31 de diciembre de 2019

Querer es Poder

Querer es Poder

por Amalia Domingo Soler

Discurso leído en el centro Barcelonés de estudios Psicológicos
Por Amalia Domingo Soler en Junio de 1893
Hermanos míos:
Como creo que estoy entre mi gran familia espiritista, no me parece que necesito decir lo que se acostumbra al  comenzar un discurso; pues los oradores en general, haciendo alarde de modestia, dejan sentado como principio que ocupan un lugar que no les pertenece, que reclaman por esto la benevolencia de sus oyentes y su indulgencia nunca desmentida.
Más yo digo: ¿Somos hermanos los espiritistas? ¿Vamos todos a un mismo fin?
¿Deseamos por unanimidad la propaganda de nuestros ideales filosóficos?¿Sentimos análogos deseos de sernos útiles los unos a los otros? ¿Soñamos con días mejores? ¿Trabajamos de común acuerdo para quitar las primeras piedras que entorpecen el paso por la ancha vía del progreso? ¿Tratamos de dejar expedito el camino para las nuevas generaciones?

¿Si o no?

¡Si! Dice nuestro credo: los espiritistas sois los obreros de la nueva era, los que estáis encargados de levantar las losas que cubren los sepulcros para decir a las multitudes: ¡Creéis que Dios al crear al hombre o al hacerle llegar por medio de las leyes de evolución a la categoría de ser racional, cuando éste piensa y siente, cuando sus ojos (telescopios humanos) ven los mundos y no se contenta con verlos, sino que por medio de la ciencia astronómica estudia sus condiciones atmosféricas, mide la altura de sus montañas, la anchura de sus mares, la extensión de sus valles y sus bosques, cuando le dice al rayo como le dijo Franklin: ¡Detente en tu descenso, que puedo más que tú!

