dificultades. Llamad en vuestra ayuda a los Espíritus benévolos, ellos no pueden, como os enseñan, haced buenas obras en vuestro lugar, ni obtened nada de Dios para vosotros, porqué cada cual tiene que ganarse el mismo la perfección a la cual estamos todos destinados, pero pueden inspiraros el bien, sugeriros una conducta conveniente, y ayudaros con su concurso. No se manifiestan ostensiblemente, sino en el recogimiento; escuchad la voz de vuestra conciencia, acordándoos de mis precedentes consejos. – Confianza en Dios, calma y coraje.

Extractos de "Revista Espírita 1860", por Allan Kardec.


Argumento en Contra del Espiritismo. Sistema de Causas Físicas.

Sistemas

Argumento en Contra del Espiritismo. Sistema de Causas Físicas.

por Allan Kardec.

Sistema de causas físicas. Aquí salimos del sistema de la negación absoluta. Concediéndose la realidad de los fenómenos, el primer pensamiento que naturalmente vino al espíritu de aquellos que los han reconocido, ha sido el de atribuir los movimientos al magnetismo, a la electricidad, o a la acción de un fluido cualquiera, en una palabra, a una causa enteramente física y material. Esta opinión no tendría nada de irracional, y hubiera prevalecido si el fenómeno se hubiese limitado a efectos puramente mecánicos. Una circunstancia también parece corroborarla; ésta es, en ciertos casos el aumento de la potencia en razón del número de personas; cada una de ellas podría así ser considerada como de los elementos de una pila eléctrica humana. Hemos dicho que lo que caracteriza una teoría verdadera, es el poder dar razón de todo; mas si un solo hecho viene a contradecirla, es que es falsa, incompleta o demasiado absoluta. Pues esto es lo que no ha tardado en acontecer. Estos movimientos y estos golpes han dado señales inteligentes, obedeciendo a la voluntad y respondiendo al pensamiento; debían, pues, tener una causa inteligente. Entonces, desde que el efecto cesó de ser puramente físico, la causa por esto mismo, debía tener otro origen; así el sistema de la acción exclusiva de un agente material ha sido abandonado y solo se encuentra entre aquellos que juzgan a priori y sin haber visto. El punto capital es, pues, el de acreditar la acción inteligente, y esto es lo que puede convencer a cualquiera que se tomara el trabajo de observar.

Extractos del Libro "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.


30 de agosto de 2019

La programación de Cada Especie es un Secreto Guardado en la Intimidad de los Genes.

Software para la Eternidad

La programación de Cada Especie es un Secreto Guardado en la Intimidad de los Genes.

por Richard Simonetti

Una característica en común en las especies animales es su inmutabilidad relativa. No cambian o lo hacen muy lentamente como si la Naturaleza hubiese elaborado para ellas un programa especial, casi definitivo. Ejemplo, las cucarachas. Son fósiles vivos, ya que viven en la Tierra desde hace millones de años. Desde que surgieron tienen la misma tendencia de adentrarse en huecos minúsculos y oscuros y de nutrirse con restos de alimentos. Cambió apenas el comportamiento femenino en relación a esos ortópteros omnívoros.

En los comienzos de la humanidad, en la edad de piedra, las mujeres apreciaban las cucarachas como un bocado delicioso. Hoy sienten horror de ellas. Esa idea de relativa inmutabilidad queda medio extraña para quien está familiarizado con Darwin. En “El origen de las especies” el gran naturalista inglés dice que todos los seres vivos pasan por mutaciones. La aparición del hombre habría sido la culminación de un proceso evolutivo que comenzó con organismos extremamente simple. Eso está suficientemente demostrado, no es mera teoría. Ocurre que la programación de cada especie es un secreto guardado en la intimidad de los genes. Los Espíritus superiores que supervisan la vida en la Tierra tienen acceso a esos “paneles de control”. A lo largo de millones de años, alteran la programación de algunos individuos, promoviendo mutaciones que culminan con el surgir de nuevas especies, en cuanto sus padres permanecen inmutables, cumpliendo el planeamiento celeste. La evolución no sería, así, mera consecuencia de una selección natural, como pretendía Darwin, o una cuestión de adaptación del medio, como enseñaba Lamarck. Dígase de paso que el Hombre comienza a entrar en esa cámara íntima donde está el “panel”. Ya es capaz de interferir en la intimidad de los genes. Puede así, alterar características de una especie, y conseguirá crear nuevas especies. El problema está en sus motivaciones y competencia. Él no está interesado en colaborar con Dios. Cuida apenas de intereses inmediatistas. Más allá de eso, en ese terreno es una especie de aprendiz de hechicero, moviéndose con fuerzas que desconoce, y lo que es peor, sin principio ético, de respeto a la Naturaleza.

Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"


FRANCISCO PEIXOTO LINS

FRANCISCO PEIXOTO LINS

(1905 – 1966) Brasil – Peixotinho


Peixotinho, como cariñosamente se lo llamaba, fue uno de los médiums más famosos de Brasil, especialmente como médium de efectos físicos. Su nombre completo es Francisco Peixoto Lins.

Nació en la ciudad de Pacatuba, estado de Ceará (el mismo del querido Bezerra de Menezes), el 1º de febrero de 1905 y desencarnó el 16 de junio de 1966, en Campos, estado de Rio de Janeiro, Brasil.

Su vida, como la de todos los grandes hombres, estuvo rodeada de dificultades. Recordemos que los inconvenientes de la vida son simplemente pruebas que el Mundo Espiritual nos envía para pulir nuestros Espíritus, fortalecernos y testar nuestra fe.

Pasó su infancia en la ciudad de Fortaleza, rodeado del cariño de sus tíos, ya que su madre había desencarnado siendo él un niño. A los catorce años se muda al Amazonas, en busca de trabajo, como recolector de caucho, proveniente de los árboles. Era la época del apogeo de este material para la construcción de los nuevos elementos como neumáticos y otros plásticos. Durante este período la riqueza se expandió por todo Brasil.

Allí, en la selva, mientras trabajaba duramente, sufrió inconvenientes tanto físicos como emocionales que le marcaron el carácter.

