24 de marzo de 2019

El Espiritismo no hace milagros

El Espiritismo no hace milagros

por Allan Kardec.

El espiritismo ha venido por su parte a hacer lo que cada ciencia hizo en su advenimiento: revelar nuevas leyes y explicar, en consecuencia, los fenómenos que competen a esas leyes.

Es cierto que esos fenómenos se relacionan con la existencia de los Espíritus y con su intervención en el mundo material, y precisamente en eso –dicen algunos– consiste lo sobrenatural. Pero en ese caso sería necesario probar que los Espíritus y sus manifestaciones son contrarios a las leyes de la naturaleza, y que allí no existe ni puede existir la acción de ninguna de esas leyes.

El Espíritu no es más que el alma que sobrevive al cuerpo; es el ser principal, puesto que no muere, mientras que el cuerpo no es otra cosa que un accesorio perecedero. Su existencia, por lo tanto, es tan natural después como durante la encarnación; está sometida a las leyes que rigen el principio espiritual, del mismo modo que el cuerpo está sometido a las leyes que rigen el principio material.

No obstante, como ambos principios tienen una afinidad necesaria, como reaccionan sin cesar el uno sobre el otro, como de la acción simultánea de ellos resultan el movimiento y la armonía del conjunto, se sigue de ahí que la espiritualidad y la materialidad son dos aspectos de un mismo todo, tan natural la una como la otra, y que la primera no es una excepción ni una anomalía en el orden de las cosas.

Durante la encarnación, el Espíritu actúa sobre la materia por intermedio de su cuerpo fluídico o periespíritu, y lo mismo ocurre cuando no está encarnado. Como Espíritu, y en la medida de sus capacidades, hace lo que hacía como hombre, salvo que, como ya no puede servirse del cuerpo carnal como instrumento, se vale, cuando le es necesario, de los órganos materiales de un encarnado, que es lo que se denomina médium. Actúa entonces como una persona que, al no poder escribir por sí misma, recurre a un secretario, o como alguien que no conoce una lengua y busca la ayuda de un intérprete. Tanto el secretario como el intérprete son los médiums del encarnado, del mismo modo que el médium es el secretario o el intérprete de un Espíritu.

Conceptos Extractados de "El Génesis", por Allan Kardec.


MI COMENTARIO
Con el conocimiento del mundo espiritual manifestado por los mismos espíritus, se aclararon muchos fenómenos considerados como sobrenaturales o paranormales. El tiempo fue mostrando cada vez mas que existen mundos paralelos donde nos separa solo un aspecto entre el mundo material y el espiritual.Ambos mundos se intercomunican a través de la mediumnidad con aquellos que mas se han capacitado o han desarrollado una habilidad que todos tenemos.


Vigilemos el pensamiento porque es poderoso por demás


Vigilemos el pensamiento porque es poderoso por demás

por  Jorge Hessen

Podemos conceptualizar el pensamiento como un flujo de ideas, símbolos y asociaciones, cuyos elementos consisten en agrupar y coordinar imágenes para promover la asociación de ideas.
El proceso por el cual se opera el fenómeno del pensamiento es problema que la ciencia oficial no ha podido, hasta hoy, desentrañar. Podemos interpretar el "pensamiento" como algo que se tiene "en mente", cuando se refleja con el propósito de conocerse algo y entender algo. En cuanto a la mente, es algo abstracto, equivalente al espíritu, a la inteligencia, y por la cual entendemos lo que dentro de ella se encuentra bajo la forma de idea, de concepto y de representación.

Filosóficamente, observemos que hay la realidad que depende de la existencia de un observador y la realidad que es independiente del observador para existir. Los elementos como átomos, fuerza, gravedad, fotosíntesis, son ejemplos de lo que existe independientemente del observador, es la realidad natural. En contrapartida, dinero, propiedad y gobierno son ejemplos que dependen de nosotros para existir.

El pensamiento actúa a la forma de onda, con una velocidad muy superior a la de la luz, y la mente es el dinamo generador de fuerza creativa.

Decididamente, mucho de nuestras acciones sólo sucede porque pensamos algo, deseamos algo, creemos en algo, tememos algo, o sea, hay un estado subjetivo que provoca un tipo de movimiento en el mundo concreto. Lo que pensamos sobre lo que vivimos es mucho mayor de lo que, habitualmente, imaginamos. De esta forma, el dicho popular, "cuidado con lo que usted piensa".

En rigor, nuestros pensamientos interfieren y determinan nuestras acciones, nuestros posicionamientos, y el mundo en que vivimos se constituye a partir de la interferencia de nuestras acciones sobre él.

Tenemos, entonces, pensamientos que generan acciones, que generan pensamientos, que generan acciones. Acciones que generan el mundo, que genera acciones.

Extractado del Blog La Luz en la Mente.

¿Influyen los espíritus en nuestras vidas?


¿Influyen los espíritus en nuestras vidas?

Juan Miguel Fernández Muñoz

Los Espíritus que colaboraron con Kardec contestaron así: ”A este respecto su influencia es mayor de lo que creéis, porque con sobrada frecuencia son ellos los que os dirigen”. Meditando sobre ello nos asalta una duda. ¿Quiere decirse que nuestro libre albedrío queda anulado?

Recordando que muchos de nuestros pensamientos a veces se enfrentan sobre una misma idea, nos queda ahora la sospecha sobre qué parte puede ser la que corresponda a nosotros y las que son intuidas e inspiradas.

La ley de las atracciones y de las correspondencias rige todas las cosas; las vibraciones, al atraer vibraciones similares, aproximan y unen los corazones, las almas, los pensamientos y ello nos pondrá en disposición de vincularlos a aquellos Espíritus que se encuentran en un nivel evolutivo determinado. Podrá ser bueno o inferior, dependerá de nuestro grado de adelanto.

Nuestras codicias, nuestros malos deseos, crea en torno a nosotros una atmósfera fluídica negativa, favorable a la acción de las influencias del mismo orden, mientras que las aspiraciones elevadas atraen las vibraciones poderosas, las radiaciones de las esferas superiores.

No hay necesidad de creer en la existencia del mundo de los espíritus, ni de querer conocerle para sentir sus efectos. La Ley de las atracciones es ineludible y todo en el hombre está sometida a ella.
Del hombre depende recibir las inspiraciones más diversas, desde las más sublimes hasta las más groseras. Nuestro estado mental es como una brecha por la cual pueden penetrar en nosotros amigos y enemigos.