Cuando surgen de su mente invenciones maravillosas, cuando acorta las distancias perforando las montañas y  analizando los mares, cuando es verdaderamente el reo de la creación, (mejor dicho el rey de la Tierra) porque en los otros mundos no sabemos aún qué papel representará la raza humana, pero ya es bastante con ser el rey del globo terráqueo y tener la soberanía de la ciencia, (que es la única soberanía que puede aceptar la razón) pues bien:
¿Creéis que Dios, después de darle al hombre corazón para sentir y cerebro para pensar en menos de un segundo, ha de inutilizar todo el trabajo de una inteligencia? ¿Creéis que de los grandes hombres, de los mártires, de las madres de todos los seres que han sufrido, que han amado, que han llevado su contingente al progreso universal, no queda más que la fea prenda de un muerto? (como dijo Zorrilla al contemplar el cadáver de Larra).
¿Creéis que todos los sacrificios, que todos los anhelos, que todos los heroísmos tienen por punto final una inscripción en una piedra y un enjambre de gusanos devorando un montón de materia putrefacta? ¡No! Sobrevive el alma; mejor dicho no tiene que sobrevivir, porque… nunca muere. Ni la millonésima parte de un segundo deja el Espíritu de sentir y de recordar. Pues bien: nosotros los espiritistas tenemos el deber de hacer ver a la humanidad en el error que ha vivido, creyendo los unos que todo terminaba con la muerte, los otros que devolvían al gran laboratorio de la naturaleza todas las energías, todas la fuerzas en el transcurso de una existencia para formar esa suma maravillosa de actividades que dan por resultado una fuerza eterna que impulsa a los mundos a girar dentro de sus órbitas. Por otra parte los creyentes de las religiones aceptando el cielo para los justos, infierno para los réprobos, purgatorio para los pecadores y limbo para los recién nacidos. Si los espiritistas tenemos que demostrar que la vida es eterna, que el progreso del alma es indefinido, que no hay cielo, ni infierno, ni purgatorio, ni limbo, que no hay más que mundos, que son las escuelas donde los espíritus aprenden las primeras letras, (sin llegar nunca a ser doctores en todas las ciencias) para este trabajo se necesitan muchísimos obreros, desde el sabio profundo y del racionalista científico, hasta el creyente de inmensa fe.
Para la propaganda del Espiritismo sirven todos aquellos que amen la verdad, que adoren el progreso, que reconozcan una causa suprema y acepten su ley que no tiene más que dos artículos: amor universal y ciencia sin límites. Y digo que sirven para la causa del Espiritismo las notabilidades científicas, las humildes, vulgares, medianas, y hasta los ignorantes que pasan completamente desapercibidos por la sencillísima razón, de que como no hay dos inteligencias que estén al mismo nivel de adelanto, a cada uno hay que hablarle en su lengua. Por ejemplo: ¿Trataremos de conversar con un ruso que no sepa el español, hablándole con la lengua de Cervantes? ¿Preguntaremos a un ingles que no entiende el italiano, que le parece el idioma de Dante del cual hacemos uso? ¡No! Si no hablamos el ruso buscaremos a un intérprete que nos ponga en relación con el extranjero; pues de igual manera se necesita propagar las verdades del Espiritismo hablándole a cada uno según su lengua, a los sabios con las demostraciones científicas que no dejan lugar a duda, a los humildes y a los desvalidos con las manifestaciones de los espíritus, con comunicaciones sencillas y conmovedoras que abren nuevos y dilatados horizontes ante los ojos de los proscritos, esas comunicaciones que devuelven a la madre desolada la tranquilidad perdida y al huérfano le dan aliento para continuar su penosa peregrinación; esas comunicaciones que llevan el convencimiento de la supervivencia del alma al escéptico, al ateo y al que sueña con la muerte como término feliz de sus desventuras.
Ahora bien; si para propagar el Espiritismo se necesita de los sabios y hasta de los seres más vulgares, ¿Por qué he de pediros vuestra benevolencia si el que cumple con su deber debe ser escuchado por sus hermanos? Si no con placer al menos con agrado, porque el compañerismo así lo impone. Yo por mi parte así lo creo, pues juzgo a los demás por lo que yo siento.
Cuando asisto a reuniones espiritas, con la misma atención escucho al sabio más profundo, que al humilde obrero que confiesa ingenuamente su ignorancia, porque uno y otro han tenido el mismo pensamiento: ser útiles a sus hermanos, y en realidad los dos lo son; yo me fijo mucho en las impresiones que recibe el auditorio, he observado con el mayor placer en distintas ocasiones, con qué satisfacción escuchan las mujeres del pueblo el discurso de un obrero de mediana inteligencia, lo que no acontece cuando habla un sabio. ¿Por qué no le entienden? Porqué les habla en griego, mientras que el anterior como al pan le llama pan y al vino vino, se quedan tan satisfechas, cumpliéndose el antiguo adagio que cada oveja con su pareja.
A mí me sucede con mucha frecuencia, que después de leer alguna obra notable experimento una desilusión tan completa respecto a mis escritos, que no tengo aliento para tomar la pluma, y cuando mi ánimo está más abatido recibo una carta de algún jornalero, o la visita de una pobre mujer que me dice: sobretodo me ha encargado mi marido que la felicite en su nombre, porque lo que usted escribe es lo que más le gusta, y a mí también: porque (aunque no sé leer) él me lee “la Luz” y pasamos muy buenos ratos. A su vez el jornalero me dice por escrito: “la Luz” va conmigo al campo y a la hora de la siesta la leo y me gusta mucho su diario, es el que entiendo mejor.
Esas sencillas palabras son un rayo de luz para mí; porque me hace comprender que he pecado de ingrata al sentir disgusto y desaliento porque no puede figurar mi nombre a la misma altura que el de los grandes escritores.
Yo también tengo mis lectores que aprenden en mis humildes escritos, mis narraciones son para ellos libros de texto. ¡Cuánto le debo a los espíritus!…
¡Sí hermanos míos! Ellos han sido para mí; padre, madre, protectores, guías; ellos me han hecho conocer la grandeza de Dios, ellos me han dicho lo que Cristo dijo a Lázaro; ¡Levántate y anda!

