15 de julio de 2019

No hay Pecado, ni Culpas a Expiar, ni Deudas a Pagar; solo Errores a Corregir

No hay Pecado, ni Culpas a Expiar, ni Deudas a Pagar; solo Errores a Corregir

por Allan Kardec.

Si le quitamos al hombre el espíritu libre, independiente y superviviente a la materia, lo convertimos en una máquina organizada, sin objeto, sin responsabilidad, sin otro freno que la ley civil, y bueno para ser explotado como un animal inteligente. No esperando nada después de la muerte, nada le detiene para aumentar los goces del presente; si sufre, tiene en perspectiva sólo la desesperación y la nada como refugio. Con la certeza del futuro, la de reencontrar a aquellos a los que quiso y el temor a ver de nuevo a aquellos a los que ofendió, todas sus ideas cambian. El Espiritismo, no ha hecho más que sacar al hombre de la duda sobre la vida futura, habrá además ayudado a su mejora que cualquiera de las leyes disciplinarias que lo retienen algunas veces, pero que no le cambian.

Sin la preexistencia del alma, la doctrina del pecado original no es solamente inconciliable con la justicia de Dios, que convertiría a todos los hombres en responsables de la falta de uno solo: sería un contrasentido muy poco justificable ya que, según esta doctrina, el alma no existía en la época a la que se pretende remontar su responsabilidad. Con la preexistencia, el hombre aporta renaciendo el germen de sus imperfecciones, defectos que no corrigió, y que se observan en sus instintos nativos, en sus propensiones a tal o cual vicio. Ese es su verdadero pecado original, y sufre muy naturalmente sus consecuencias, pero con esta diferencia capital que lleva la pena de sus propias faltas, y no la de la falta de otro. Y esta diferencia, a la vez consoladora, alentadora y soberanamente equitativa de que cada existencia le ofrece los medios de ganarse el perdón por la reparación, y de progresar, ya sea librándose de alguna imperfección, ya sea adquiriendo nuevos conocimientos, y esto hasta que estando lo bastante purificado, no necesite más la vida corporal, y pueda vivir exclusivamente de la vida espiritual, eterna y bienaventurada. Por la misma razón, el que moralmente progresó aporta, renaciendo, cualidades nativas, como el que progresó intelectualmente aporta ideas innatas; se identifica con el bien; lo practica sin esfuerzos, sin cálculo y, para decirlo así, sin pensar en ello. El que es obligado a combatir sus malas tendencias está todavía en la lucha: el primero ya venció, el segundo está venciendo. Hay pues virtud original, como hay saber original, y pecado o, mejor dicho, vicio original.

Extractos del Libro "Caracteres de la Revelación Espirita", por Allan Kardec.


14 de julio de 2019

¿Tienen Alma los Animales?

¿Que Sabemos de los Animales?

¿Tienen Alma los Animales?

por Isabel Porras González

Allan Kardec siempre nos recomendó la práctica de la razón y la lógica; pues bien vamos a reflexionar: Si el PRINCIPIO Espiritual ya viene caminando desde el mineral, aunque de una forma muy rudimentaria que a veces se nos escapa al entendimiento. ¿Cómo podemos pensar que los animales no tengan alma después de haber conquistado un status en la escala de la evolución bastante significativo?

¿Nos parecería lógico tener a unos hermanos inferiores, los cuales, en muchas ocasiones, demuestran más sentimientos que los humanos, sin un PRINCIPIO Espiritual, que los ayudase a caminar en el arduo camino de la evolución? ¿Solo un armazón de carne y huesos y nada más?

¿Podemos pensar que esos rasgos tan evolucionados de conducta en muchos animales, se deba a unos seres sin alma o principio espiritual? ¿O al acaso, al que se recurre siempre que no tenemos explicaciones o respuestas? Sería, como dice Allan Kardec, un acaso muy inteligente, ¿no?

En el Libro de los Espíritus, pregunta 597, Allan Kardec plantea esta cuestión: Puesto que los animales poseen inteligencia que les confiere cierta libertad de acción, ¿existe en ellos un principio independiente de la materia? R. Sí, y que sobrevive al cuerpo. Y en la pregunta 597ª. Ese principio ¿es un alma similar a la humana? R.Es también un alma, si así lo queréis. Ello depende del sentido que se dé a esta palabra. Pero es inferior a la del hombre...

Algo con lo que estamos de acuerdo, por supuesto.

Por eso, a la pregunta de si tienen alma los animales, contestamos: Sí, tienen alma, pero, evidentemente, no un alma o espíritu como lo podemos concebir en seres humanos; porque en los animales, el PRINCIPIO Inteligente, no está desarrollado como en nosotros, seres superiores en inteligencia, aunque no siempre en sentimientos. En los animales, dependiendo de la evolución a la que hayan llegado, la Inteligencia y el PRINCIPIO espiritual, está comenzando a despertar. A medida que el animal evoluciona, ese PRINCIPIO va desenvolviéndose y su alma va adquiriendo mayores capacidades de sentir: no olvidemos que van caminando para el Reino Hominal. Sin embargo repito: sí tienen alma.
¿Qué es sino, el principio que habita en ellos? Confirmado por los Espíritus Superiores.