Analizando los pensamientos que nos son sugeridos, podremos saber qué “clase” de espíritus están ligados a nosotros, recordando que los imperfectos nos incitan al mal. Pero habrá también a nuestro lado otros que tratarán de influirnos hacia el bien, lo cual restablece el equilibrio y nos deja el libre albedrío para inclinarnos sobre lo que nos interesa. Si hemos rechazado con nuestra voluntad y nuestros actos la influencia de aquellos que intentaron perturbarnos, ellos cederán en espera de un mejor momento, puesto que acechan el instante propicio, como hace el gato con el ratón.

¿Pero cómo ejerce su acción sobre la materia cerebral?

La mente del Espíritu sintoniza con la mente del ser que se encuentra viviendo la experiencia de la vida física y ejerce su acción por el movimiento. Y reflexivamente el pensamiento imprime a las moléculas del cerebro movimientos vibratorios de variada intensidad. El cerebro es el instrumento admirable, la clave de donde el pensamiento hace brotar todas las armonías de la inteligencia y del sentimiento.

¿Cómo podemos neutralizar la influencia de los Espíritus inferiores?

Realizando el bien los rechazaremos y vigilando que nuestros oídos no se presten a las sugestiones de Espíritus que despiertan en nosotros malos pensamientos, que fomentan la discordia entre nosotros, los hombres, excitando las pasiones viles. No debemos olvidar los que halagan nuestro orgullo, porque es él nuestro lado más débil.

Extractado del Blog El Ángel del Bien.

¿Los tiempos señalados por dios han llegado?


¿Los tiempos señalados por dios han llegado?


Hace ya muchos años que se indicó que habría un cambio de rumbo en la trayectoria de nuestro planeta. Se decía que cambiaría de ser un mundo de pruebas y sufrimiento a ser un mundo de regeneración y estudio. Se decía que habría un relevo de las generaciones encarnadas por otras generaciones mejor preparadas moralmente, que darían lugar a ese predicho cambio. Realmente ello, aparentemente al menos, no ha sucedido, después de muchos años en que se redactaron aquellos conceptos. Veamos algunos párrafos del cap. XVIII de “La Génesis” de Allan Kardec. El título de este capítulo es bien explícito: “Los tiempos han llegado”:

“Los tiempos señalados por Dios han llegado, nos dicen por doquier; van a cumplirse grandes acontecimientos para la regeneración humana.

“… nuestro planeta, así como todo lo que existe, está sujeto a la ley del progreso. Progresa físicamente por la transformación de los elementos que lo componen y, moralmente, por la depuración de los espíritus encarnados y desencarnados que lo pueblan. Estos dos progresos se relacionan y avanzan paralelamente, puesto que la perfección de la habitación está en relación con la del habitante (…) Ese doble progreso se verifica de dos modos: el uno, lento, gradual e insensible; el otro, caracterizado por cambios más bruscos, con cada uno de los cuales se opera un movimiento ascensional más rápido que marca con caracteres ostensibles los períodos progresivos de la humanidad.

“En esta ocasión, no se trata de un cambio parcial, de una renovación circunscripta a una nación, a un pueblo, a una raza; se trata de un movimiento universal que se opera en beneficio del progreso moral. Tiende a establecerse un nuevo orden de cosas, y los mismos que a ello se oponen con más empeño, coadyuvan a él sin saberlo: La generación futura, libre de las escorias del viejo mundo y formada por elementos más puros, estará animada por ideas y sentimientos muy diferentes de los que nutren a la generación actual, que se va a pasos agigantados.

Extractado del Blog Centre Barcelonés de Cultura Espírita.

23 de marzo de 2019

La muerte y su misterio


La muerte y su misterio

por Camilo Flammarion.

No hay ruptura ni solución de continuidad entre esta vida y la otra; la personalidad no desaparece; hay, eso sí, una diferencia considerable de estado; no hay más bienes materiales, ni dolores físicos, ni enfermedades. Generalmente los muertos no se dan cuenta de su nuevo estado; sufren de sueño, tienen ensueños incoherentes; a veces sus facultades se acrecientan. La maravillosa metamorfosis de los insectos desde la larva a la crisálida y a la mariposa, nos da una idea lejana y torpe del fenómeno póstumo de la vida. Es la Psiquis que despliega sus alas; es la vida espiritual en el éter; la proyección de las facultades a través de la inmensidad. El espíritu desencarnado no esta confinado en nuestro espacio, vive en la cuarta dimensión, en el "hiper-espacio".

Con mucha dificultad puede comunicarse con los VIVOS, para lo cual es menester entrar en nuestra esfera de actividad, penetrar en los cerebros, materializarse -— por decirlo así, —y expresarse por medios mecánicos. La acción de los seres invisibles sobre nosotros es posible que sea más general de lo que parece y puede pasar desapercibida para la mayoría; en realidad estamos muy preocupados por las exigencias de la vida, para reparar en ella.

Hay que reconocer que estas manifestaciones postumas no son las que esperábamos de acuerdo con nuestras observaciones terrestres de costumbre. Flotan al lado mismo de lo que nos parece que debería ser.

Es un mundo totalmente distinto, un mundo desconocido inexplorado y de aspecto incomprensible el que debemos estudiar, y del cual es difícil separar nuestra propia asociación de ideas terrenal.
Estas dificultades son para nosotros un obstáculo casi insalvable, y nos obligan a usar una reserva extrema en nuestra interpretaciones. ¡Cuántas objeciones se nos antojan! Parecería que nuestros más queridos amigos debieran estar a nuestra disposición y manifestarse continuamente. Seres de quienes esperamos un testimonio, permanecen mudos.

En cambio, las manifestaciones son generalmente, de una vulgar trivialidad y nada nos dicen sobre "el más allá". Los espíritus superiores que en cualquier ramo del saber humano, como ser filósofos, sabios, escritores y artistas, han contribuido al progreso de la humanidad, no han vuelto para instruirnos. Estas objeciones y cien otras más, obstaculizan nuestro leal deseo de conocer la verdad; mencionémoslas, sin renunciar, por ello, a nuestro estudio: por lo pronto, nos invitan a pensar que no hay entre los muertos más igualdad que entre los vivos: una infinita diversidad distingue los espíritus entre si, desde los más elevados a los más humildes.