¡Andar! (dije con el mayor asombro) ¿Y para qué? ¿Qué padre me aguarda? ¿Qué madre me espera? ¿Qué hermanos me llaman? ¿Qué amigos me necesitan? Si yo soy una rama seca desprendida del árbol de la vida… Y aún cuando los tuviera, ¿Qué podría yo hacer por ellos? Si me falta el don más precioso que tienen los terrenales ¡La luz de los ojos! La luz que hay en los míos es débil, opaca, insuficiente para desempeñar ningún trabajo.
¡Querer es poder! Me dijeron los seres de ultratumba.
¡Querer!… (dije yo) según el diccionario, es tener voluntad, deseo y determinación de ejecutar alguna cosa, y poder es tener dominio, autoridad o manejo, es tener fuerza o actividad para resistir o sufrir; pero a mí ¿De qué me sirve querer si mi defecto físico no da lugar al trabajo y a la actividad, dejando anulados mis mejores deseos?
Lo crees tú así (replicaron los espíritus); pero tu certidumbre no se apoya en la verdad indestructible, todos sus fundamentos son falsos. Comienzas por decir que no tienes familia ni amigos; y tu familia en el espacio es numerosísima y el número de tus amigos a ti te corresponde multiplicarlo por tu esfuerzo en practicar el bien incondicionalmente, por tu abnegación sin límites, por tu sacrificio y tu heroísmo.
No siempre has sido una vulgar médium, tu inteligencia ha tenido su época de florecimiento, pero antes de dar sazonados frutos dejastes secar sus raíces (metafóricamente hablando), mas éstas si tu quieres retoñarán; porque no te faltarán espíritus amigos que te darán sencillas inspiraciones en armonía con el desarrollo intelectual que hoy posees, no serás médium mecánico ni inconsciente, pasará por el tamiz de tu razón todas las comunicaciones que recibas para que de ese modo tu inteligencia comience a recordar algo de su ayer; y hasta el último instante de tu vida planetaria te inspirarán los espíritus, guiarán tus pasos inseguros siempre que tu desagradecimiento no los aleje de ti; porque ellos no dominan por sorpresa, no imponen arbitrariamente su voluntad. Ofrecen su cooperación a los obreros del progreso, y si éstos los rechazan los dejan en completa libertad de acción; si no tiene el médium enemigos implacables en el espacio ni se ha dejado dominar por algún Espíritu, y no existiendo enemistades invisibles ni obsesión declarada, sino buenas relaciones medianímicas, éstas se prolongan lo que el médium quiere cuando éste es dueño de su voluntad.
Escribe lo que te inspiren los espíritus y lo que confusamente recuerdes de tu ayer, y ese trabajo te hará progresar.
¡Escribir!… (exclamé con desaliento) ¡Se escribe tanto!… no hay nada nuevo debajo del Sol, como dice el adagio. ¿Qué podré decir? ¿Qué me podrán inspirar? si no encontrarán en mí los espíritus las condiciones necesarias para transmitir sus elevados pensamientos.
Déjate de vanos subterfugios (replicaron los invisibles) no te cuides de lo que hacen los demás, no repitas los adagios populares que muchos de ellos son palabras sin sentido, como lo es al decir, que no hay nada nuevo debajo del Sol. Los que humildemente confiesan su ignorancia (como a tí te sucede por ejemplo). ¿No serán nuevos para ti los arcanos de la ciencia, los descubrimientos maravillosos de los genios, y las invenciones siempre en aumento de los sabios? Pues cuentan que entre los terrenales no abundan las eminencias científicas sino las medianas y aún más las nulidades. Ahora bien; para dichas inteligencias a medio cultivar las unas, y sin cultivo las otras ¿No será nuevo todo lo que la ciencia manifieste, todo lo que la industria adelante, todo lo que el comercio se desarrolle, todo lo que las artes produzcan de bello y admirable?
Lo que le falta a muchos terrenales es el querer trabajar, y como no quieren no pueden adquirir el poder legal, la independencia honrosa que proporciona al hombre el empleo moderado de sus fuerzas físicas e intelectuales.