Después de unos años retornó a Ceará, su provincia natal, y allí surgió su mediumnidad, que había estado aparentemente adormecida. Al principio se asustó mucho, sin saber qué le ocurría. Se sentía rodeado de Espíritus sufridores que lo perseguían. Temió enloquecer. Además de esas voces dolientes y la visión de figuras atormentadas sufrió una repentina parálisis de las extremidades inferiores.

Su familia, muy católica, no quería recurrir al Espiritismo para resolver los problemas de salud, cada vez más graves de Peixotinho. Su estado empeoraba cada día para desesperación de él y de la familia.

Un día, sin embargo, se presentó en su casa un grupo de trabajadores espíritas que sabían de sus dificultades. Pertenecían a la “Federación Espírita Cearense”. Con pases, oraciones y agua fluidificada ellos lo liberaron de los Espíritus sufridores que lo torturaban. Era un claro caso de obsesión.

En ese momento Peixotinho conoce el Espiritismo y comienza a estudiar la Doctrina de la Buena Nueva. También se entera de la mediumnidad que trae en esta reencarnación y se pone a estudiar para poder ejercerla con la dignidad que corresponde.

En 1926 se muda a Rio de Janeiro, en ese entonces capital del país, y se alista en el ejército. Fue transferido varias veces, viviendo en diferentes lugares de Brasil, debido a su nueva carrera militar.

Se casó en 1933 con Benedita (Baby) Vieira y tuvo 9 hijos, constituyendo una hermosa familia cristiana.

En cada una de las ciudades por las que pasó abrió grupos de estudio de la Doctrina de Kardec, con la guía del querido maestro Jesús.

En Macae fundó el “Grupo Espírita Pedro”.

En el estado de Rio de Janeiro (Sao João) fundó el “Grupo Espírita André Luiz”, que se reunía en su casa, todos los domingos.

En la ciudad de Santos fundó el “Centro Espírita Ismenia de Jesús”.

En Campos fundó el “Grupo Espírita Aracy” (nombre de su guía espiritual) y también trabajó en el “Grupo Espírita Joanna de Arco”.

En 1948 tuvo el soñado y anhelado encuentro con el querido Chico Xavier. Juntos participaron de muchas reuniones de efectos físicos, especialmente de materialización.

Peixotinho era un hombre de apariencia menuda, casi infantil pero de voluntad férrea, mente clara y un gran sentido de la responsabilidad, especialmente referente al ejercicio de la mediumnidad. Jamás dejó de atender a quien solicitara sus servicios y jamás recibió dinero por ello, como todo buen espírita.

En todos los Centros que fundó o que participó mantuvo siempre los fundamentos de la Doctrina de Kardec y de Jesús por encima de todo. Su vida fue un ejemplo de abnegación, dedicación, responsabilidad y amor al prójimo.

Son famosos los casos, estudiados por científicos e incrédulos, en los que Peixotinho, atado de pies y manos, exhalaba ectoplasma en tal cantidad que materializaba los Espíritus de desencarnados, quienes se comunicaban con los presentes en las reuniones, moviéndose y, a veces, hablando. También materializaba flores, plantas y otros elementos.

Agradecemos a este Espíritu su ejemplo de amor y dedicación al Evangelio del dulce Rabí de Jerusalén.

Fuente consultada: LUZ ETERNA – Revista de Actualidad Espírita”, Nº 18 – Septiembre de 2011, artículo: Biografía “Peixotinho” – Buenos Aires, Argentina

Tomado del Sitio "Confederación Espírita Argentina".



Investigaciones científicas sobre la existencia de los espíritus 3/3

Investigaciones científicas sobre la existencia de los espíritus 3/3

por Elaine Vieira

El doctor Jeffrey Long, utilizando el método científico, ha recogido más de 1.600 casos de personas en todo el mundo que habían pasado por la experiencia llamada Near Death Experience (experiencia de casi-Muerte o ECM). Estas experiencias son sentidas por personas consideradas por los médicos como clínicamente muertas (muerte cerebral) que después vuelven a la vida y relatan sus ECM. En los testimonios hay una gran coherencia en los elementos descritos por la mayoría de las personas que han tenido las ECM. La mayoría de las personas describieron:
1) la visión de su espíritu fuera del cuerpo
2) la existencia de una luz
3) el poder de ver y hablar con espíritus desconocidos
4) el poder de ver y hablar con familiares ya fallecidos.

Una de las pruebas más convincentes de que realmente somos espíritus inmortales, proviene de la investigación con personas ciegas desde el nacimiento. Los doctores Kenneth Ring y Sharon Cooper completaron un estudio de dos años sobre el ECM en ciegos. Ellos publicaron los datos de su investigación en el Libro titulado “Mindsight” con pruebas sólidas de 31 casos en que los ciegos describen la experiencia de ver por la primera vez en su vida, dando detalles de los procedimientos médicos en la mesa de operaciones.
El 23 de octubre del 2000, la BBC emite un reportaje llamado “La evidencia de la vida después de la muerte”, basado en un estudio que llevó a cabo el Dr. Sam Parnia y otros científicos en la Universidad de Southampton (Reino Unido), en el que se proporcionan evidencias científicas que sugieren la supervivencia de la conciencia después de la muerte a través de la ECM.

En Brasil, el psiquiatra Dr. Sergio Felipe de Oliveira de la Universidad de Sao Paulo, está investigando la conexión entre la glándula pineal y la mediumnidad. En su investigación usa técnicas de difracción de los rayos X, tomografía computerizada y la resonancia magnética nuclear. El Dr. Oliveira hizo la comparación entre los cristales de apatita presentes en la glándula pineal de los mediums y los cristales presentes en personas que no habían desarrollado la mediumnidad, llegando a la conclusión de que los médiums de pscicofonía, clarividencia y psicografía tienen más cristales de apatita en la glándula pineal.
Además, ha comprobado que durante la comunicación espiritual, los médiums tienen más actividad cerebral y que su flujo sanguíneo está aumentado en la región de la glándula pineal. Por lo tanto, su tesis es que la glándula pineal es el órgano sensorial de la mediumnidad, como un teléfono móvil, que capta las ondas del espectro magnético que vienen de la dimensión espiritual y que rebotan en los cristales de apatita de la glándula haciendo el secuestro del campo magnético y transmitiendo la información a la corteza cerebral para la interpretación del mensaje. Por lo tanto, si hacemos una revisión de todos los descubrimientos científicos a partir del siglo XIX hasta nuestros días, ya tenemos la respuesta para la grande pregunta: ¿Hay vida después de la muerte? La respuesta es, sin duda, que SÍ. Para ampliar la información sobre la ECM pueden consultar los estudios de los científicos que cito a continuación. Dr. Bruce Greyson, el Dr. Melvin Morse, el Dr. Raymond Moody, el Dr. Carl Becker, el Dr. Peter Fenwick, el Dr. Pim van Lommel y Dr.Ken Ring.