Tomado del Blog "Amanecer Espírita"

Estudiemos la ruta de nuestro milenario peregrinar en el tiempo

Prólogo de André Luiz (Espíritu)

Estudiemos la ruta de nuestro milenario peregrinar en el tiempo


Disfrutando de la comodidad en el océano de las facilidades materiales, los seres humanos no logran evadirse de los pesares de la soledad y de la angustia.
En ese navío prodigioso al que llamamos civilización, estructurado por una amplitud de conocimientos y primor de técnicas, los hombres, embarcados en él buscan el puerto que nosotros alcanzamos mediante el tránsito por la muerte.
Con todo, eso no nos impide que regresemos a bordo de la nave imponente para despertar el ánimo de los viajeros, nuestros hermanos, con el pasaporte inevitable para alcanzar el mismo país de la Verdad, al que arribarán mañana, como ayer nos aguardaba a nosotros.
Y volvemos porque la suntuosidad de la embarcación no está exenta de la bruma de la ignorancia que perturba la incursión entre los escollos del crimen, ni asegura contra la violencia de las tempestades que convulsionan su desplazamiento y amenazan su estructura.
Realmente, en ella alcanzamos una luminosa culminación en el sector de la cultura, en todo lo que se refiere a la protección de la vida física.
Sabemos equilibrar la circulación de la sangre para garantizar la seguridad del funcionamiento cardíaco; pero ignoramos cómo liberar al corazón de la cárcel de las sombras en que yace, muchas veces, inmerso en el pozo de las lágrimas, cuando no se halla encadenado a los monstruos de la delincuencia.
Identificamos la neuritis óptica con la disminución progresiva de los campos visuales y la tratamos con el medicamento apropiado para la preservación de los ojos; sin embargo, desconocemos cómo quitar las tinieblas de la visión del Espíritu.
Ofrecemos piernas y brazos artificiales a los mutilados; no obstante, somos decididamente incapaces de remediar las lesiones de los sentimientos. Actuamos con un amplio margen de éxito en los procesos patológicos de las células nerviosas, auscultando las deficiencias de vitaminas y enzimas que provocan la disminución de la tasa metabólica del cerebro; pero estamos inhabilitados para la anulación de los síndromes espirituales de aflicción y desesperanza que agravan la psicastenia y la locura. Estamos convencidos de que la hidrocefalia congénita proviene de la acumulación indebida del líquido cefalorraquídeo, provocando la dilatación del espacio por él mismo ocupado en el sector intracraneano; no obstante, no logramos percibir la causa fundamental que la provoca.
Con todo, volvemos para no confabular con aquellos que se sienten cómodos con los desequilibrios.
Retornamos para convivir con quienes contemplan el horizonte en medio de inquietudes y fatigas preguntando, en medio de llantos, sobre el final del viaje.
Con mi espíritu volcado hacia ellos –los torturados del corazón y de la inteligencia–, aspiro a escribir un libro simple sobre la evolución del alma en los dos planos, interconectados en la cuna y en la tumba, con las cuales se esboza la senda que nos lleva a Dios... Notas con las cuales, el médico desencarnado y sin pretensiones que soy –tomando como base de sus observaciones el material básico ya conquistado por la propia ciencia terrena, que también fue recogido de obras de respetables estudiosos–, pudiese decir algo respecto al cuerpo espiritual, en cuyas células sutiles nuestra propia voluntad sitúa las causas de nuestro destino sobre la Tierra.
Páginas en que se logre unir el concepto rígido de la ciencia –comprensiblemente prevenida contra toda afirmación que no esté fundada en la experimentación–, con el mensaje consolador del Evangelio de Jesucristo, del cual el Espiritismo contemporáneo se constituyó en el más alto representante en la actualidad del mundo... Un pequeño conjunto de definiciones sintéticas sobre nuestra propia alma inmortal frente al Universo...
Con todo, para esta empresa, carecía de muchos instrumentos, motivo por el cual me he valido de dos médiums diferentes* , en lugares distintos, dos corazones amigos que se ofrecieran a recibir mis humildes textos, con los que se integra mi comunicación.
Fue así, amigo mío, que este libro nació a través de misivas de un hermano a los hermanos que luchan y lloran.
Si no sientes el frío de la noche sobre el agitado mar de las pruebas humanas, distraído por las ilusiones que te llevan a burlarte de la misma Verdad, nuestras inquietudes, que tienes en tus manos, tienen un destino equivocado.
Pero si guardas contigo el estigma del sufrimiento, indagando sobre la solución de los viejos problemas del Ser y del dolor, si percibes la nube que preanuncia la tormenta y el remolino traicionero de las olas en que navegas, ¡ven con nosotros!... Estudiemos la ruta de nuestro milenario peregrinar en el tiempo para sentir el calor de la llama de nuestro propio Espíritu palpitar imperecedera en la Eternidad, y encendiendo la luz de la esperanza, percibiremos juntos, exaltados de alegría, que Dios, nuestro Padre de infinita bondad, nos trazó el divino destino para más allá de las estrellas.

ANDRÉ LUIZ Uberaba, 23-07-1958.

* A invitación del Espíritu André Luiz, los médiums Francisco Candido Xavier y Waldo Vieira recibieron los textos de este libro las noches de los días domingo y miércoles, respectivamente, en las ciudades de Pedro Leopoldo y Uberaba, Estado de Minas Gerais, Brasil. Las páginas psicografiadas por uno y otro pueden ser identificadas por el lugar de ubicación de cada uno. [Nota de los médiums.] Hasta fines de 1958, año en que fue psicografiado este libro, Chico Xavier vivió en Pedro Leopoldo, trabajando con su mediumnidad durante treinta y un años consecutivos, trasladándose a Uberaba en enero de 1959, donde residió hasta desencarnar, el 30-06-2002, a la edad de 92 años, cumpliendo con su provechosa mediumnidad psicográfica hasta nuestros días. [Nota del traductor].

Extractos del Libro "Evolución en dos mundos", por André Luiz-Chico Xavier

“Si mis Enemigos Supiesen el Daño que se Hacen Odiándome, no me Odiarían”

Odio y Perdón

“Si mis Enemigos Supiesen el Daño que se Hacen Odiándome, no me Odiarían”

por Sebastián de Arauco

Puede que alguno, juzgando a la ligera ese fenómeno de la fuerza de atracción, por afinidad, del pensamiento os diga: vaya una ley rara. Pero, si se considera que esa ley de vibración y atracción no ha sido creada para ser vehículo de odio, sino de amor, para unir las almas que se aman y contribuir a su felicidad; comprenderá mejor.

Cuando el sublime Maestro Jesús dijo: “Amad a vuestros enemigos”, no estaba enseñando tan solo moral, sino que también una psicoterapia para librarnos de los efectos destructores del odio. Porque, vivir odiando, no es vida; es un tormento.