Provisoriamente todo cuanto podemos afirmar es que la disolución del cuerpo no suprime el espíritu y que en determinadas circunstancias, éste puede probar su supervivencia. Conjuntamente con el mundo material existe un mundo psíquico cuya realidad es tan segura como la del mundo visible. Ambos mundos se interpenetran.

Conceptos Extractados de "La Muerte y su Misterio", por Camilo Flammarion.

ESPIRITISMO - Nombre propio

ESPIRITISMO - Nombre propio


Las cuestiones alusivas al espíritu, en virtud de las creencias y de los mitos que históricamente lo rodearon, siempre fueron, y siguen siendo, un terreno fértil para en él, incidir el misticismo, las creencias y prácticas más extremas e irracionales. El espiritismo no quedó libre a ese tipo de influencia.

Por la interpretación de que, además de sus reconocidos aspectos científico y filosófico, podría en él contemplarse también un aspecto religioso, lo convirtieron simplemente en otra secta cristiana.

Herculano Pires, eminente pensador espírita brasileño, registra en su "Curso Dinámico de Espiritismo": "Lo que impidió la expansión del Espiritismo en la Europa del siglo pasado, de manera de poder renovar la vieja concepción de mundo aún dominante, fue simplemente su aspecto religioso. Como el Cristianismo Primitivo, el Espiritismo fue acogido con ansiedad por las capas pobres de la población que lo convirtieron por todas partes en una nueva secta cristiana.

No se puede dejar de reconocer que es hora de rectificar rumbos. Que ya no se debe confundir la ciencia, la filosofía y la ética del espiritismo con la religión cristiana, tan distantes y radicalmente opuestos están los postulados teóricos de uno y de otro. Pero, para ello, hay que reconocernos como verdaderos espíritas, dispuestos a preservar ese rico patrimonio llamado, originaria y originalmente, espiritismo. Esta es, además, una buena denominación. Tan bueno y tan elocuentemente fiel a los objetivos de su fundador que no conviene de sustituirla por otra. Hasta porque no será nada fácil encontrarla.

Cada vez que se suman esfuerzos en busca de una nueva denominación para ese movimiento de ideas, se concluye que no hay otra mejor que espiritismo.

Extractado del Blog Opiniones.
MI COMENTARIO
Cambiar la denominación "espiritismo" sería conveniente. Eliminaría a todas esas corrientes que lo han ensuciado y desprestigiado con prácticas vulgares.
Claro que es difícil renunciar a una palabra que además fue creada especialmente por su principal difusor en una doctrina.

La vida más allá de la muerte


La vida más allá de la muerte

Por João Luiz Romao

En 1998 fue lanzado en Brasil el libro La rueda de la vida: memorias de la vida y la muerte , psiquiatra estadounidense Elisabeth Kübler-Ross, quien en esta obra su autobiografía. A partir de una determinada fase de su vida profesional como médica, la Dra. Kübler-Ross se lanzó como pionera en la investigación del fenómeno de la muerte y del morir, específicamente en pacientes terminales. Y después de décadas de investigaciones, entrevistas, libros publicados y la vivencia del día a día con el dolor de aquellos que están muriendo, llega a la siguiente conclusión: ¡la muerte no existe!

Para nosotros, espíritas, es una afirmación más que natural. Pero, Elisabeth Kübler-Ross sufrió muchas persecuciones y prejuicios a partir de esa postura, principalmente de los compañeros de profesión. En estas memorias se relata todo su proceso de descubrimiento de la inexistencia de la muerte, habiendo participado en varias reuniones de intercambio mediúmnico a partir de los años 70, en las que encontró el estímulo de sus amigos desencarnados para continuar su principal tarea: decir al mundo que la muerte no existe.

En cierto punto de su libro, en el capítulo titulado "La vida más allá de la muerte", relata que a pesar de haber tratado durante varios años de enfermos terminales y con ellos convivido, no creía en la vida después de la muerte. Pero los hechos vendrían a probar lo contrario.

Alrededor de 1973 la Dra. Kübler-Ross, junto con sus asistentes, habían entrevistado, aproximadamente, veinte mil personas al borde de la muerte. Lo interesante es que los relatos eran muy similares. A partir de ellos llegó a una nueva definición de muerte diferente de la definición tradicional como el fin de todo. Pasó a considerar como prueba la de que el hombre posee (o es) un Espíritu (o alma) y que además de la existencia física, algo sobrevivía y continuaba.

Extractado del Blog O Blog dos Espíritas.

MADAME KARDEC

MADAME KARDEC

(1795 – 1883) Francia – Amélie Gabrielle Boudet


Amélie Gabrielle Boudet, nació en Thiais, comuna del Departamento parisiense de Valle del río Marne (parte sudeste del antiguo Departamento del Sena), el 23 de noviembre de 1795.

Hija única de Julien-Lois Boudet, propietario y escribano –por lo tanto un hombre de buena posición social, y de Julie-Loise Seigneat de Lamcombe.

Al mostrar desde temprano un gran vivacidad y un fuerte interés por los estudios, ella no fue un problema para sus padres, a la par de una fina educación moral, le proporcionaron esmerados dotes intelectuales. Después de cursar la escuela primaria, se estableció en París con la familia e ingresó en una Escuela Normal, donde obtuvo el diploma de Profesora de Enseñanza Superior. Era profesora de Letras y de Bellas Artes, con inclinación a la Poesía y el Dibujo.

Culta e inteligente, llegó a publicar tres obras:

“Cuentos Primaverales” (1825)
“Nociones de Dibujo” (1826)
“Lo Esencial en Bellas Artes” (1828)

Viviendo en París, en el mundo de las letras y de la enseñanza, quiso el destino que un día la Srta. Amélie Boudet se encontrase con el Prof. Hippolyte León Denizard Rivail.

De estatura baja, pero bien proporcionada, de ojos pardos y serenos, gentil y graciosa, vivaz en los gestos y en la palabra, que denotaba una profundidad de espíritu, Amélie –que además sumaba a todos estos predicados una sonrisa tierna y bondadosa-, luego se hizo notar por el circunspecto Prof. Rivail.

El 6 de febrero de 1832 se firmaba el acta de matrimonio. Ella tenía 9 años más que él, pero su jovialidad física y espiritual era tal que aparentaba, a vista de todos, tener la misma edad del marido. Nunca esta diferencia fue un obstáculo para la felicidad de ambos.