Extractos de "Revista Espirita FEE"

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Intuición de las Penas Futuras

El Infierno

Intuición de las Penas Futuras

por Allan Kardec.

En todos los tiempos el hombre ha creído, por intuición, que la vida futura debía ser dichosa o desgraciada, en proporción al bien o al mal que hizo en la Tierra. La idea o cuadro que de ella se forma está en relación con el desarrollo de su sentido moral y de las nociones más o menos exactas que tiene del bien y del mal; las penas y los premios son el reflejo de los instintos predominantes. Así es que los pueblos guerreros colocan la suprema felicidad en los honores tributados al valor; los pueblos cazadores, en la abundancia de la caza; los pueblos sensuales, en las delicias de la voluptuosidad. Mientras el hombre está dominado por la materia, sólo puede comprender de una manera imperfecta la espiritualidad, y por eso se crea, de las penas y goces futuros, un cuadro más material. Se figura que debe uno beber y comer en el otro mundo, pero mejor que la Tierra y cosas mejores. Más tarde se encuentra en las creencias respecto al porvenir una mezcla de espiritualidad y de materialidad, y por eso es que al lado de la beatitud contemplativa, se coloca un infierno con tormentos físicos.

Al no poder comprender más que lo que vio, el hombre primitivo calcó naturalmente su porvenir en el presente. Para comprender otros tipos distintos de los que tenía a la vista, necesitaba de un desarrollo intelectual que debía conseguirse con el tiempo. Por tanto, el cuadro que se imagina de los castigos de la vida futura no es más que el reflejo de los males de la Humanidad, pero en mayor extensión. Reúne en él todos los tormentos, todos los suplicios, todas las aflicciones que sufren en la Tierra. De este modo, en los climas abrasadores, imaginó un infierno de fuego, y en las regiones boreales, un infierno de hielo. No habiendo desarrollado todavía el sentido que debía hacerle comprender el mundo espiritual, sólo podía concebir penas materiales. He aquí la razón por la que, con algunas diferencias en la forma, el infierno de todas las religiones se asemeja.

Extractos del Libro "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.


29 de agosto de 2019

La Expresión de Jesús: “Dejad que los Niños Vengan a mi…..”

Atención a los Niños

La Expresión de Jesús: “Dejad que los Niños Vengan a mi…..”

por Merchita

La expresión de Jesús: “Dejad que los niños vengan a mi…..” encierra una llamada para que los niños sean educados e instruidos en la Doctrina cristiana ya que es en el periodo infantil donde se muestra el más apropiado para la asimilación de principios.

Allan Kardec en El Libro de los Espíritus nos instruye que los niños nacen entre nosotros, traen gustos, inclinaciones y sentimientos muy diferentes de los de nuestro ambiente, estos han sido adquiridos en existencias anteriores, y si Dios en la infancia les da la apariencia de candidez e ingenuidad, es precisamente para que los padres nos encariñemos con ellos, pues precisan de todo el amor y dedicación para dar un paso más en su evolución espiritual.

El objetivo de la reencarnación es ese, el de proporcionar a los Espíritus nuevas oportunidades de progreso, de perfeccionamiento. En la niñez se es más maleable y accesible a consejos y enseñanzas, a los encargados de su evolución, una vez pasada la época infantil, se tornan más difíciles y alcanzada la mayoría de edad, si la educación no se ha hecho en el hogar, el proceso violento en la rudas pruebas puede hacer volver su patrimonio nocivo del pasado y reincidir en las mismas caídas, si les faltó la luz interior de los sagrados principios educativos.

Los padres deben darse cuenta de la gran responsabilidad que tienen de conducir a sus hijos hacia Dios. Cualquiera que sea la religión que procesen, las luces del Evangelio a de iluminarles los pasos, para que no se hundan con el error y alcancen el ambicionado puerto de la felicidad.
Debe nutrirse el corazón infantil con la creencia, con la bondad, con la esperanza y con la fe en Dios. Actuar contrariamente a esas normas es abrir para el pecador de ayer la misma puerta larga hacia los excesos de toda clase.

Los padres espiritistas deben comprender esa característica de sus obligaciones sagradas entendiendo que el hogar no se hace para la contemplación egoísta de la especie, y si, para santuario donde, a veces se exige la renuncia y el sacrificio de una existencia entera.
Tratemos el auxilio de religiosos, profesores, filósofos y psicólogos, con el fin de que la excesiva agresividad filial no alcance las líneas de la perversidad o de la delincuencia para con los padres y tampoco la excesiva autoridad de los padres haga violentar a los hijos.

Tomado del Blog "El Espírita Albaceteño"


Concepción del Ser Humano en Egipto

Concepción del Ser Humano en Egipto


La pregunta que el ser humano siempre ha formulado está vinculada a su propio misterio: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy? Cuando los sofistas griegos decían que «el hombre es la medida de todas las cosas», decían una verdad «para el ser humano», que es quien hace la pregunta.

Los filósofos han querido encontrar en el ser humano un rasgo definitivo que le identifique: el pensamiento, la razón, la contrariedad en que vive sumergido, la conciencia de eternidad, su identificación con el misterio que llamó Dios, el lenguaje, su libertad de elegir, su discernimiento, sus risas y lágrimas, su voluntad de ser, su imaginación, el dominio del fuego, su capacidad de hacer historia, su creatividad artística, etc. Cada filósofo eligió un rasgo característico y lo creyó determinante.

La perspectiva de las antiguas civilizaciones fue distinta. Ellos no especulan sobre la naturaleza del ser humano, exponen lo que sobre ella conocen a través de símbolos: geométricos, como la cruz; naturales, como el fuego; enigmas, como la pregunta de la esfinge. La ventaja de los símbolos es que presentan el conocimiento de forma sintética, no discursiva. Hablan a la intuición y cada uno obtiene un mensaje. Su enseñanza se fija en la memoria, vive en la imaginación con vida propia y se convierte, desde su propio mundo, en semilla de futuros conocimientos.