Muchos de vosotros decís, que la tierra es estéril, y al decirlo y al creerlo, cometéis pecado de impostura, porque la esterilidad existe en vosotros, no en la madre naturaleza que siempre prodiga y da a sus hijos mil por uno.
Hoy eres una hoja seca, como tu dices, que flota a merced del infortunio. Los pájaros tienen nidos, y sus cavernas las fieras, y tú… ¡No tienes hogar! ¿Sabes por qué? porque vienes obligada en esta existencia a poner tus primeras piedras. Te faltarían las fuerzas si tú misma tuvieses que hacer el trabajo, pero ¡Tienes tantos espíritus dispuestos a ayudarte! Que solo esperan que tú les digas venid, para acudir a tu llamamiento con el más noble deseo de serte útiles con sus inspiraciones. No te engañes a ti misma, alegando pretextos que sólo existen cuando falta voluntad y decisión para entregarse al trabajo. No eres tú la llamada a juzgar tus obras, ni a considerarlas más o menos útiles para una fracción de la humanidad. Procura únicamente no admitir más inspiraciones que aquellas que estén conformes con tu razón. No tengas el fanatismo y la humildad excesiva del creyente para aceptar como bueno cuanto venga de ultratumba; ni te dejes dominar por el orgullo de los aprendices de sabios, que todo lo encuentran defectuoso.
¡Querer es poder! Debes trabajar y te formarás un círculo de simpatías que harán tu estancia llevadera y aún agradable en la Tierra.
Seguí los consejos de los espíritus y he trabajado sin descanso más de veinte años propagando por medio de la prensa las verdades inconcusas del Espiritismo: cumpliéndose las profecías de los invisibles. Mi familia del espacio me alienta, y en este mundo mis  hermanos en creencias me dan pruebas inequívocas de su simpatía y de su afecto; y si esto he conseguido yo, ¿Cuánto más no podrán conseguir muchos espiritistas cuya instrucción y desarrollo intelectual es muy superior a mis escasos conocimientos y al vuelo de mis ideas?.
Me he convencido por mí misma que querer es poder, que conociendo el Espiritismo, puede el hombre levantarse de su postración y hacerse útil a la humanidad; trabajando del modo más apropiado a sus condiciones y actitudes especiales: no ambicionando imposibles, no queriendo adelantar los sucesos diciendo: ¡Yo quiero de la vida todo o nada! Como cuentan que decía Carlos I el que presenció sus funerales en el monasterio de Yuste.
El todo jamás será patrimonio del hombre, y la nada no existe, luego es inútil el exceso de ambición y el desprecio de todo cuanto tiene vida; lo mejor es, no reducir el tiempo al número de años que componen una existencia más o menos prolongada, sino darle al tiempo lo que es suyo de toda eternidad, el tiempo mismo. De esta manera hermanos míos, podemos ser útiles al progreso universal comenzando la utilidad por nuestro propio mejoramiento, teniendo la íntima convicción que de nosotros depende llegar a ser sabios y a ser buenos. ¿Cuando? ¿Donde? ¿De qué modo? Pues muy sencillamente, trabajando, no confiando en los esfuerzos de los demás y sí en nuestras vigilias, estudios y abnegación; porque cada uno es el redentor de si mismo. Los redentores de los pueblos son figuras creadas por las religiones; no se puede redimir a un pueblo a una hora dada, porque como es imposible que todos los que lo componen tengan el mismo adelanto moral e intelectual, la virtud y la grandeza del redentor no será comprendida y admirada por todos de igual manera; por consiguiente, no puede redimirse a la vez el justo impecable y el réprobo impenitente, el sabio profundo y el humilde ignorante, el ingenuo que lleva el corazón en la mano y el soldado hipócrita, el ávaro y el dadivoso, el fanático intransigente y el libre pensador racionalista. No hay redenciones en época fija, la redención es permanente, continua, eterna, porque siempre hay espíritus que trabajan en su perfeccionamiento.
Yo me fijo mucho en las pequeñeces, en esos detalles que pasan completamente desapercibidos, como pasan los átomos a simple vista y sin embargo, la cohesión de los átomos forman los mundos. Yo estudio más en la ingenua comprensión de un hombre franco, que en un tratado de filosofía; y me ha hecho pensar profundamente la conversación que tuve algunos días con dos espiritistas que han venido de lejanas tierras sin conocerse el uno al otro. Con el primero que hablé, es un hombre del pueblo que me decía con esa franqueza que vale más que todos los formalismos sociales.
Créame usted, Amalia; hace muchos años que estudio el Espiritismo, estoy convencidísimo que es un tejido de verdades; mis ocho hijos no tendrán en mi biblioteca más que obras espiritistas para instruirse, pero… que no afirmen los escritos de nuestra escuela, (especialmente los que escriben en sentido místico) que el Espiritismo redimirá a la humanidad, en tal o cual fecha, y que todos entonarán el osana al progreso universal, gracias a sus enseñanzas verdaderamente evangélicas. ¡Sueño hermoso! ¡Divino! Tan Divino… que casi lo conceptúo irrealizable, ¡Porque hay espíritus que necesitan tantos siglos para desprenderse de sus vicios! y lo digo por experiencia. Yo soy lo que se llama un buen propagandista de nuestra doctrina, no pierdo una sola ocasión de vender libros espiritistas, regalar hojas, folletos y periódicos, y hablar de las comunicaciones de los espíritus, de sus instructivas y morales enseñanzas, de los fenómenos que he presenciado, en fin; que no hablo de otra cosa en mis viajes y con todas las personas que trato, y sin embargo a pesar de conocer tan a fondo el Espiritismo, tengo un gran defecto que no lo he perdido aún, y eso que hace catorce o quince años que no leo más que las obras espiritistas. Ya sea porque me ha costado mucho ganar lo poco que tengo, o que mi numerosa familia proporciona grandes gastos, o que es innato en mí el afán de atesorar, si por ejemplo compro una silla, al venderla intento sacar el máximo; y en mi interior me digo yo: estás obrando mal, porque engañas al comprador que se fía de ti, y tú sin riesgo ninguno lo engañas. Esto no te lo enseña el Evangelio del Espiritismo, esto no te lo aconsejan tus espíritus familiares, antes al contrario, te abominan un vicio tan feo, y sin embargo tu arrepentimiento no dura más que un segundo, y pecas cuantas veces se te presenta la ocasión propicia.
Creame Vd. Amalia, no canten victoria los escritores espiritistas, cuesta muchísimo a algunos espíritus desprenderse de sus vicios. Yo no niego que influye en el orden moral de la sociedad una predicación constante sobre la caridad, el amor, la protección mutua, la fraternidad universal y todo cuanto pueda influir en el mejoramiento de las costumbres. Es indudable que relativamente se irá ganando terreno; pero eso de creer y asegurar muy seriamente que la humanidad se redimirá a son de trompeta, es un absurdo; no puede efectuarse, porque no todas las creencias oyen a la vez la voz del progreso que llama a los hombres para formar una sola familia.
Esto me dijo el primero que me visitó por la mañana, vino por la tarde el segundo que es un comerciante y hablándome de lo desgraciado que era en cuestión de intereses, me dijo con la mayor sencillez:

Hace pocos días que compré una tienda, me engañó el vendedor diciéndome que era un establecimiento acreditadísimo, que se vendía tanto y cuanto; yo le creí y lo compré convenciéndome después que me había engañado miserablemente, y viendo que mientras más tiempo estuviera más dinero perdía decidí vender la tienda, es decir, vender los enseres que contenía a un mueblista; no el establecimiento, porque de venderlo tenía que engañar a otro como me engañaron a mí, y preferí perder unos ochenta duros, a causar la ruina de ningún padre de familia. Yo que sabía lo que había sufrido con el engaño, de ninguna manera quise que otro sufriera por mi causa, que bien claro nos lo dice el Evangelio. No quieras para otro, lo que no quieras para ti. Yo que me precio de ser espiritista, me parecía que deshonraba a mi escuela si fuera capaz de engañar a nadie. Yo que hago toda la propaganda que puedo, me parece que mis actos tienen que acentuar mis palabras.
La moral del Espiritismo me enseña a querer a mis semejantes y no es posible hacer daño a quien bien se quiere.
Yo no lo puedo remediar, sé que con este procedimiento nunca llegaré a ser rico; mi esposa me reconviene, aunque ella es lo mismo que yo incapaz de hacer daño a una hormiga pero en fin, toca tan de cerca los contratiempos de mi escasa fortuna, que no puede por menos que exhalar una queja, pero prefiero las quejas dentro de mi hogar a llevar a la casa de otro la intranquilidad y la desesperación.

¡Qué alma tan hermosa la de este Espíritu! ¿Por qué todos los hombres no serán como él?… si así fuera, ¡Qué agradable sería vivir en la Tierra! Más por hoy a de formar contraste la sombra y la luz.
¡Cuanta razón tiene el espiritista que primero me expresó lo que sentía! Se necesita aún mucho tiempo para que la humanidad pierda una mínima parte de sus defectos, pero nadie como los espiritistas pueden trabajar con más esperanza y más fe, (fe racional se entiende) en su mejoramiento moral e intelectual, pues saben sin la menor duda, que sus días nunca tendrán fin, que sus existencias serán innumerables, que los mundos irán abriendo ante ellos sus inapreciables tesoros, sus maravillas geológicas, sus flores, sus perfumes, sus cielos de colores, sus múltiples y esplendentes soles, sus brisas embalsamadas, sus aves de magnífico plumaje y armoniosos trinos, sus ciencias diversas, sus artes perfeccionadas, sus amores purísimos, sus goces no soñados por lo inefable, no adivinados por los deseos materiales, no presentidos por los proscritos de la Tierra.
Para alcanzarlos, para tomar posesión de esa herencia que no tiene fin, no se necesita más que poner en práctica el axioma

QUERER ES PODER.