Prueba de la delicadeza de este amor, es la descripción que hace Léon Denis -registrada en las Memorias del Congreso Espírita de 1925-. Se deparó en la escena en que demuestra la personalidad gentil de Kardec y el amor por Amélie: “Lo encontré sobre un pequeño banco, junto a un gran cerezo, recogiendo frutos que lanzaba a la Sra. Allan Kardec, escena bucólica, que contrastaba con graves preocupaciones“.

La esposa de Denizard Rivail, le dio todo su apoyo en el Instituto fundado en 1826 y su colaboración habría de extenderse a través de los años.

En Gaby -como la llamaba su esposo-, Kardec tuvo siempre a la compañera que lo apoyaba en los días difíciles del Espiritismo. Juntos enfrentaron las pérdidas materiales, las calumnias que se elevaban contra el Codificador de la Doctrina Espírita, las dificultades en la sociedad parisiense, la crítica mordaz que brotaba de los periódicos. Pero también juntos vieron nacer la consoladora Doctrina de los Espíritus, amaron la educación y las artes, estimularon el bien y la caridad. Nunca tuvieron hijos (según consta en la Revue Spirite de 1862) pero dejaron millares de hijos espirituales.

Allan Kardec no se olvidó de todo lo que hizo su esposa por él y lo registró en la Revista Espírita (año 1865, página 164); al hablar de sus sacrificios en pro del Espiritismo, dijo textualmente: “Mi mujer se adhirió plenamente a mis intentos y me secundó en mi laboriosa tarea, como hace aún, a través de un trabajo frecuentemente por encima de sus fuerzas, sacrificando, sin pesar, los placeres y las distracciones del mundo a los cuales por su posición familiar se había habituado".

Ante la inesperada partida de Rivail (31 de marzo de 1869), Amélie pasa a ser la protagonista y toma las principales decisiones del movimiento espírita francés, contando con la ayuda de Pierre-Gaetan Leymarie -amigo y colaborador del matrimonio-.

Poco tiempo después, Amélie como única heredera y propietaria de los derechos de los libros doctrinarios, de la Revue Spirite y probablemente la mayor accionista de la Librería Espiritista y de Ciencias Psicológicas, dona el excedente anual de dichos beneficios a la Caja General del Espiritismo, que confía a un tesorero encargado de la gerencia de los fondos. En Septiembre de 1869, se constituye una Sociedad Anónima con el capital acumulado de la Caja General; que en 1874 se transforma en Sociedad Continuadora a pedido de Madame Kardec, quién años después lega todos sus bienes a esta Sociedad.

A pesar de su avanzada edad Mme. Kardec, demostraba una voluntad de trabajo fuera de lo común. Gracias a su visión, empeño y devoción, la Doctrina pudo crecer a pasos agigantados.

Mme. Kardec desencarnó el 21 de enero de 1883, a los 87 años. Su cuerpo fue sepultado junto al de su esposo.

Pierre-Gaetan Leymarie, por ocasión de la desencarnación de Amélie, reveló cuán importante fue ella en la estructuración del Espiritismo: “La publicación de “El Libro de los Espíritus” y la “Revue Spirite”, se debió en gran parte a la firmeza de ánimo, a la insistencia y perseverancia de Madame Kardec”.

Fuentes consultadas:
Florentino Barrera, “La Sociedad de París”
Florentino Barrera, “Resumen Analítico de las Obras de Allan Kardec”
Zêus Wantuil – Francisco Thiesen, “Allan Kardec – el educador y el codificador”
Revista Espírita, Fundada en 1858 por Allan Kardec, Edición en Español, N° 4, Año 2004.

Extractado de Confederación Espírita Argentina.

22 de marzo de 2019

Citas y Frases de ANDRÉ LUIZ 2

Citas y Frases de ANDRÉ LUIZ 2

Guarde sus impresiones infelices para no perjudicar el camino de los demás.

Conserve la propia fe, de tal manera que usted no pueda afligirse excesivamente, con ninguna dificultad.

Tenga optimismo con tanta elevación que los contratiempos de la vida no vengan a herirle.

Cultive el amor al prójimo, con tanto empeño que evite enfocarse solo en los defectos.

Crea en la influencia y en la victoria del bien, con tanta convicción, que no pueda prenderse a ninguna idea del mal.
Este día es su mejor tiempo, el instante de ahora.

Si usted erró, está en el camino de acceso a la corrección.

Si ese o aquel plan de trabajo está incubando en su pensamiento, ahora es el momento de comenzar a realizarlo.

La mejor manera de extinguir el mal, es substituirlo por el bien.
Todo saludo debe basarse en pensamientos de paz y alegría. 

Piense en su alegría cuando alguien le dirige palabras de afecto y simpatía y haga lo mismo con los demás. 

Una frase de bondad y comprensión opera prodigios en la construcción del éxito.

Si usted tiene cualquier disgusto remanente de la víspera, empiece el día a la manera del Sol: -olvidando la sombra y brillando de nuevo.

La voz de cada persona está cargada por el magnetismo de sus sentimientos.

Es siempre aconsejable repetir con paciencia lo que ya fue dicho al interlocutor, cuando sea necesario, sin alterar el tono de voz, entendiendo que no todas las personas tienen audición impecable.

A quien no disponga de facilidades para oír, nunca decirle frases como estas: “Usted está sordo?, “¿Usted quiere que yo grite?, “¿cuántas veces quiere usted que yo hable? O “Ya me cansé de repetir eso”.

La voz descontrolada por la cólera, en el fondo, es una agresión y la agresión jamás convence.

Converse con serenidad y respeto, colocándose en el lugar de la persona que oye y sus manifestaciones verbales tendrán más seguridad y provecho.

En cualquier comunicación recuerde que en el otro lado del hilo está alguien que necesita de su calma a fin de mantener la tranquilidad.

Nunca hable gritando, abusando de la intimidad con los seres queridos.

Utilice los utensilios caseros sin ruido, evitando en el hogar desequilibrio y perturbación.

Colabore en la solución del problema que aparezca, sin alterarse en la queja.

Converse con los suyos edificando la armonía.

Siempre es posible encontrar la puerta del entendimiento mutuo, cuando nos disponemos a ceder, de nosotros mismos, en pequeñas demostraciones de renuncia a puntos de vista.

¿Cuántas veces un problema aparentemente insoluble pide tan sólo una palabra de calma para ser resuelto?.

Absténgase de comentar asuntos escandalosos o inconvenientes.

En materia de dolencias, hable lo estrictamente necesario.

Procure algún detalle casero para alabar el trabajo y el cariño de aquellos que comparten la existencia con usted.