H. P. Blavatsky habla de la diferencia entre misterios mayores y menores, explicando que en los menores el discípulo percibe la realidad a través de un «velo». Este velo es el ser humano como símbolo, como medida de todas las cosas. En los mayores, nos encontramos con los epoptai, los que contemplan la realidad sin velos.

Los egipcios expresaron en símbolos sus conocimientos. Siguiendo las claves de los misterios, patrimonio común de los iniciados de todas las épocas, un mismo símbolo puede ser usado para referirse a una verdad metafísica, teogónica, astronómica, matemática, moral, espiritual o fisiológica. Siete son las puertas para acceder a lo real, los velos que encubren y a la vez difunden su esplendor. Vamos a referirnos a símbolos del ser humano, entendiendo que estos símbolos, utilizados en otras claves, nos aportan otros significados.

Diversos filósofos, como Nilakantha Sri Ram, afirman que el ser humano es una intersección de distintas líneas evolutivas. Su unidad devendría del impacto de distintos seres de naturalezas diversas. Está hecho de lo uno y de lo otro, como diría Platón, sin que pueda prescindir de nada mientras sea humano.

Sitio Web "Revista Esfinge"  Leer artículo completo >>>


La Sustancia Única, debe partir del Grado Infinitesimal Perfecta

Extracto del discurso en Sociedad Espírita Española del 19 de abril de 1872

La Sustancia Única, debe partir del Grado Infinitesimal Perfecta

por José Navarrete

El espiritismo parte de un origen infinito de todo lo creado, y puesto que el infinito no puede producir nada incompleto, nada limitado, claro es que las infinitas obras que ejecuta con su sustancia propia, han de partir de un grado infinitesimal de perfección y ser infinitamente perfectibles: si existe pues mi inteligencia, en un grado finito h en adelante, desplegando su actividad en un mundo material en un estado n de progreso, se deduce necesariamente:

1.º Que mi inteligencia parte de un grado infinitesimal de perfección y es infinitamente perfectible.
2.º Que existen infinitas inteligencias como la mía.
3.º Que existen mundos infinitos.
4.º Que la actividad de la inteligencia obrando en la materia, revestida de materia, ha de conducir a esta por el camino de la perfección, de la belleza infinita, perfeccionándose al propio tiempo ella en igual escala. Por tanto no es como dice el Sr. Tubino, matemáticamente posible que yo deje de ser después de esta evolución terrena; no es posible— permítaseme la frase—que yo me disuelva y vayan, mi inteligencia y mi espíritu, al depósito general de fuerzas y mi carne al depósito general de materia, sino que he de caminar siempre, por el camino de la infinita perfección, sin alcanzar nunca la perfección infinita.

Mas no es, como el Sr. Vidart dice, que vayamos recorriendo la progresión un medio, más un cuarto, más un octavo, sin alcanzar nunca la unidad: no es que hayamos de pasarlo aquí mal, y en otra parte algo menos mal y luego un poco mejor. ¿Cree por ventura el Sr. Vidart que el mundo está en un estado normal de progreso? No; bajo concepto ninguno. En la esfera inteligente, en la región espiritual y en el campo material, existe el mal, que no es otra cosa sino el desorden. En la esfera inteligente, se llama empirismo, electicismo Doctrinarismo. En la región espiritual, el alma y sus funciones son desconocidas para la generalidad de los hombres, y las confunden con las de la inteligencia. En el terreno material se trabaja algo para poner en orden las creaciones, porque son conocidas las matemáticas y consiguientemente la mecánica, única ciencia de que hoy se dan cuenta los hombres.

Extractos de "Revista La Revelación Año 1872", por Allan Kardec.


El Periespíritu es el Órgano Sensitivo del Espíritu

Explicación de Algunos Fenómenos Considerados Sobrenaturales

El Periespíritu es el Órgano Sensitivo del Espíritu

por Allan Kardec.

El periespíritu oficia de lazo de unión entre la vida corporal y la vida espiritual: gracias a él, el espíritu encarnado entra en relación constante con los espíritus. El periespíritu está facultado para la producción de fenómenos especiales que no se originan en la materia tangible y que, por ese motivo, parecen de índole sobrenatural. Las propiedades y la irradiación del periespíritu son la causa de variados fenómenos, entre ellos: la doble vista o vista espiritual, también llamada vista psíquica, patrimonio de muchas personas, a menudo ignorantes de tal facultad, así como de la vista sonambúlica.

El periespíritu es el órgano sensitivo del espíritu. Por su intermedio el espíritu encarnado percibe las cosas espirituales que escapan a los sentidos carnales. Por los órganos del cuerpo, la vista, el oído y las diversas sensaciones están limitadas a la percepción de las cosas materiales. Por el sentido espiritual o psíquico, se generaliza: el espíritu ve, oye y siente en todo su ser lo que se encuentra dentro del campo de irradiación de su fluido periespiritual. Estos fenómenos son en el hombre la manifestación de la vida espiritual.

El alma actúa fuera del organismo. En el caso de doble vista o percepción por el sentido psíquico, no ve con los ojos del cuerpo, aunque a menudo, por hábito, los dirige al sitio en que fija su atención. Ve con los ojos del alma y la prueba está en que también ve con los ojos cerrados y más allá de su campo visual ordinario (*)

(*)  Casos de doble vista y lucidez sonambúlica fueron publicados en la Revista Espírita de enero de 1858: “Visiones”; noviembre de 1858: “Independencia sonambúlica”; julio de 1861: “Una aparición providencial” y noviembre de 1865: “El patriarca José y el vidente de Zimmerwald”. [N. de A. Kardec.]

Extractos del Libro "El Génesis", por Allan Kardec.


MI COMENTARIO
El periespíritu vendría a ser como un programa de una pc. Nosotros para poder comunicarnos entre computadoras no podemos hacerlo de manera directa y obviando el programa. Porque la información debe convertirse de una manera entendible para elementos mecánicos y electrónicos que deben ser transmisores y receptores. En las pc a estos elementos físicos se les denomina hardware y serían el equivalente del cuerpo humano y el programa sería el software, interfaz entre el espíritu y el cuerpo.