Cuando una persona exclama: “Yo no le perdonaré lo que me hizo”; esa persona está cometiendo un gravísimo error, error que puede significarle muchos y muchos años de dolor. Porque, cada vez que se acuerda de ese acontecimiento, perjuicio u ofensa, está impregnando su alma con el magnetismo mórbido contenido en sus propias vibraciones de odio, que irán densificando y oscureciendo esa alma; y a más de que está fortaleciendo esa unión vibratoria con la persona odiada, quien al recibir el impacto de esas vibraciones de odio, percibe también (mentalmente) la figura de quien las envía, reaccionando también del mismo modo, con una andanada de odio, rencor o desprecio, según sea el caso. Y con esa actitud descabellada, ambas partes están destruyéndose mutuamente. ¿No os parece absurda esa actitud? Sin embargo, así acontece con harta frecuencia.

Alguien dijo: “Si mis enemigos supiesen el daño que se hacen odiándome, no me odiarían”. Esta frase contiene una gran verdad que todos debieran conocer; y que contribuiría grandemente a liberar al mundo del odio, causa de ¡tantas desdichas!.

Porque, aquel que odia está dando poder a su enemigo sobre su tranquilidad, sobre sus nervios, sobre su sueño, su presión sanguínea, su salud toda, y su propia personalidad. ¡Meditemos sobre esto! Por ello, insensato es responder al odio con el odio, rencor o malquerencia hacia aquellos que, por lo que fuere, llegasen a odiarnos; y sí con amor, deseos de bien, ya que de este modo, esas vibraciones cargadas de energía psíquica negativa, no penetrarán en nosotros y rebotarán: porque el amor genera energía positiva, conformando un campo magnético de protección.

Extractos de "Revista Amor, Paz y Caridad".

Vivimos Antes del Nacimiento y Reviviremos Después de la Muerte

Justicia y Progreso

Vivimos Antes del Nacimiento y Reviviremos Después de la Muerte

por León Denis.

De nuestras observaciones y de nuestras búsquedas se deduce así una gran ley: la pluralidad de las existencias del alma. Vivimos antes del nacimiento y reviviremos después de la muerte. Esta ley da la clave de problemas hasta ahora insolubles. Sólo ella explica la desigualdad de las condiciones, la variedad infinita de las aptitudes y de los caracteres. Conocimos o conoceremos sucesivamente todas las fases de la vida social, atravesaremos todos los medios. En el pasado, estábamos como estos salvajes que pueblan los continentes retrasados; en el futuro, podremos elevarnos a la altura de los genios inmortales, los espíritus gigantes que, semejantes a faros luminosos, alumbran la marcha de la humanidad. La historia de ésta es nuestra historia. Con ella, recorrimos las vías arduas, sufrimos las evoluciones seculares que relatan los anales de las naciones. El tiempo y el trabajo: he aquí los elementos de nuestros progresos.

Esta ley de la reencarnación muestra de manera brillante la justicia suma que reina sobre todos los seres. Por turno forjamos y quebramos nosotros mismos nuestras cadenas. Las pruebas horrorosas entre las que sufren algunos de nosotros son, en general, la consecuencia de su conducta pasada. El déspota renace esclavo; la mujer alta, la vanidosa de su belleza, repetirá un cuerpo informe y miserable; el ocioso volverá mercenario, encorvado a una tarea ingrata. El que hizo sufrir sufrirá a su vuelta. Inútil buscar el infierno en regiones desconocidas o lejanas, el infierno está en nosotros, se esconde en los pliegues ignorados del alma culpable, y sólo la expiación puede dar término a sus dolores.

Extractos del Libro "El Porqué de la Vida", por León Denis.

13 de julio de 2019

Hay Pocas Personas que no Tengan Conocimiento de Fenómenos Espíritas

Método

Hay Pocas Personas que no Tengan Conocimiento de Fenómenos Espíritas

por Allan Kardec.

No sería exacto decir que los espíritas que empiezan por la teoría, no tengan objetos prácticos de observación; por el contrario, los hay que a sus ojos deben tener mayor valor que los que puedan producir en su presencia, éstos son los hechos numerosos de las manifestaciones espontáneas, de las cuales hablaremos en los capítulos siguientes. Hay pocas personas que no tengan conocimiento de éstas al menos de oídas; muchas las han tenido ellas mismas, a las cuales sólo habían prestado una mediana atención. La teoría tiene por efecto darles la explicación de esto mismo; y decimos que estos hechos son de un gran valor, cuando se apoyan sobre testimonios irrecusables, porque no se puede suponer ni preparación ni connivencia. Si los fenómenos provocados no existían, no menos subsistirían los fenómenos espontáneos, y aunque el Espiritismo no tuviese otro resultado que el de darles una solución racional, esto sería ya mucho. Así es que la mayor parte de los que leen por adelantado, transportan sus recuerdos sobre estos hechos, que son para ellos una confirmación de la teoría.

Extractos del Libro "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.

Conversación con el Espíritu de una Persona Viva 5/11

El Espíritu por un Lado y el Cuerpo del Otro

Conversación con el Espíritu de una Persona Viva 5/11

por Allan Kardec.

24.¿Vuestro Espíritu se mantiene aún ligado por algún lazo a vuestro cuerpo? – R.: Sí, tengo perfecta consciencia de ello.

25. ¿A qué podéis comparar ese lazo? – R.: A nada que conozcáis, si no es a una luz fosforescente, en su aspecto, si podríais verlo, pero que no produce ninguna sensación sobre mi.

26. ¿Os afecta la luz de la misma forma; tiene la misma coloración que cuando veíais por los ojos? – R.: Absolutamente, ya que mis ojos sirven de alguna manera de ventana a la caja de mi cerebro.

27. ¿Percibís los sonidos con la misma claridad? – R.: Con más claridad aún, ya que percibo muchos que se os escapan. 28. ¿Cómo transmitís vuestro pensamiento al médium? – R.: Actúo sobre su mano para dirigirla ayudándome con una acción sobre el cerebro.

29. ¿Os servís del vocabulario existente en su cabeza, o le indicáis las palabras que debe escribir? – R.: Lo uno y lo otro, según mi conveniencia.