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¿Debe llamarse Espiritismo solo al Kardeciano?

Mis Conceptos Espíritas - Divulgación del Espiritismo

¿Debe llamarse Espiritismo solo al Kardeciano?


La mayoría de quienes se autodenomina kardecianos, solo aceptan como verdaderos Espíritas a quienes profesan coincidencia total con las enseñanzas de Allan Kardec por ser el creador de las palabras Espírita o Espiritismo. Para estas personas pareciera que el estudio del Espíritu, fuera exclusivo y excluyente de quienes acepten a la doctrina casi como el Libro de la Verdad. Según este criterio, todos los que creen en la existencia de los espíritus deberían necesariamente adherir al pentateuco kardeciano y no salirse de ellos, para no ser descalificados como simples espiritualistas.
Es evidente que esto es un error. Kardec con buen tino creó la palabra Espiritismo para diferenciarlo del Espiritualismo, pero su escuela se abrió para todos los investigadores del fenómeno y no solo para los kardecianos.

Kardec quiso diferenciarse de los Espiritualistas que solo creían que existía algo mas allá de lo simplemente material, con aquellos que estudiaban e investigaban ciertos fenómenos extraordinarios e inexplicables, que mas tarde serían adjudicados a inteligencias, conocidos luego como Espíritus.
Los Espiritualistas piensan que es un tema del cual no hay mucho para hablar. La persona que muere, simplemente resucitará con el cuerpo que alguna vez utilizó, y en el mientras tanto eso llegue a ocurrir, estará vagando por los cielos o por los infiernos según su comportamiento en la tierra. Pueden o no creer que exista una entidad espiritual, pero los Espiritistas tenían la certeza de que innegablemente detrás de esos golpes y trucos extraordinarios utilizados para puro divertimento, había una inteligencia capaz de responder y dar datos desconocidos por los presentes y que una investigación aplicando la razón en las manifestaciones que llegaban a él por distintos canales mediumnicos lo llevaría a desentrañar grandes verdades.

Los Espiritistas, con Kardec como uno de los pioneros y mas didáctico maestro, codificó todos los contactos con preguntas en lo relacionado con esa fuerza etérea que es el Espíritu y desarrolló una filosofía y ciencia de observación que hasta nuestros días tiene plena vigencia. Se trata de dar una explicación del comportamiento y devenir del Espíritu de manera exhaustiva, siendo la referencia hacia Dios y su intento por definirlo, solo una consecuencia secundaria del tema espirita y no su objetivo primordial como lo es en una corriente puramente espiritual como una religión. En los inicios solo existía un nuevo y único Espiritismo, pero hoy las corrientes están en infinitos puntos del planeta aunque no conservan siempre las mismas características y objetivos del Espiritismo original.

Esto obliga a emplear nuevos términos para definir de que espiritismo estamos tratando. Aunque no acordemos ciento por ciento con Kardec, como pretenden los kardecistas, nos sentimos Espíritas y no Espiritualistas. Seguiremos  aportando nuestra, razón o intuición, aplicados a los aportes de nuevos mediums que difunden sus comunicaciones con el mundo espiritual. En cada uno de nosotros está la responsabilidad de darle o no, veracidad a esas manifestaciones.

Roby Delgado

Para la religión dogmática

Para la religión dogmática

por Amalia Domingo Soler.

Para la doctrina dogmática el alma independiente de la materia es creada según ella al nacimiento de cada ser, sobrevive y conserva su individualidad después de la muerte; desde este momento, su suerte queda irrevocablemente fijada, sus progresos ulteriores son nulos y por consecuencia intelectual y moralmente es para toda la eternidad lo que era durante la vida; siendo los malos condenados a castigos irremisibles en el infinito, resulta que el arrepentimiento les es completamente inútil, pareciendo que Dios se niega a concederles la posibilidad de reparar el mal que han hecho. Los buenos son recompensados por la visión y contemplación perpetua de Dios en el cielo. La creación de ángeles o almas privilegiadas exentas de todo trabajo para llegar a la perfección, no tiene ningún sentido.

La religión no da respuestas a estas preguntas: ¿De dónde proceden las disposiciones innatas, intelectuales y morales que hacen que los hombres nazcan buenos o malos, inteligentes o idiotas?
¿Cuál es la suerte de los niños que mueren en edad temprana? ¿Por qué entran en la bienaventuranza sin aquel trabajo a que están sujetos otros durante largos años? ¿Por qué son recompensados sin haber podido hacer el bien, o privados de perfecta dicha sin haber hecho el mal? ¿Cuál es la suerte de los cretinos y de los idiotas que no tienen conciencia de sus actos? ¿Cómo se justifican las miserias y las enfermedades nativas no siendo resultado de la vida presente? ¿Cuál es la suerte de los salvajes y de todos los que forzosamente mueren en el estado de inferioridad moral en que se hayan colocados por la misma naturaleza, sino les es dado a progresar ulteriormente? ¿Por qué ha de crear Dios almas más favorecidas unas que otras? ¿Por qué llama a sí prematuramente a los que hubieran podido mejorarse si hubieran vivido más, supuesto que no les es permitido progresar después de la muerte? ¿Por qué ha de crear Dios ángeles, llegados sin trabajo alguno a la perfección, mientras que otras criaturas están sometidas a las más duras pruebas, en las que tienen más probabilidades de sucumbir que de salir victoriosas? Etc.

Conceptos Extractados de "La Luz del Porvenir", por Amalia Domingo Soler.

Reencarnaciones Iniciales

Reencarnaciones Iniciales

por Ricardo di Bernardi

El mundo animal y el vegetal están formados de los mismos elementos constitutivos en el sentido material.
El elemento espiritual y el elemento material son dos principios constitutivos del Universo. El elemento espiritual es individualizado es el de los Espíritus. El elemento material individualizado  constituye los diversos cuerpos de la naturaleza, orgánicos e inorgánicos.

Todos los fenómenos de la naturaleza pueden ser explicados por las leyes naturales. Las leyes físicas, químicas y biológicas que nos dan el mecanismo de la vida, del microscopio celular o sobre la magnitud del microcosmos.

Estas leyes, que son automáticas, son regidas por la ley Universal. Esta ley omnipresente, la llamamos Dios. Siendo perfecta, a de ser inmutable, pues solo lo imperfecto sufre cambios buscando el perfeccionamiento progresivo. Por eso al ser inmutable la Ley Universal, se concibe su acción constante y uniforme.