28 de agosto de 2019

Posibilidades de los Animales


Resurrección y Reencarnación

Argumentos Científicos


La red de evidencias que se han acumulado en su favor es enorme, que obedecen a las comprobaciones científicas tanto de observación, investigación como de experimentación realizadas por eminentes científicos tales como:

Albert de Rochas
Profesor de la escuela politecnica de Paris que por medio de regresión hipnótica compiló muchos de los casos estudiados en su libro “Reencarnación”

Ian Stevenson +
Psiquiatra mas de 2.600 casos de reencarnación estudiados y comprobados, destacando los más notables en su libro “20 casos que sugieren reencarnación”

Hernani Guimaraes Andrade
Ingeniero brasileño, quien logra reunir una considerable evidencia sobre casos de vidas pasadas, en su instituto de pesquisas psicobiofísicas.


Morey Bernstein
Hipnólogo publicó el libro La busqueda de Bridey Murphy 1956, donde describe las sesiones hipnóticas realizadas a Ruth Simons quien recordaba con los mas mínimos detalles su vida pasada en Irlanda.

Dr. Morris Netherton Uno de los pioneros en la Terapia de vidas pasadas. En su obra Terapia de vidas pasadas demuestra el procedimiento clínico experimental que valida la reencarnación.

A ellos han seguido la evidencia de Médicos, Psicólogos y Psiquiatras como: GINA GERMINARIA, EDITH FIORE, HELEN WAMBACH y BRIAN WEISS en USA; EL Dr. en Psicología THORWARD DETHLEFSEN en Alemania; y el Dr. en MedicinaDENIS KELSEY en Inglaterra; el Dr. HANS TEN DAN en Holanda.

Tomado del Blog "Amanecer Espírita"


El Estatismo es Contrario a la Ley

Ley de Evolución

El Estatismo es Contrario a la Ley

por Sebastián de Arauco

El hombre civilizado de hoy, es el salvaje de ayer que, desde las primeras edades, viene evolucionando lentamente por medio del aprendizaje en las experiencias, en las vicisitudes y luchas, en el devenir del tiempo.

Pues, a medida que el ser humano avanza en su eterno camino de ascensión, su inteligencia y demás facultades se desarrollan como consecuencia del ejercicio de su mente, así corno nuevos y más amplios horizontes con nuevas experiencias y nuevos conceptos se presentan ante él que le atraen.

Es la Ley de Evolución que presiona sobre el Espíritu, ley universal del progreso que le llama, que le invita a avanzar en el eterno camino de la ascensión.

Pero, no siempre el individuo responde a ese llamado, y en las más de las veces, cede a las atracciones de su medio ambiente circundante, siendo arrastrado por el espejismo de las sensaciones, y se estanca, retardando su progreso.

No obstante, como el estatismo es contrario a la ley, ésta actúa de un modo no siempre agradable, y por medio de circunstancias que los humanos denominarnos adversas, le conduce amorosamente (como hacen los buenos padres para con sus hijos) hacia el ejercicio de sus facultades, obligándole a la solución de problemas y superación de obstáculos, con lo cual desarrolla las facultades intelectiva y volitiva, capacitándose para mayores realizaciones, contribuyendo con ello a su propio progreso y evolución.

Extractos de "Revista Amor, Paz y Caridad".


Adelante ¡Siempre Adelante!

El Fin Supremo

Adelante ¡Siempre Adelante!

por León Denis.

Hombre, mi hermano, ten fe en tu destino, porque es grande. Naciste con facultades incultas, aspiraciones infinitas, y la eternidad se te consagra para desarrollar las unas y satisfacer las otras.

Crecer de vida en vida, alumbrarte por el estudio, purificarte por el dolor, adquirir una ciencia siempre más vasta, calidades siempre más nobles; he aquí lo que está reservado para ti. Dios hizo más todavía por ti, te dio los medios de colaborar en su obra; de participar en la ley del progreso ilimitado, abriendo nuevas vías a tus semejantes, elevando a tus hermanos, atrayéndoles a ti, iniciándoles a los esplendores de la verdad y de la belleza, a las sublimes armonías del universo. ¿No es eso crear, transformar almas y mundos? ¿Y este trabajo inmenso y fértil en goces, no es preferible a un descanso triste y estéril? ¡Colaborar con Dios! ¡Hacer en todo y por todas partes el bien, la justicia! ¡Qué hay más grande, más digno para tu espíritu inmortal!

Eleva pues tu mirada y abraza las perspectivas vastas de tu futuro. Saca de este espectáculo la energía necesaria para afrontar los vientos y las tormentas del mundo. Marcha, valiente, luchador, sube la pendiente que conduce a estas cimas que se llama virtud, deber, sacrificio. No te pares por el camino a recoger las florecillas del matorral, a jugar con las piedras doradas. Adelante ¡siempre adelante!

Extractos del Libro "El Porqué de la Vida", por León Denis.


Retrato del Cuerpo Mental

Cuerpo Espiritual

Retrato del Cuerpo Mental


Para definir de alguna manera al cuerpo espiritual es preciso considerar, antes que nada, que no es un reflejo del cuerpo físico, dado que, en realidad, es el cuerpo físico el que lo refleja, de la misma manera que él mismo, el cuerpo espiritual, es a su vez el retrato del cuerpo mental, que preside su formación.(*)

Desde el punto de vista de la constitución y función con que se caracteriza en la esfera inmediata el trabajo del hombre, después de la muerte, el cuerpo espiritual es el vehículo físico por excelencia, con su estructura electromagnética, algo modificado en lo relacionado con los fenómenos genésicos y nutritivos, pero conforme, sin embargo, con las adquisiciones de la mente que lo maneja.

Todas las alteraciones que presenta después del período cuna-sepulcro, se establecen sobre la base de la conducta espiritual de la criatura, que se despoja del andamiaje terrestre para continuar su jornada evolutiva en otros ciclos de la experiencia.