30. ¿El Espíritu cuyo cuerpo estuviera muerto sufriría las mismas dificultades para comunicarse a un médium completamente extraño a la lengua que hablaba en vida? – R.: Quizás menor, pero siempre existiría; ya os he dicho que, según la conveniencia, el Espíritu da al médium sus expresiones o utiliza las suyas.

31. ¿Vuestra presencia aquí fatiga vuestro cuerpo? – R.: De ninguna manera.

Extractos de "Revista Espírita 1860", por Allan Kardec.


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Reflexiones: Un Camino Embarrado

Reflexiones: Un Camino Embarrado


Tanzan Y Ekido iban un día por un camino embarrado. Caía una fuerte lluvia. Al llegar a un recondo, se encontraron a una joven encantadora con kimono y faja de seda, que no podía atravesar el cruce.

“Vamos, muchacha”, dijo Tanzan enseguida, y alzándola en brazos la pasó.

Ekido no volvió a hablar hasta la noche, cuando llegaron a alojarse en un templo. Entonces no pudo contenerse más. “Nosotros los monjes, no debemos acercarnos a las mujeres”, le dijo a Tanzan, “especialmente a las jóvenes y bonitas. Es peligroso. ¿Por que hizo usted eso?”.

“Yo dejé a la chica allá atrás”, dijo Tanzan. “¿Usted todavía la está cargando?”.

Muchas veces resulta difícil distinguir entre un problema real y uno mental. El problema real es aquel que a ojos de mil personas, todos ellos coincidirían que efectivamente nos encontramos ante un problema, como es el caso de una enfermedad terminal. En el otro caso probablemente, muchas de esa mil personas no lo considerarían como tal, pero a ojos de uno, puede llegar a ser un infierno difícil de superar.

Aprende a diferenciar lo que tus ojos ven, de lo que tu mente quiera que veas y recuerda. No permitas que un dolor, no te deje ver las alegrías que, día a día, la vida te vuelve a regalar.

12 de julio de 2019

¿No Podría Dios Librar a los Espíritus de las Pruebas?

Progresión de los Espíritus 

¿No Podría Dios Librar a los Espíritus de las Pruebas?

por Allan Kardec.

119 – ¿No podría Dios librar a los Espíritus de las pruebas que han de sufrir para alcanzar el primer orden?
– Si hubiesen sido creados perfectos no tendrían mérito para disfrutar de los beneficios de esa perfección. ¿Dónde estaría el merecimiento sin la lucha? Además, la desigualdad que existe entre ellos es necesaria para sus personalidades y la misión que cumplen en los diferentes grados de la escala está en los designios de la Providencia, para la armonía de Universo. Puesto que en la vida social todos los hombres pueden alcanzar las funciones más importantes, se podría preguntar también ¿por qué el soberano de un país no promueve a cada uno de sus soldados a general? ¿Por qué todos los empleados subalternos no son empleados superiores y maestros todos los discípulos? Pues entre la vida social y la espiritual existe aún la diferencia de que la primera es limitada y no permite siempre alcanzar todos los grados, mientras la vida espiritual es indefinida y deja a cada cual la posibilidad de elevarse al grado supremo.

 Extractos del Libro "El Libro de los Espíritus", por Allan Kardec.



Una pregunta parecida a esta pero referida a la ley de gravedad, podría ser... ¿Dios puede eliminar la ley de gravedad para que la vida se haga mas liviana?
Obviamente la respuesta sería NO, al igual que la respuesta a esta pregunta sobre librar las penas a los espíritus.

Existe Algo que algunos llaman Dios y en mi caso Sistema Divino. La diferencia es que la idea de Dios, pareciera dar a entender que es un Ser que podría ser mas benévolo o mas enérgico según le vengan las ganas o las simpatias por tales o cuales. No es así.
Dios es un conjunto de reglas o leyes, Ley de Dios o Sistema y tiene características que no podemos cambiar, ni el mismo Dios podría hacerlo porque no depende de Alguien sino que es Algo que no sabemos ni sabremos como fue que existe y porque, pero Es y la prueba está a la vista de cualquiera que es Algo Perfecto e Inteligente.

El Espíritu Inmortal

La Comprensión de la Muerte como Interfase de la Vida  

El Espíritu Inmortal 

Por Maria Cristina Zaina

La muerte debe ser vista como parte inherente del proceso de la vida, y los tratamientos instituidos deben estar centrados no en la lucha contra la enfermedad, sino buscando la mejor calidad posible del tiempo restante y el conforto del paciente.

El conocimiento espiritista al hablarnos de la inmortalidad, desmitifica este proceso al mostrar que la muerte no es nada más que una faceta de nuestra propia vida como Espíritus inmortales. Que ya la vivenciamos muchas veces y que nuestra esencia permanecerá después del abandono del cuerpo físico, pues la vida prosigue ininterrumpidamente.

Es la certeza de que nuestros amores que ya partieron o que están por desencarnar no se perderán en el infinito; que es posible encontrarlos durante el sueño y que estarán siempre próximos a nosotros a través de los sentimientos y de los pensamientos afines, para los cuales no existen barreras. Todo esto nos sirve de profundo consuelo ante el dolor inevitable de la separación física.

Y al contrario de lo que pueda parecer, la constatación de que ella llegará para todos nosotros asociada a la consciencia espiritista, deberá llevarnos a reflexiones profundas sobre nuestras propias vidas y de cómo queremos morir; de la importancia de prepararnos -y también a nuestros familiares para estos momentos.

Morir para renacer. ¡¡¡Progresar siempre es la ley!!! Existimos para aprender y, por tanto, debemos aprender no solamente a vivir, sino también a morir. La desencarnación es el proceso por el cual evaluamos todo cuanto ya comprendemos de la propia vida.

La muerte siempre fue condición humana. Es preciso que retomemos la consciencia de esto y la tratemos como merece y debe ser tratada: proceso natural y muchas veces, libertador.