Por la regularidad y constancia de la ley Universal, concluimos que no hubo un momento de la creación. Dios irradia constantemente y se proyecta centellas divinas o principios espirituales que proviniendo de un ser perfecto solo podrán tener un destino: la evolución, infinita rumbo a la perfección.

Dios crea siempre. Un ser perfecto, omnipresente e inmutable, Ley universal omnisciente no tienen un gráfico de creación o un momento para crear, más si una acción creativa constante y eterna.

La encarnación primera  por tanto  fue para nosotros, hoy seres humanos, hace incontables millones de años.
El espíritu durmió en los átomos y pasó el gran sueño por el reino mineral, soñó en las organizaciones vegetales, se agito por las especies animalizadas para despertar en la especie humana, rumbo a la conciencia superior en seres futuros.

Todo sirve, todo se encadena  en la naturaleza, desde el átomo primitivo hasta el arcángel, que también comenzó por ser   átomo.

La distancia entre minerales, vegetales y animales es simplemente  consecuencia del mayor o menos camino recorrido en el camino evolutivo del ser.

Tomado del Blog "Rincón Espírita"

Vivir con el recuerdo del pasado seria imposible


Vivir con el recuerdo del pasado seria imposible


Si analizamos la cuestión y somos sinceros con nosotros mismos: ¿Cuántas cosas quisiéramos todos borrar de nuestra vida actual que son otros tantos obstáculos para nuestra paz interior? Por un momento imaginemos que se multiplican todos esos tormentos. Pues eso sería el recuerdo del pasado. Demos gracias por poder empezar de cero en esta vida, de no ser así sería un suplicio para la gran mayoría de la población. Aunque esto no será eternamente así, pues a medida que el ser humano progrese moralmente, su campo psíquico se dilatará y las facultades del espíritu irán ganando terreno en la Tierra.

Día llegará en que el recuerdo del pasado sea normal, claro que para llegar a esto tendremos que haber depurado la conciencia y no puede albergar el alma ningún resentimiento hacia ninguna persona, ya seamos agresores o víctimas.

Realmente dicho olvido del pasado no se produce totalmente, ya que tenemos un faro que nos guía llamado intuición en el fondo de nuestra conciencia, para rescatar conocimientos profundos y llevarlos a la conciencia cerebral. Esto es lo que nos interesa recordar del pasado, las adquisiciones, logros y capacidades adquiridas, de aquí vienen nuestras habilidades, vocaciones y predisposiciones. Ahora citaremos un ejemplo: Dos personas en igualdad de inteligencia, estudian un mismo asunto, uno lo asimila muy rápido mientras que al otro le cuesta mucho trabajo comprenderlo. Esto es porque uno sólo tiene que recordarlo, entrando en acción la intuición y el otro es la primera vez que se enfrenta ante esa materia.

Extractado de La Weblog Espírita de Mari.

¿En otras épocas la gente era más espiritual?


Nos da la sensación que en otras épocas la gente era más espiritual, creía más en dios, ¿realmente es así?


R: "No es así. Lo que ocurría es que era más temerosa de Dios.

No debemos confundirlo; en otras épocas te castigaba Dios sí hacías el mal, te castigaba Dios si no ayudabas al prójimo, te castigaba Dios y eso era lo que entendían, que Dios te castigaba.

Por tanto, no es que la gente fuera más espiritual, sino que temía los posibles castigos de Dios;

Realmente lo que ocurría es que se preocupaban menos por su desarrollo interior y pensaban que efectivamente hay un ser sobrenatural que existe y que él era el que te castigaría si no hacías las cosas.

Por tanto, las hacías, pero no por ti mismo, sino por temor a Dios."

Esta diferencia es muy importante.

P: por tanto, cuando visitan una iglesia ¿no es por la creencia en Dios sino por miedo?

R: "efectivamente tenemos el ejemplo en los pueblos pequeños, en donde si los domingos no vas a misa te señalan con el dedo.

Por tanto ¿por qué van a misa? ¿porque creen en Dios, o para evitar ser señalados por el resto del pueblo?

Hay que saber y contextualizar en cada situación cómo estamos, y saber en qué situación nos encontramos en este momento, que realmente estamos más espirituales, pero es una pequeña semilla, aunque por supuesto es mucho más que lo que había antes."

Extractado del Blog El Susurro del Ángel.


21 de marzo de 2019

El alma humana

El alma humana

 por Gabriel Delanne.

Es útil, fijar la idea sobre la manera cómo se debe considerar al alma, puede ser ella una entidad ideal ajena al tiempo y al espacio, o bien un ser dependiente en cierto modo de estas condiciones.
El ser pensante, no es una resultante del organismo; puesto que persiste después de la desagregación del cuerpo, probando que sus facultades se han conservado intactas, por cuyo motivo se demuestra que eran independientes de la envoltura carnal. Mas, ¿de qué manera se nos puede revelar, careciendo de instrumentos para obrar sobre el mundo físico? Esta cuestión es muy seria, habiendo sido en gran parte la causa determinante de la incredulidad general con que ha sido juzgado el Espiritismo desde sus primeros pasos.
Sin embargo, los mismos espíritus se encargaron de contestar a la pregunta que acabamos de formular.

El Espiritismo ha reivindicado desde un principio la demostración de la supervivencia del principio individual después de la muerte.
No es posible concebir un alma sin un cuerpo que la individualice, porque si así fuera, estaría en la imposibilidad de pensar, y tampoco puede librarse de las condiciones de espacio y tiempo, sin que en el instante dejara de ser lo que es.

Si fuera esto posible, podríamos decir que se trataba de algo absolutamente incomprensible para nuestra razón. El estudio nos enseña que existen leyes a las cuales se hallan sometidos todos los seres pensantes. Es, en virtud de dichas leyes, por lo que no podemos hallarnos presentes en diversos lugares a la vez, o franquear de, uno a otro espacio en un tiempo dado. Las sensaciones y los pensamientos están limitados en número durante ese mismo tiempo.
No podemos concebir una inteligencia absolutamente libre de toda sujeción, es decir, de un cuerpo.
¿Poseemos actualmente documentos positivos y en suficiente número para resolver esta grave cuestión?

Para apoyar mi manera de ver, creo necesario establecer:

1º Que el alma humana se halla revestida, durante su paso por la, tierra, de una envoltura invisible llamada peri-espíritu, de peri alrededor y spíritus, de espíritu.