Claro está, por tanto, que él es el santuario vivo en que la conciencia inmortal prosigue su manifestación incesante más allá de la tumba, con su formación sutil, urdida con recursos dinámicos, extremadamente porosa y plasmática, en cuya organización las células, en otra franja vibratoria y con un sistema de permuta visceralmente renovado, se distribuyen, más o menos similarmente a las partículas coloidales, con la respectiva carga eléctrica, comportándose en el espacio según su condición específica y presentando estados morfológicos conforme al campo mental a que se ajusta.

(*) El cuerpo mental, señalado por diversos estudiosos, es el envoltorio sutil de la mente que, por ahora, no podemos definir con más amplitud de conceptos de aquellos con que ha sido presentado por los investigadores encarnados, y esto por falta de terminología adecuada en los diccionarios terrestres. [Nota del Autor espiritual].

Extractos del Libro "Evolución en dos mundos", por André Luiz-Chico Xavier


MI COMENTARIO
Nuestro cuerpo físico es la impresión de nuestro periespíritu y a la vez este cuerpo sutil es el resultado de la psiquis o mente del Espíritu.
El cuerpo espiritual o periespíritu nunca lo perdemos como si ocurre con el cuerpo carnal. El cuerpo espiritual nos acompaña eternamente y va sufriendo los cambios que nuestra esencia le va a ir imprimiendo a medida que evoluciona.
El cuerpo mental, uno de los tantos cuerpos en que se divide al periespíritu, vendría a constituir el verdadero YO del que habla la psicología. Es nuestra esencia, es la psiquis del Espíritu, es la mente o metafóricamente, aquel cuerpo que la envuelve.


27 de agosto de 2019

El Egoísmo por Amalia Domingo Soler

El Egoísmo

por Amalia Domingo Soler

¿Por qué me miraste?

¿Por qué?

Porque tú eres uno de los muchos egoístas que pululan en el mundo y justo es que conozcas lo que se dice de vosotros.

Dices que yo soy egoísta, ¿Y por qué? ¡Porque me gusta divertirme y no me he fijado en nadie! ¡Qué quieres! Cada uno es como Dios le ha hecho.

No creas que Dios se haya parado a modelar figuras tan defectuosas; somos nosotros los que nos revestimos de nuestras buenas o malas cualidades.

¿Y te figuras que yo las tengo malas?

Malas en todas las acepciones de la palabra no, porque no tienes mal corazón; si ves un infortunio lo remedias a la ligera, de pasada, sin llorar por el que sufre, sin detenerte a examinar la desgracia, das la limosna envuelta en el duelo de tu indiferencia, pero al fin la das; mas esto es una generosidad a medias, es una costumbre más que un sentimiento, es una obligación rutinaria, no es un arranque supremo del alma impresionada.

Es preciso concederte una virtud incolora, y ya es un paso en la senda del progreso; pero hay en ti un profundo egoísmo, tú no quieres a nadie porque no quieres perder la libertad de satisfacer tus más leves caprichos, y te pasa lo que les sucede a todos los egoístas que se envuelven en sus propias redes: tú por querer gozarlo todo, no gozas de nada, tú no conoces más que la amarga irrisión de la vida.

¡Nada más! Tú deliras, pues si yo estoy muy contenta.

¿Y de qué estás contenta? Nada se une a ti, nada se enlaza a tu existencia; eres un Espíritu estacionado, gastas lo que tienes, no aprendes, no mejoras; lo mismo te encuentro a los treinta años, que cuando tenías diez, ¿Y a eso llamas vivir? Eso es vegetar en la más vergonzosa inacción; hombres amantes te han brindado su amor, tú te has reído de sus juramentos y no has querido unir tu suerte a la suya, ¿Por qué? Por no sufrir las luchas de la vida, porque tú no quieres ocuparte más que de ti misma.

¡Me inspiras lástima!

¡Qué existencia la tuya tan insignificante!

Un niño de pocos meses que nada puede hacer es el único que te igualará en progreso; en tus manos no se ve un libro, no haces una labor, vives como los gatos y los perros comiendo y durmiendo ¡Que días tan insípidos! No comprendes los goces de la existencia; tú rehuyes la dominación de un hombre, y rechazas las leyes de Dios: no digas que vives.

Y si yo quiero vivir así; ¿A quién le hago daño?

¿A quién? A ti misma.

No creas tú que basta no hacer el mal, es necesario hacer el bien.

Decía Dante que: Nadie sobre mullido lecho o bajo colcha, llega a alcanzar renombre; quien sin él pasa la vida, humo en el aire, espuma en el agua.

El renombre no consiste únicamente en la gloria de los héroes, hay otras victorias más escondidas, más humildes, pero no por eso de menos valía.

La mujer que consigue con su ternura hacerse la amiga íntima de su marido, la compañera de sus hijos, la que logra reunir entorno suyo el círculo de una familia, la que consigue despertar los más generosos sentimientos, ¿Crees tú que alcanza poco en la Tierra?

No sé lo que se alcanza, pero no quiero tomar esos trabajos, para evitarme los disgustos que trae la familia.

Desengáñate, dice Homero que el trabajo es el centinela de la virtud; a ti, te falta ese centinela, tú no haces nada, vives en la holganza más completa, ¿Qué dejarás en pos de ti?

Mal oír cuando me muera.

Tienes razón; eso únicamente dejarás en la Tierra. ¿Pero qué encontrarás en la eternidad?

Allá veremos; si no me tomo la molestia de enterarme de lo que pasa por aquí, ¿Quieres que me vaya a confundir averiguando lo que sucede por las regiones etéreas?

Cuando llegue a ellas lo veré y negocio terminado.

Este diálogo lo tuvimos hace pocos días con una mujer que ya hemos hecho su retrato, transmitiendo sus pensamientos.

Es un alma egoísta que ávida de gozar, ella misma se rodea de una muralla inexplicable para nunca conocer lo que es la felicidad.

Miramos con dolorosa extrañeza esos espíritus tan frívolos, tan ligeros que pierden su tiempo tan lastimosamente, y se dejan arrebatar por la corriente de la vida sin darse cuenta de cómo viven.

Recordemos una octava de Carolina Coronado que decía así:

¡Ay! Cuánto tiempo consumí de vida

atenta de la fama al vano ruido

cuanto pude gozar y lo he perdido;

hasta que tú naciste hija querida;

mas no de lauro me verás ceñida

porque si algunas hijas he obtenido,

yo ya no quiero para mí ninguna,

todas están para adornar tu cuna.