Extractos del Boletín "Flama Espírita"

Casos Increíbles de Lesiones Graves

El Periespíritu y los Miembros Fantasmas

Casos Increíbles de Lesiones Graves


En la obra "Espiritismo Dialéctico” (1960), del pensador espírita argentino Manuel S. Porteiro, encontramos hechos asombrosos para los psicólogos, mostrando, claramente, que los individuos con lesiones graves, incluso en los centros nerviosos, continúan comportándose naturalmente:

1) Caso presentado en la Academia de Ciencias de Paris por el Dr. Aguepin, el 24 de Marzo de 1945: "Después de operar un soldado que había perdido enorme parte del hemisferio cerebral izquierdo (sustancia cortical y blanca, núcleos centrales etc.), comprobó que el mismo continuó con su comportamiento normal, a despecho de las lesiones y pérdidas de circunvoluciones básicas para las funciones esenciales”.

2) Tamto Lisboa, llamado el Lusitano, publicó, en su libro "Práctica Médica”, de finales del siglo XVI, el siguiente caso: "Un niño de 10 años recibió un fuerte golpe en el cráneo, que cortó el hueso y la membrana meníngea, con pérdida de masa encefálica. Al contrario de lo esperado, la herida cicatrizó. Tres años después, moría hidrocéfalo. El cráneo fue abierto y, para espanto de los médicos, no se encontró el cerebro: en su lugar había líquido. Ese hecho fue considerado extraordinario, pues el niño vivió durante tres años en esta situación con plenitud de sus facultades psíquicas...”.

Para explicar éste y otros casos análogos, los materialistas recurren a la hipótesis del fisiólogo francés Pierre Flourens, según el cual un hemisferio cerebral podrá suplir la falta de otro. Y qué dirán en cuanto a la ausencia total de la masa encefálica? Ahí es que el materialismo se ve obligado a ceder terreno a la Ciencia Espírita y, no sólo en esos fenómenos, sino también en otros, estudiados por la Psicología de manera carente o insatisfactoria, como, por ejemplo, la doble personalidad.

Con el Espiritismo, se puede llegar a una conclusión: ir más allá e interpretar lo inexorable, esto es porque la respuesta está en nosotros mismos, en el conocimiento de la esencia del ser humano y de las partes en que está compuesto!

Tomado del Sitio "Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís"

11 de julio de 2019

CARLOS NORBERTO FONTINOVO

CARLOS NORBERTO FONTINOVO

(1936 – 2009) Argentina


Carlos Norberto Fontinovo nació en la Ciudad de Buenos Aires el 29 de abril de 1936. Su familia se instaló en Villa del Parque y luego en Floresta. Fue único hijo y con su familia, desde pequeño, concurre a la Sociedad "Luz Justicia y Caridad".

Desde muy joven trabajó para el Ideal Espírita y en el año 1959, con otros jóvenes, formó en su sociedad la Agrupación Infanto Juvenil "Léon Denis", de la cual fue su primer Presidente.

En 1960 con otros contemporáneos, en la CEA, dieron vida a la Federación Espiritista Juvenil Argentina -FEJA- en la cual trabajó permanentemente desde diversas áreas, siendo su Presidente durante los años 1971 y 1972. Hizo valiosos aportes para el Boletín de la FEJA, colaborando en su confección y armado.

Con su compañera de toda su vida, Blanca Moreno, tuvo cuatro hijos, que les han dado seis nietos.

También trabajó durante diez años dirigiendo la Revista "La Idea" y fue asesor de la misma hasta su desencarnación.

En épocas aciagas para el Espiritismo confederado (1975-1981), de verdadero desmantelamiento material y espiritual de la Casa Madre, junto con otros hermanos del Ideal, dio vida y formó parte del Movimiento al Servicio del Espiritismo -MASDE-, donde se desempeñó como Secretario General.

Al recuperarse la CEA para los espíritas de verdad, desempeñó los cargos de Secretario de Difusión y, más adelante, como Vicepresidente.

Además de realizar las tareas brevemente reseñadas, nunca descuidó la labor doctrinaria y mediúmnica de su sociedad en la cual fue Presidente durante los años 1979-1984 y 1989-1995, ocupando además otros cargos como el de Tesorero, Secretario de Actas y Vicepresidente. También colaboró con los socios en las emisiones del Boletín "LUZ".

Se destacó siempre por sus conocimientos doctrinarios, siendo un referente permanente de consulta de los jóvenes, incansable lector, siempre predispuesto al trabajo y su facilidad para la oratoria lo llevó a disertar en otras casas espíritas dentro del país y fuera de él.

Aquejado por su enfermedad y con el agregado del propio proceso de enfermedad de su mujer, empezó a mermar su presencia en su institución, mientras, día a día, daba muestras de su decadencia física. No obstante ello, su lucidez le permitía seguir siendo la guía y el ejemplo para sus hermanos, en lo que respecta a la comprensión e interpretación del Ideal, por su conocimiento y por su coherencia conceptual.

En el último tiempo, requería atención y cuidados permanentes, recluyéndose en su hogar bajo la atención y el cuidado de sus hijos, quiénes eventualmente lo traían a nuestra sociedad, porque tal era su deseo cuando el físico lo acompañaba. El sábado 21 de noviembre de 2009, Carlos Norberto Fontinovo partió a la patria espiritual, dejándonos como legado una vida dedicada al Ideal Espírita, su conocimiento del Ideal Codificado por Kardec, su vehemencia para defender la Doctrina Espírita, para estimular a la juventud a continuar la senda de sus mayores y esencialmente, su humanismo, que ponía en práctica a toda hora, en todo momento y bajo cualquier circunstancia.

Fuente consultada:
Asociación Espiritista “Luz, Justicia y Caridad” Ciudad de Buenos Aires

Tomado del Sitio "Confederación Espírita Argentina".