2º Que después de la muerte, esta envoltura no se destruye.

3º Que el estudio de las propiedades de este cuerpo espiritual, obliga a concluir que el alma preexiste al nacimiento.

4º Que únicamente sobre la tierra ha podido producirse esta evolución.

Conceptos Extractados de "Las Vidas Sucesivas", por Gabriel Delanne.

El Espíritu en el espacio

El Espíritu en el espacio


Con respecto a la actividad que tiene el espíritu en el espacio, ¿tiene algún momento de descanso semejante al acto de dormir del ser encarnado o carece de esta actividad?

- Espiritualmente los seres que ya han logrado una cierta capacidad espiritual, no sufren el cansancio. Los espíritus que lograron su estado de sufrir en el espacio, como no han logrado todavía tener la suficiente capacidad en su espíritu, se produce en ellos un cansancio, no un sueño. Pero los seres ya de cierta altura espiritual jamás descansan, su trabajo es incesante.

En el caso de los que sí sienten ese cansancio, ¿permanecen inactivos o sería una situación semejante a dormir?

- No es una situación justamente de somnolencia, pero sí es una inactividad momentánea. Están en el lugar que les pertenece, en el sitio que ocupan en el mundo espiritual, quedando inactivos, pero esto no es prolongado. Es diferente a los seres que han llegado al espacio en estado de incomprensión, que no conocen que han dejado el plano Tierra y sienten todavía la sensación de su cuerpo, es decir que cada espíritu en el que se produce la muerte física, ocupa el lugar del mundo espiritual del plano al cual pertenece.

Extractado del Boletín Luz y Vida.

MI COMENTARIO
No existe el cansancio del espíritu porque no está sujeto a esfuerzo físico alguno. Pero, esto no quiere decir que el espíritu no sienta ese cansancio si está mas apegado a los aspectos y sensaciones materiales que quienes estén mas elevados.

El Espiritismo en la regeneración de la humanidad


El Espiritismo en la regeneración de la humanidad


“En ese gran movimiento regenerador, el espiritismo desempeña una función considerable; no el espiritismo ridículo inventado por una crítica burlona, sino el espiritismo filosófico, como lo entiende cualquiera que se haya tomado el trabajo de buscar la almendra dentro del hueso que la contiene.

Con las pruebas que aporta respecto de las verdades fundamentales, el espiritismo llena el vacío que la incredulidad genera en las ideas y en las creencias; y con la certeza acerca de un porvenir conforme a la justicia de Dios, y que la razón más severa puede admitir, calma las amarguras de la vida y previene los funestos efectos de la desesperación. Al dar a conocer nuevas leyes de la naturaleza, el espiritismo otorga la clave de fenómenos incomprendidos y de problemas insolubles hasta ahora, al mismo tiempo que destruye la incredulidad y la superstición. Para él, no existe nada sobrenatural ni maravilloso, pues en el mundo todo sucede en virtud de leyes inmutables.

Lejos de sustituir un exclusivismo por otro, se presenta como campeón absoluto de la libertad de conciencia. Combate al fanatismo en todas sus formas, y lo arranca de raíz para proclamar la salvación de todos los hombres de bien, así como la posibilidad de que los más imperfectos, mediante sus esfuerzos, con la expiación y la reparación, lleguen a la perfección, fuera de la cual no hay suprema felicidad. En vez de desanimar al débil, lo alienta y le muestra el puerto al que puede arribar.

No dice: Fuera del espiritismo no hay salvación, sino que afirma, con el Cristo: Sin caridad no hay salvación, pues tal es el principio de unión, de tolerancia, que unirá a los hombres en un sentimiento común de fraternidad, en vez de dividirlos en sectas enemigas. Con este principio: Solo es inquebrantable la fe que puede mirar a la razón cara a cara, en todas las épocas de la humanidad, destruye el imperio de la fe ciega que aniquila a la razón, de la obediencia pasiva que embrutece; de modo que emancipa a la inteligencia del hombre y eleva su moral. Consecuente consigo mismo, no se impone. Dice qué es, qué quiere, qué da, y espera que se acuda a él con libertad, voluntariamente.

Pretende que se lo acepte con la razón, y no a la fuerza. Respeta todas las creencias sinceras y sólo combate la incredulidad, el egoísmo, el orgullo y la hipocresía, que son las plagas de la sociedad y los obstáculos más importantes para el progreso moral; pero lo hace sin maldecir a nadie, y mucho menos a sus enemigos, porque está convencido de que el camino del bien se encuentra abierto incluso para los más imperfectos, quienes tarde o temprano habrán de recorrerlo”
(Texto de las ediciones de Allan Kardec de su libro “La génesis, los milagros y las predicciones según el espiritismo”)

Extractado de la Revista Constancia.

¿Podemos evocar a los Espíritus?

¿Podemos evocar a los Espíritus?

por Isabel Porras González

André Luiz y Emmanuel desaconsejan tal práctica.
Nos dicen que no lo hagamos, pero que sí lo hacemos, tengamos cuidado, por lo que no hay contradicción con lo que dice Allan Kardec, en el Libro de los Médiums, cap. XXV.
Kardec fue designado a hacer una gran tarea, es por esta razón que es lógico y razonable, que él pudiera y debiera hacer evocaciones. Su labor, entre otras, era la de investigar. El estuvo en todo momento respaldado y guiado por Espíritus Superiores, asesorándole y protegiéndole, ya que la tarea a realizar era de suma importancia. El sería nada menos que el Codificador de la Tercera Revelación.
El nos dice que, sí bien pueden estas practicas tener éxito, también es cierto que pueden ser un fracaso en la mayoría de los casos, sino, una experiencia donde podamos terminar siendo engañados o mixtificados. Los obstáculos e inconvenientes son numerosos:
Frecuentemente, las evocaciones ofrecen más dificultades a los médiums de lo que las comunicaciones espontáneas, sobre todo, cuando se trata de obtener respuestas precisas a cuestiones circunstanciadas.

Puede ser que el Espíritu evocado esté ocupado o bien en misión.
También es importante saber la naturaleza de la persona o mediums que evocan. Y hay que tener en cuanta algo importantísimo, ¿cuál es el objetivo de la evocación? Es importante tener en cuenta la cuestión del merecimiento; tanto por parte del evocado, como del evocador.