¡Cuán bien pinta la célebre poetisa en pocas palabras, el único goce real de la vida, y ahora que conocemos el Espiritismo, comprendemos mejor la gran misión de la madre y el notable progreso que puede hacer!

No consiste el egoísmo únicamente en guardar mucho dinero; el egoísmo es un gravísimo defecto que se enlaza a muchas acciones de nuestra vida, cuyas fatales consecuencias nos persiguen durante muchas existencias.

No hace mucho tiempo que oímos una comunicación tristísima, conmovedora, dada por un Espíritu que en su última encarnación murió de espanto.

Según se dejaba comprender, bien había sido un ser profundamente egoísta; su egoísmo había superado en todas las ocasiones a su amor, y había sido profundamente desgraciado.

¡Con cuánta amargura se quejaba de su soledad! Con cuánto desconsuelo refería las trágicas escenas de su vida, justo castigo de sus desaciertos.

En su antepenúltima encarnación, ella había sido una noble dama, y un hermoso joven le había ofrecido su nombre y su amor; pero ella lo rechazó porque era pobre, porque su Espíritu indómito no quería entrar en la dulce esclavitud de la ternura, pero al encarnar nuevamente, aquellas dos almas se volvieron a encontrar.

Él rico, opulento, ella en posición más humilde que él; los dos se amaban, pero ambas familias se rechazaban la una a la otra, y al fin la mujer orgullosa y egoísta de otros tiempos enfermó de amor.

Próxima a morir pidió con tanto afán ver al hombre que amaba, que su madre queriendo endulzar la agonía de su hija, pudo obtener de su padre, que le concediera entrar por algunos momentos al joven que la moribunda adoraba, para que ésta muriera más tranquila viéndole al pie de su lecho.

Su padre accedió a lo que le pidieron, con la estricta condición de que no viniera el amado de su hija, hasta que él hubiese abandonado la casa, para que ni un segundo un mismo techo los cobijara; mas ni uno ni el otro supieron medir el tiempo, y al volver el padre a su morada, se encontró en un corredor cercano a la habitación de su hija al hombre que él tanto odiaba, y que aquélla amaba hasta morir por él.

Los dos se miraron, y dominados por la ira se acometieron el uno al otro, el joven tuvo más brío y de un pistoletazo dejó muerto al padre de su amada, saltó sobre el cadáver y corrió a estrechar entre sus brazos a la mujer que moría por él, mas ésta al oír la detonación quedó muerta de espanto y él al verla cerró su boca con un beso desesperado; pero ella, su Espíritu lo está viendo todo, y más tarde ha comprendido, que es muy poco una vida de amor, para borrar una eternidad de egoísmo.

Se encuentra sola, aislada, recuerda sus anteriores existencias y no encuentra una flor que le brinde su alma.

¡Pobre Espíritu! Dios tenga piedad de él.

Por eso nuestra amiga Fany nos inspira profunda compasión porque vemos un presente improductivo, y un porvenir envuelto en sombra.

¿De qué podrá servir una existencia en la cual el Espíritu es tan apático que ni siquiera quiere amar a otro ser?

Cuando parece que, el sentimiento es innato hasta en las fieras, y hay seres elevados a la categoría de hombres que lo desconocen; y cuando se les dice, ven a ver la luz, contestan con indiferencia: ¿Y para qué? Si yo me encuentro bien en la sombra.

Se les da un libro de filosofía, por ejemplo la de Allan Kardec, lo miran, se sonríen, y exclaman con asombro infantil: ¿Y quién lee esto?… ¡Quién se abisma en pensar cuando hay tantos que piensan por mí! Cuando venga otra vez entonces trabajaré; y pasa un día, y otro día, y un año, y otro año, y un lustro, y otro lustro y siempre lo mismo.

Bien haya el advenimiento del Espiritismo que ha venido a despertar tantas inteligencias; y aunque no le quieran estudiar la mayoría de los hombres, algunos de los que lo conocen se convierten en predicadores; y si bien no todos predican lo que debieran predicar, porque muchos creen que el Espiritismo es no dudar de la existencia de los espíritus, coger un lápiz y evocar y llamar a fulanito y a menganito, y seguir viviendo cada uno con los mismos vicios que tenía.

Mas ¿Qué creencia no ha tenido sus errores? Además léanse las obras espiritistas, en particular las de Kardec, y se verá en las sólidas bases que está cimentada esta doctrina y como afortunadamente entre los propagandistas, hay alguno razonable, éste nos dice que no seamos egoístas, que amemos el trabajo, que no vivamos únicamente para nosotros, esto quisiéramos que hiciera nuestra amiga Fany: que progresara y aprendiera a querer y a sufrir.

La mujer que no ama no es mujer, y así debe ser, cuando dicen que el Espíritu pide la envoltura femenina para aprender a amar y a sufrir.

Mujeres espiritistas, si comprendéis lo que es el Espiritismo amad.

No temáis a la carga de la vida, haced progresar a cuantos os rodean; pensad en el mañana, sonreír ante vuestro porvenir, que si cumplís bien vuestra misión será espléndida, rica de la luz del amor.

Huid sobre todo del egoísmo, porque es el peor consejero que podéis elegir; pues de una persona egoísta se puede esperar hasta el crimen.

Si el Satán de los libros sagrados existiera, el egoísmo sería su mensajero.

Tomado del Blog "La Luz del Camino"


Consejos de Familia (Primera Sesión)

Consejos de Familia (Primera Sesión)

por Allan Kardec.

Nuestros lectores se acuerdan sin duda del artículo que publicamos en el mes de septiembre pasado, bajo el título: Una Familia Espírita. Las comunicaciones siguientes son su digno seguimiento. Son, en efecto, consejos dictados en una reunión íntima, por un Espíritu eminentemente superior y bienhechor. Se distinguen por su encanto y la dulzura de su estilo, la profundidad de sus pensamientos, y por añadidura por matices de una extremada delicadeza, apropiados a la edad y al carácter de las personas a las cuales se dirige. El Sr. Rabache, comerciante de Burdeos, que ha servido de intermediario, ha tenido a bien el autorizarnos a publicarlas; solo nos queda felicitar a los médiums que las obtienen similares: es una prueba de que tienen honrosas simpatías en el mundo invisible.