Enseñar a los Niños los Principios del Espiritismo es Deber de los Padres

Educación en el Hogar

Enseñar a los Niños los Principios del Espiritismo es Deber de los Padres

por José Herculano Pires

La educación espírita comienza en el hogar. En las familias espiritas es deber de los padres iniciar a los hijos en los principios doctrinarios desde temprano. La falta de comprensión de la doctrina hace que ciertas personas piensen que los niños no deben preocuparse con el asunto. Estas personas se olvidan de que sus hijos necesitan de orientación espiritual y que esta orientación será tanto más eficiente cuanto más temprano les fuere dado. Kardec, en un trecho de la Revista Espírita, cuenta como en Francia, en su tiempo, la educación espírita en el hogar comenzaba a producir maravillosos efectos.

Será preciso no olvidar que los niños son espíritus reencarnados, espíritus adultos que se visten, como enseña Kardec: «con el ropaje de la inocencia» para volver a la Tierra e iniciar una vida nueva. Los espíritus que se reencarnan en familias espiritas llegan a este medio para recibir desde temprano el auxilio que necesitan. Los padres que, con el pretexto de respetar la libertad de escogencia de quien aún no puede escoger, o de no forzar a los hijos a tomar un rumbo seguro en la vida, dejan de iniciar a los hijos en el Espiritismo, estarán faltando con sus deberes más graves.

Enseñar a los niños el principio de la reencarnación, la ley de causas y efectos, la presencia del ángel-guardián en sus vidas, la comunicabilidad de los espíritus y así por delante, es un deber inalienable de los padres. Pensar que esto puede asustar a los niños es crear temores innecesarios e ignorar que los niños ya traen consigo el germen de estos conocimientos y también que están más próximos del mundo espiritual que los adultos.

Descuidar la educación espírita de los hijos será negarles la verdad. El mayor patrimonio que los padres podrán legar a los hijos es el conocimiento de una doctrina que les garantizará la tranquilidad y la orientación cierta en el futuro. Los padres que temen dar educación espírita a los niños no tienen una noción exacta del Espiritismo y por esto mismo no confían en el valor de la doctrina que abrazan.

Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"

Se es Feliz o Desgraciado según el Bien o el Mal que se Hizo

El Cielo

Se es Feliz o Desgraciado según el Bien o el Mal que se Hizo

por Allan Kardec.

En el intervalo de las existencias corporales, el espíritu vuelve, por un tiempo más o menos largo, al mundo espiritual, en el cual es feliz o desgraciado según el bien o el mal que hizo. El estado espiritual es el estado normal del espíritu, ya que ese debe ser su estado definitivo, puesto que el cuerpo espiritual no muere, y el estado corporal sólo es transitorio y pasajero. En el estado espiritual, sobre todo, el espíritu recoge los frutos del progreso logrados por su trabajo realizado por la encarnación.

También se prepara para nuevas luchas y toma las resoluciones que se esforzará en practicar a su vuelta a la Humanidad. El espíritu progresa igualmente en la erraticidad. Allí adquiere conocimientos especiales que no podría lograr en la Tierra, y sus ideas se modifican. El estado corporal y el espiritual son para él el origen de dos géneros de progreso solidarios el uno con el otro, y por eso pasa alternativamente por estos dos modos de existencia.

Extractos del Libro "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.

VI Congreso Espírita Mundial 2010 - Jean Paul Evrard

VI Congreso Espírita Mundial 2010 - Jean Paul Evrard

“Las Leyes Morales”


Todas las leyes de la naturaleza son leyes divinas, ya que Dios es el autor de todas las cosas. El sabio estudia las leyes de la materia, el hombre de bien estudia las del alma y las practica. Entre las leyes divinas, unas rigen el movimiento y las relaciones de la materia bruta: son las leyes físicas; su estudio es del dominio de la ciencia. Otras conciernen especialmente al hombre en sí mismo y a sus relaciones con sus semejantes y con Dios. Ellas comprenden las reglas de la vida del cuerpo, así como las reglas de la vida del alma: son las leyes morales.

La ley de Dios está escrita en la conciencia de los hombres. Por esta razón, todos nosotros podemos conocerla, pero todos no la comprenden; los que la comprenden mejor son los hombres de bien y los que quieren buscarla; sin embargo, todos la comprenderemos algún día, porque es necesario que el progreso se cumpla.

El amor al prójimo, enseñado por Jesús, es una enseñanza que resume la ley de Dios. Esta máxima encierra todos los deberes de los hombres entre sí; pero hace falta mostrarles su aplicación, de otro modo la descuidarán como lo hacen hoy. Los hombres todavía necesitan reglas precisas; las ideas generales y demasiado vagas dejan demasiadas puertas abiertas a la interpretación.

Nuestro mundo ha llegado al final de un sistema, el período de transición anunciado. Desde un mundo de sufrimiento, nosotros entramos progresivamente en un mundo de regeneración. Esta transición no se hará sin grandes trastornos, a veces dolorosos …cuando la Filosofía Espírita sea bien comprendida, nuestra forma de ver la vida y de enseñar será diferente. La enseñanza de las matemáticas, de la ciencia, de la biología, de la química, no será ya más abordada desde un punto de vista materialista. Los estudios, cualesquiera que estos sean, no se llevarán a cabo únicamente como un medio para obtener una ganancia financiera. La pedagogía vista desde el punto de vista Espírita será una pedagogía humanista que tendrá en cuenta los intereses de todos y, sobre todo, se impartirá con el único propósito de hacer evolucionar todo el planeta y no sólo para nuestro interés personal y a menudo egoísta.

La investigación de todo tipo no se verá obstaculizada por la falta de recursos financieros pues la meta no será ya material, sino simplemente para ampliar el conjunto de conocimientos y para aportar saber y bienestar a nuestra humanidad a fin de llevarla cada vez más lejos en su proceso evolutivo. El trabajo ya no será considerado una necesidad o una obligación, será considerado como un deber y un deseo de contribuir al bienestar general. El hombre tendrá sed de conocimientos, ¡pues habrá comprendido la meta, por no decir la misión, por la cual él reencarnó aquí en la Tierra!

Seamos fuertes e inflexibles con nuestras debilidades y llenos de misericordia hacia nuestros hermanos. Seamos inflexibles con ese ser, nuestro ser que más de una vez tropezará de nuevo y que tendremos que levantar una y otra vez. Preparemos este mundo donde el Amor con “A” mayúscula, reinará absolutamente, ese mundo que será finalmente convertido en paraíso donde el hombre podrá dedicarse totalmente al estudio del universo, al estudio de Dios. Este Dios de amor que nos ha creado y hacia el cual volveremos un día, cuando hayamos aprendido a “Amar”.