¡Querer progresar! Luchar con íntima convicción de que se puede llegar a los cielos y alcanzar relativa perfección.
Eso es vivir; adquirir la persuasión de poder dejar un día de sufrir contemplando un porvenir lleno de luz y placer.
Saber que de esta prisión las murallas hundiremos si hay en nuestro corazón arranques de abnegación y el puro amor comprendemos.
¡Ese amor que no se explica, amor que no tiene nombre, amor que nos dignifica, amor que nos santifica, amor que redime al hombre!
Amor que los redentores para luchar han sentido; que hace a los hombres mejores; que por él brotan las flores del progreso indefinido.
Amor que pueden sentir el justo y el criminal; que todos pueden oír la voz de Dios al decir: Mi Ley es el Bien, no el Mal.
No hay razas desheredadas, no hay pueblo que sea elegido, no hay castas que condenadas a las lóbregas moradas, esclavas hayan nacido.
Esta íntima convicción de que existe la igualdad en la Ley de la Creación, que no hay más que evolución eterna en la humanidad.
Me da fuerzas, me da aliento, ¡Esperanza! ¡Inmensa fe!… y llena mi pensamiento algo grande que presiento, pero que explicar no sé.
¡Bien haya en el Espiritismo! Porque ha venido a inundar de clara luz el abismo donde el ciego escepticismo todo lo quiere negar.

¡Bendita revelación de nuestros deudos de ayer! Que ha dado a nuestra razón, que querer es poder.

Tomado del Blog "La Luz del Camino"

Cuando una Idea no tiene Raíces, puede Causar un Brillo Pasajero, pero en poco Tiempo Muere

Propagación del Espiritismo

Cuando una Idea no tiene Raíces, puede Causar un Brillo Pasajero, pero en poco Tiempo Muere

por Allan Kardec,septiembre de 1858

El Espiritismo ha tenido, pues, que marchar sin el apoyo de ningún auxilio extraño, y he aquí que, en cinco o seis años, se ha difundido con una rapidez prodigiosa. ¿De dónde ha sacado esa fuerza, sino de sí mismo? Es necesario, pues, que él tenga en su esencia alguna cosa muy poderosa para ser así propagado sin los medios estimulantes de la publicidad. Es que, como lo habíamos dicho anteriormente, quienquiera que se dé el trabajo de profundizar en él, encuentra lo que buscaba, lo que su razón le hacía entrever, una verdad consoladora; en resumidas cuentas, extrae de él la esperanza y una verdadera satisfacción. Por eso, las convicciones adquiridas son serias y duraderas: no son opiniones ligeras que un soplo hace nacer y que otro soplo hace desaparecer.

Alguien nos decía últimamente: «Encuentro en el Espiritismo una esperanza tan suave, extraigo de él consuelos tan dulces y tan grandes, que todo pensamiento contrario me dejaría muy desdichado, y siento que mi mejor amigo se me volvería insoportable si intentara arrancarme de esa creencia». Cuando una idea no tiene raíces, puede causar un brillo pasajero, como esas flores que se hacen crecer a la fuerza; pero, en poco tiempo, por falta de sustento, esa idea muere y ya no se habla más de ella. Al contrario, aquellas ideas que tienen una base seria crecen y persisten: acaban por identificarse tanto con las costumbres que, más tarde, uno se sorprende de que alguna vez se haya podido pasar sin ellas.

Extractos de "Revista Espírita 1858-1861", por Allan Kardec.

Consecuencias Generales de una Observación Completa sobre Espiritismo

Sistemas

Consecuencias Generales de una Observación Completa sobre Espiritismo

por Allan Kardec.

He aquí las consecuencias generales que se han deducido de una observación completa, y que forman ahora la creencia, se puede decir, de la universidad de los espiritistas, porque los sistemas restrictivos sólo son opiniones aisladas.

1º Los fenómenos espiritistas son producidos por inteligencias extra-corporales, o sea por los Espíritus.

2º Los Espíritus constituyen el mundo invisible; están por todas partes; cubren los espacios hasta lo infinito, los hay sin cesar alrededor nuestro, con los cuales estamos en contacto.