Castillo de Peshbusque, noviembre de 1859.

(Primera sesión)

Fue preguntado al Espíritu protector si le venía bien dar algunos consejos a los miembros presentes; respondió: Si: Que tengan confianza en Dios, y que busquen instruirse de las verdades inmutables y eternas que les enseña el libro divino de la naturaleza; contiene toda la ley de Dios, y aquellos que saben leerlo y comprenderlo, son los que siguen el verdadero camino de la sabiduría. Que nada de lo que vean les sea desdeñable, ya que toda cosa es portadora de una enseñanza, y debe, usando el razonamiento, elevar el alma hacia Dios y aproximarlo a él. En todo lo que choque su inteligencia, que busquen siempre distinguir el bien del mal; el primero para practicarlo, el segundo para evitarlo. Que antes de formular su juicio, tornen siempre su pensamiento hacia el ETERNO, quien les guiará certeramente hacia el bien, Y NO LES ENGAÑARA JAMÁS.

Extractos de "Revista Espírita 1860", por Allan Kardec.


Argumento en Contra del Espiritismo. Sistema del Músculo Crugidor.

Sistemas

Argumento en Contra del Espiritismo. Sistema del Músculo Crugidor.

por Allan Kardec.

Si esto sucediera con respecto a la vista, no sería lo mismo en cuanto al oído, y cuando se oyen golpes por toda una reunión uno no puede razonablemente atribuirlos a una ilusión. Téngase entendido que hacemos abstracción de toda idea de fraude, y suponemos que una atenta observación ha acreditado que estos fenómenos no se deben a ninguna causa fortuita o material.

Es verdad que un sabio médico ha dado de los mismos una explicación perentoria, según él. “La causa está, –dice– en las contracciones voluntarias o involuntarias del tendón del músculo corto peroné”. Con este objeto entra en detalles anatómicos muy completos para demostrar por qué mecanismo este tendón puede producir estos ruidos, imitar los redobles del tambor, y aun ejecutar aires musicales, sacando en consecuencia que los que creen oír golpes en una mesa son engañados o por una mixtificación o por una ilusión. El hecho no es nuevo en sí mismo; desgraciadamente para el autor de este pretendido descubrimiento, su teoría no puede dar razón de todos los casos. Digamos desde luego que los que gozan de la singular facultad de hacer crugir cuando quieren su músculo corto peroné o cualquier otro, y tocar aires por este medio, son sujetos excepcionales; mientras que la de hacer golpear las mesas es muy común, y que los que poseen ésta, no gozan todos ni de mucho de la primera.

En segundo lugar el sabio doctor ha olvidado explicar cómo el crugido muscular de una persona inmóvil y aislada de la mesa, puede producir en ésta vibraciones sensibles al tacto; cómo este ruido puede reproducirse por voluntad de los asistentes en las diferentes partes de la mesa, en los otros muebles, contra las paredes, en el techo, etc.; cómo, en fin, la acción de este músculo puede extenderse a una mesa que no se toca y hacerla mover. Esta explicación por otra parte, si es que lo fuera, no comprendería más que el fenómeno de los golpes, pero no puede concernir a los otros medios de comunicación. Concluyamos que él ha juzgado sin haber visto, o sin haberlo visto todo, como debe verse. Siempre es posible que los hombres de ciencia se apresuren a dar, sobre lo que no conocen, explicaciones que los hechos pueden desmentir. Su mismo saber debería hacerles tanto más circunspectos en sus juicios, cuanto más lejos están para ellos los límites de lo desconocido.

Extractos del Libro "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.


26 de agosto de 2019

Entrevista al Padre François Brune 3/3

Entrevista al Padre François Brune 3/3

Autor del Libro “Los Muertos nos Hablan”

por José Lucas

¿Qué otros científicos conoce que estén investigando esta área de la comunicabilidad con el mundo espiritual?

- ¡Hay muchos ya, actualmente! Está Sinesio Darnell, en España, el Prof. Senkowski, Hans Otto König, tenemos también, en Italia, a Daniele Gullà, Paolo Presi y aún más, en Brasil, en Francia… Infelizmente, no hay un nivel científico muy elevado, en Francia, en ese campo. Sería preciso mucho más. Creo que el mejor trabajo está siendo hecho, actualmente, en Italia. Hubo resultados extraordinarios con Adolf Holmes, en Alemania, pero ese no era un investigador, era alguien que recibía una gran cantidad de mensajes, de comunicaciones, pero que no tenía formación científica para hacer investigaciones. En Luxemburgo, igualmente, la pareja Julles y Maggy obtuvieron numerosas y magníficas comunicaciones, pero no poseían los medios intelectuales y de laboratorios para realizar esas investigaciones. De la misma forma, el alemán Klaus Schreiber, fallecido recientemente, no tenía los medios necesarios para la investigación científica. Hay muy pocos científicos interesados en estos fenómenos, infelizmente muy pocos, aún…

Pero las experiencias son válidas, ¿no es así?

- A buen seguro, todo eso no impide que los resultados obtenidos sean extraordinarios, ni entendidos. ¡Conocí muy bien a la pareja Julles y Maggy, conocí también a Adolf Holmes, personalmente, y sé que no existe ninguna especie de fraude! ¡Asistí a algunas experiencias con él, con la pareja que ya referí, en Luxemburgo, y con Marcelo Bacci también! Bacci no tiene formación científica y, sin embargo, consigue resultados extraordinarios… ¡Sólo que no consigue proseguir los estudios!

¿Tiene algún mensaje que quiera transmitir a los Espíritas Portugueses, o a los Portugueses, en general?

- Me gustaría que continuaran trabajando en este sentido. Que continúen progresando en el Amor, cada cual en su vida, porque estamos en la Tierra para aprender a amar. Que utilicen estos medios de comunicación con el más allá para confortar su fe y aún la fe cristiana, a pesar del estado catastrófico en que se encuentra la Iglesia. Esta Iglesia que no es fiel al mensaje de Cristo, pero esperemos que un día se renueve, es preciso que se trabaje para eso… ¡Pero, principalmente, es necesario conservar la fe, la fe cristiana…!

La entrevista ahora transcrita fue publicada originalmente en el Periódico de Espiritismo de la ADEP, de Portugal.

Tomado del Sitio "Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís"


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