Centenario del nacimiento de Francisco Cándido Xavier, “Contribuciones de su Obra Psicográfica”: “Ejemplo de vida” e “Impacto de la Obra en el mundo”.

Extractos de "Revista Espirita FEE"

10 de julio de 2019

Un Caso Notable en 1802

De Los Mediums

Un Caso Notable en 1802

por Allan Kardec.

Uno de los hechos mas extraordinarios de esta naturaleza, por la variedad y la extrañeza de los fenómenos, es, sin duda, aquel que tuvo lugar en 1802, en el palatinado (Baviera Rhenana), en Bergzabern, no lejos de Wiesenborg. Su mayor notabilidad estriba en que reunió, o poco menos, en un mismo sujeto, todos los géneros de manifestación espontánea ruidos que aturdían la casa, derrumbamiento de muebles, lanzamiento de objetos a distancia por manos invisibles, visiones, y apariciones, sonambulismos, éxtasis, catalepsias, atracción eléctrica, lamentos y sonidos aéreos, instrumentos que sonaban sin contacto, comunicaciones inteligentes, etc., y, lo que no es de mediocre importancia, la repetición de estos hechos durante dos años aproximados, como pudieron constatarlo numerosos testimonios oculares dignos de toda fe por su saber y por su posición social.

La relación auténtica de lo ocurrido, fue publicada, en su tiempo, por numerosos periódicos alemanes, y, especialmente, en un folleto hoy agotado y muy raro. La traducción completa de este folleto puede verse en la Revue Spirite de 1858, con los comentarios y explicaciones necesarios. Que sepamos, esta es la sola publicación francesa que se ha hecho de tal suceso. Aparte del interés sorprendente que tienen dichos fenómenos, son eminentemente instructivos, desde el punto de vista del estudio práctico del Espiritismo.

Extractos del Libro "Manual Práctico", por Allan Kardec.

Experimento Muestra que Existen 2 Realidades Diferentes al Mismo Tiempo


Experimento Muestra que Existen 2 Realidades Diferentes al Mismo Tiempo

Un paradójico experimento de pensamiento fue ideado en 1961 por el físico Eugene Wigner. Similar al gato de Schrödinger, el llamado "amigo de Wigner" postula que dos personas pueden experimentar dos realidades distintas de un mismo fenómeno físico.

Para empezar, se tiene un sistema cuántico con dos estados en superposición. El amigo de Wigner está en un laboratorio haciendo un experimento con un sistema de fotones entrelazados; una vez que hace una medición, el sistema colapsará y el fotón existirá en uno de dos estados: una polarización vertical o una horizontal. Pero, para Wigner, quien está fuera del laboratorio, sin saber el resultado de la observación, el estado cuántico seguirá en superposición. Incluso puede realizar un experimento  de interferencia y verificar que los fotones siguen en superposición. Así que Wigner y su amigo tendrán dos realidades objetivas coexistentes.

Este experimento teórico no es fácil de ejecutar pero, aparentemente, el físico Massimiliano Proietti y sus colegas han logrado poner la paradoja de Wigner a prueba -y parece ser que el Premio Nobel de Física tenía razón-. Los físicos lograron construir un experimento de seis fotones entrelazados para crear dos realidades alternativas. En el experimento, un físico que toma el papel del amigo de Wigner realiza la medición de la polarización del fotón y almacena el resultado. Otro físico, vicario de Wigner, luego hace la medición de interferencia.

El experimento produce un resultado perturbador: ambas realidades coexisten, pese a que producen resultados irreconciliables. Como dice la revista del MIT:

los resultados de Proietti y compañía sugieren que la realidad objetiva no existe. En otras palabras, el experimento sugiere que una o más de las asunciones -la idea de que existe una realidad en la cual podemos estar de acuerdo, la idea de que existe el libre albedrío o la idea de la localidad- deben de estar equivocadas.

De cualquier manera, nos dejan en un universo extraño: ya sea un universo que depende de nuestra conciencia observadora, un universo determinista o un universo donde las cosas están conectadas a distancia.

Sitio Web "Pijama Surf"   Leer artículo completo >>>


Los Rezos ¿Pueden llegarle a Dios?

Los Rezos ¿Pueden llegarle a Dios?

por Médium X

R: “sí, por supuesto.

Orar no es más que establecer una comunicación con Dios, siempre que lo hagas desde el corazón;

Ahora, sí lo que haces es una retahíla, te sabes unas palabras y las dices y son muy bonitas, pero no hay sentimiento, no llegan a nadie y a nadie es a nadie.”

Tomado del Blog "El Susurro del Ängel".

Presentimientos. Caso Marshall Wait


Los Fenómenos Premonitorios

Presentimientos. Caso Marshall Wait

por Patricia Saliba

Caso estudiado por el Dr. Hodgson y fue publicado por Myers en su trabajo sobre la Consciencia subliminal (Proceedings of the S. P. R., Vol. XI, Pág. 422). Marshall Wait escribió al Dr. Hodgson con fecha 30 de octubre de 1892:

“Le envío el relato de un incidente donde Ud. verá que mi vida fue salvada porque obedecí a un impulso que ciertamente no tenía su origen en una percepción consciente. Hace varios años, desembarqué en Stillwater (Minnesota) de un barco en el que había descendido el río Sainte-Croix. Era un pequeño barco particular, lo que hizo que ningún vehículo hubiera venido a esperar nuestra llegada. Cuando tocamos Stillwater, yo era el único pasajero a bordo y debí encaminarme solo hacia la posada. Eran las nueve de la noche, el cielo estaba sin estrellas y los almacenes que surgían a lo largo del descenso me impedían distinguir la claridad de la ciudad; finalmente, la hora, las nubes y la sombra de los almacenes se unieron para envolver la bajada en las más profundas tinieblas. Yo había estado una primera vez en Stillwater y conservaba una idea general de la ciudad, aunque hubieran pasado varios años desde entonces; sin embargo, estoy absolutamente seguro de no haber pasado nunca por la localidad donde me encontraba aquella noche.