Si Emmanuel y André Luiz en diversas obras desaconsejan esta practica, no significa que la prohíban. Pero tendríamos que reflexionar el porqué de ese consejo por parte de ellos, y pensar que, de todas formas ya tendremos, si así ha de ser, la oportunidad de comunicar con los seres queridos, cuando sea el momento oportuno. Y no olvidemos que, durante el sueño, el descanso del cuerpo, el Espíritu se desprende y podría ver o saber de esos seres queridos o añorados. Dejemos a los Espíritus más adelantados e instruidos, la tarea de hacer lo que crean más conveniente para nosotros.

No olvidemos instruirnos y reformarnos moralmente, de esa forma será más fácil intuir cómo están aquellos que dejaron el cuerpo material, para ir a la Verdadera Vida: la Espiritual.

Extractado del Sitio Federación Espírita Española.

MI COMENTARIO
Se corren muchos riesgos cuando uno es médium y actúa sin asesoramiento para interceder con el mundo espiritual. Pueden echarse por la borda años de adelanto espiritual si caemos en las "garras"de espíritus atrasados que solo disfrutan haciendo daño y crueldades a quienes son ignorantes de ese mundo.
Podemos ser subyugados, fascinados, obsesionados o hasta poseídos por espíritus de baja estofa.

20 de marzo de 2019

¿Que prueba que detrás de algo considerado sobrenatural...

¿Que prueba que detrás de algo considerado sobrenatural existe en realidad la intervención de espíritus?

por Allan Kardec.

Se dirá, que si nosotros aceptamos aún la causa de un fluido desconocido; de todas maneras, ¿qué prueba la intervención de los Espíritus en que en esto está lo maravilloso, lo sobrenatural? .
Para resumirla en pocas palabras, diremos que está fundada, en teoría, sobre este principio:

"Todo efecto inteligente debe tener una causa inteligente"

En la práctica: sobre la observación que los fenómenos llamados espiritistas, habiendo dado pruebas de inteligencia, debían tener su causa fuera de la materia; que esta inteligencia no siendo la de los asistentes – esto es resultado de la experiencia – debía estar fuera de ellos; puesto que no se veía el ser en acción, debía entonces ser producto de un ser invisible.

Desde entonces fue, que de la observación se llegó a reconocer que este ser invisible, al cual se ha dado el nombre de Espíritu, no es otro que el alma de aquellos que han vivido corporalmente, y que la muerte ha despojado de su grosera envoltura visible, no dejándoles más que una envoltura etérea, invisible en su estado normal.

He aquí pues, lo maravilloso y lo sobrenatural reducidos a su más simple expresión. Una vez acreditada la existencia de seres invisibles, su acción sobre la materia resulta de la naturaleza de su envoltura fluídica; esta acción es inteligente, porque muriendo, ellos no han perdido más que su cuerpo, pero han conservado la inteligencia que es su esencia; ahí está la llave de todos estos fenómenos reputados sin razón sobrenaturales.

La existencia de los Espíritus no es pues un sistema preconcebido, una hipótesis imaginada para explicar los hechos; es un resultado de observaciones y la consecuencia natural de la existencia del alma; negar esta causa es negar el alma y sus atributos. Aquellos que crean poder dar, de estos efectos inteligentes, una solución más racional, pudiendo sobre todo dar razón de todos los hechos, que tengan la bondad de hacerlo y entonces se podrá discutir el mérito de cada uno.

A los ojos de estos que miran la materia como la sola potencia de la Naturaleza, todo lo que puede ser explicado por las leyes de la materia es maravilloso o sobrenatural; y para ellos, maravilloso es sinónimo de superstición. Bajo este título la religión, fundada sobre la existencia de un principio inmaterial, sería un tejido de supersticiones; no se atreven a decirlo en voz alta, pero lo dicen bajito, y creen salvar las apariencias concediendo que es necesaria una religión para el pueblo, y para hacer que los niños sean sabios; luego, de dos cosas una, o el principio religioso es verdadero o es falso; si es verdadero, lo es para todo el mundo; si falso, tan malo es para los ignorantes como para las gentes ilustradas.

Conceptos Extractados de "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.

Manifestaciones extrañas de Espíritus


Manifestaciones extrañas de Espíritus


Así como una médico que escuchaba voces internas, otras personas tienen sus vidas invadidas por situaciones extrañas y aflictivas. Pierden el control emocional cuando comienzan a oír voces y ruidos, a ver imágenes y a tener convulsiones y desmayos.

“A veces llegan a nosotros personas que no comprenden lo que les está sucediendo”, dice la abogado Julia Nezu de Oliveira, vicepresidente de la Unión de Sociedades Espíritas del Estado de São Paulo. Para los espíritas, educar la mediumnidad, significa limitarla a ciertos momentos y encaminarla hacia el bien. Ella tiene varias formas de manifestación: las voces, la parlante o psicofonía, en la que el médium habla como si fuese otra persona, la videncia que puede volverse hacia el futuro o para visiones inexplicables, y, la curación, por cirugías espirituales, que son muy procuradas hoy.

Saber si esas manifestaciones extrañas vienen de los espíritus o de mecanismos de la mente humana es el principal conflicto entre los estudiosos creyentes y los escépticos. Es difícil establecer una frontera entre la mente y otra dimensión. “Sólo con la experiencia se sabe cuando un pensamiento es propio o de otro espíritu.

La telepatía, los presentimientos o la retrocognición— captar el pasado de otra persona—son fenómenos que conocemos y que son provocados por la misma persona. Pero la mediumnidad supera cualquier función psíquica”, dice la médico Marlene Nobre. Pero, ¿qué tienen los médiums de más que las personas comunes.

Se analizan ciertas particularidades en el funcionamiento cerebral y se sospecha que ciertas regiones como la glándula pineal (en el centro del cerebro), el lóbulo temporal y el sistema límbico (responsable por las emociones) son específicamente activados en el momento del fenómeno.

El científico Sérgio Felipe de Oliveira, de la USP, sustenta que hasta la respiración celular forma parte del proceso bioquímico de la mediumnidad, que sería responsable por la producción del llamado ecto-plasma, descrito como la energía humana capaz de posibilitar a los espíritus entrar en contacto con la materia. Muchas de las recientes teorías sobre el comportamiento del cerebro durante el trance tropiezan con revelaciones que supuestos espíritus ya habían anunciado décadas antes. La participación de la glándula pineal como forma de posibilitar la comunicación del médium fue descrita en una psicografía de Chico Xavier en 1945, por el espíritu de André Luiz.

Extractado de Anuario de la Federación Espírita Española.