Cuando bajé del barco, percibí a lo lejos las farolas de un puente a mi izquierda; y recordé que el puente estaba situado frente a la calle donde se encontraba mi hotel, me encaminé en esa dirección a lo largo de los muelles. Había recorrido una pequeña distancia, cuando de repente fui presa de un impulso irresistible a volver sobre mis pasos, a lo que instantáneamente obedecí. No veía nada, no sentía nada, no experimentaba siquiera la impresión de un peligro, sino únicamente la irresistible necesidad de volverme atrás.

Recuerdo perfectamente que mi razón se rebelaba y me trataba a mí mismo de tonto por haber abandonado la vía directa y haberme encaminado de través, con la perspectiva de perderme en el depósito de una estación tan embrollada y deber subir trepándome sobre alguna reja de diez pies de alto. Me reía de mí mismo y, caminando seguía apostrofándome: ‘¡Pero qué loco eres!
¿Por qué haces esto? ¿A dónde vas?’ Con todo, el impulso era más fuerte que mi razón y yo proseguía siempre, hasta el momento en que encontré el buen camino, luego el hotel; y no tardé en olvidar el incidente. El día siguiente, caí por casualidad en el entorno en cuestión. Descubrí que cuando, la noche anterior, me había devuelto bruscamente, me encontraba a algunos pasos del punto donde termina el plano del muelle que desemboca luego en el agua con una pendiente tan rápida, que nadie hubiera podido mantenerse allí, a menos que se hubiera aventurado con supremas precauciones.

Si, en la oscuridad, hubiera puesto el pie fuera de lo plano del camino, inevitablemente hubiera perdido el equilibrio y habría rodado hacia el río; y como no soy experto en natación y me estorbaban un pesado abrigo y un bolso en bandolera, sin lugar a dudas me hubiera ahogado. La importancia del hecho consiste en que (y lo afirmo bajo mi palabra de honor) mi temperamento no es en absoluto impulsivo, sino perseverante y razonador.

Por lo tanto, mi acción era contraria a mi naturaleza y las inútiles protestas de mi razón contra un procedimiento que me parecía absurdo y loco, me han persuadido de que este acto sólo es explicable de dos maneras: o fui influenciado por una inteligencia extrínseca o mi ‘subconsciente’ actuó de acuerdo a percepciones que mi ‘yo consciente’ no podía percibir. Subrayo que nunca en mi vida he tenido otra experiencia supranormal más que esta”.

Extractos de "Revista Le Journal Spirite".

9 de julio de 2019

Los Espíritus Conforman su Periespíritu con Los Elementos en que se Encuentran

Formación y Propiedades del Periespíritu

Los Espíritus Conforman su Periespíritu con Los Elementos en que se Encuentran

por Allan Kardec.

El periespíritu, o cuerpo fluídico de los espíritus, es una de las formas más importantes que adopta el fluido cósmico. Constituye la condensación de ese fluido en derredor de un centro de inteligencia o alma. Ya vimos que el cuerpo carnal basa su principio en el mismo fluido transformado y condensado en materia tangible. En el periespíritu, la transformación molecular se opera de otra manera, ya que el fluido conserva su imponderabilidad y sus cualidades etéreas. El periespíritu y el cuerpo carnal se originan en el mismo elemento primitivo: uno y otro son materia, aunque en estados diferentes.

Los espíritus conforman su periespíritu con elementos del medio en que se encuentran, es decir, que esta envoltura se integra con fluidos propios del ambiente; en consecuencia, los elementos constitutivos del periespíritu varían de acuerdo con los mundos. Júpiter es considerado un mundo muy avanzado en comparación con el nuestro. Allí la vida corporal no es de la materialidad grosera que hay en la Tierra, por lo que los cuerpos periespirituales deben ser de naturaleza infinitamente más quintaesenciada que en nuestro planeta. Ahora bien, al igual que no podríamos vivir en ese mundo con nuestro cuerpo carnal, nuestros espíritus no podrán penetrar en él con su periespíritu terrestre. Al abandonar la Tierra, el espíritu reviste su envoltura fluídica con los fluidos apropiados al mundo al que debe trasladarse.

La naturaleza de la envoltura fluídica se relaciona siempre con el grado de progreso moral del espíritu. Los espíritus inferiores no pueden cambiarla a voluntad y, en consecuencia, no les es posible por iniciativa propia trasladarse de un mundo a otro. Los hay cuyos cuerpos fluídicos, aunque etéreos e imponderables en relación con la materia tangible, son aún demasiado groseros, si así podemos calificarlos, en relación con el mundo espiritual, como para permitirles salir de su medio. Debemos incluir en esta categoría a esos espíritus que, en razón de ser sus periespíritus muy condensados confunden a éstos con sus cuerpos carnales pretéritos y, por ello, creen estar vivos aún. Estos espíritus, cuyo número es cuantioso, permanecen en la superficie de la Tierra al igual que los encarnados, creyendo ocuparse de sus asuntos. Otros, más desmaterializados, no lo son lo bastante, sin embargo, como para elevarse por encima de las regiones terrestres. Los espíritus superiores, por el contrario, pueden acercarse a los mundos inferiores e incluso encarnar en ellos. Extraen del mundo en que entran los elementos necesarios para recubrir la envoltura fluídica o carnal adecuada al nuevo milenio. Actúan como el noble que abandona sus hermosos ropajes para vestir momentáneamente el sayal, sin dejar por ello de ser un gran señor. Así es como los espíritus del orden más elevado pueden manifestarse a los habitantes de la Tierra o encarnar entre ellos en misión. Estos espíritus no traen consigo la vestidura, pero sí el recuerdo intuitivo de las regiones de donde vienen, percibiéndolas con el pensamiento. Son los iluminados en el país de los ciegos.

Extractos del Libro "El Génesis", por Allan Kardec.