3º Los Espíritus reaccionan incesantemente sobre el mundo físico y sobre el mundo moral, y son una de las potencias de la Naturaleza.

4º Los Espíritus no son seres aparte en la creación; son las almas de aquellos que han vivido sobre la Tierra o en otros mundos, y que han dejado su envoltura corporal; de donde se sigue que las almas de los hombres son Espíritus encarnados, y que muriendo venimos a ser Espíritus.

5º Hay Espíritus de todos los grados de bondad y de malicia, de saber y de ignorancia.

6º Todos están sometidos a la ley del progreso, y todos pueden llegar a la perfección; pero como tienen su libre albedrío, llegan en un tiempo más o menos largo, según sus esfuerzos y su voluntad.

7º Son dichosos o desgraciados, según el bien o el mal que han hecho durante su vida, y el grado de adelantado a que han llegado. La dicha perfecta y sin mezcla sólo pertenece a los Espíritus que llegan al supremo grado de perfección.

8º Todos los Espíritus, en circunstancias dadas, pueden manifestarse a los hombres; el número de los que pueden comunicarse es indefinido.

9º Los Espíritus se comunican a través de médiums, que les sirven de instrumentos y de intérpretes.

10º Se reconoce la superioridad o inferioridad de los Espíritus en su lenguaje: los buenos sólo aconsejan el bien y no dicen sino cosas buenas: todo atestigua en ellos la elevación; los malos engañan y todas sus palabras llevan el sello de la imperfección y de la ignorancia.

Los diferentes grados que recorren los Espíritus están indicados en la Escala Espírita (El libro de los Espíritus, Libro. II, Cap. I, nº 100). El estudio de esta clasificación es indispensable para apreciar la naturaleza de los Espíritus que se manifiestan, sus buenas y malas cualidades.

Extractos del Libro "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.

30 de diciembre de 2019

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 89 »


Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 89 »

El asistente sonrió y aclaró:
–El infierno, en realidad, es obra nuestra, genuinamente nuestra, pero imaginémoslo así, en forma de una construcción indigna y calamitosa, en el terreno de la vida, que es la creación de Dios. Habiendo abusado de nuestra razón y conocimiento para generar semejante monstruo en el espacio Divino, nos compete la obligación de destruirle para edificar el Paraíso en el lugar en que lo hemos situado indebidamente. Para lograrlo, el infinito amor del Padre celestial, nos ayuda de muchas formas, para que podamos atender a su perfecta justicia. ¿Entendido?
La explicación no podía ser más clara. No obstante, Hilario parecía interesado en resolver cualquier duda y, tal vez por ello, preguntó nuevamente:
–¿Es posible que se puedan conocer cuáles fueron las existencias anteriores de Laudemira, con anterioridad a haber ingresado en la corte de Juana II?
–Sí –explicó Silas, tolerante–, será fácil conocerlas, pero no nos conviene, en un simple estudio, intentarlo, porque el asunto en sí, reclamaría largas cuotas de atención y de tiempo. Debe bastar que investiguemos la condición referida, para definir las luchas redentoras de ahora, ya que nuestras situaciones, en cualquier posición social en el mundo, ya sea en el campo de la influencia o en el de las finanzas, de la cultura o de las ideas, sirven como puntos vivos de referencia de nuestra conducta digna o indigna, en el disfrute de las posibilidades que el Señor nos facilita a título de préstamo, designando con claridad nuestro avance en la dirección de la luz, o nuestro aprisionamiento mayor o menor en los círculos de las tinieblas, por las virtudes conquistadas o por las deudas contraídas.
Los conceptos luminosos de Silas, eran un verdadero chorro de luz solar sobre mi entendimiento...
Aun así, mi compañero insistió:
–No obstante tus valiosos conceptos expuestos, en cuanto a la memoria en los planos inferiores, será interesante saber si Laudemira, antes de la actual existencia, llegaba a acordarse con nitidez de las situaciones por las que pasó en las difíciles pruebas a que te refieres.
Nuestro amigo, con la mayor tolerancia, aclaró:
–Hace ocho lustros que estoy en la Mansión, y acompañé su entrada en nuestra casa, hace, precisamente, treinta años. Había terminado su última existencia en el plano carnal, al comienzo de este siglo, y atravesaba largos sufrimientos en los planos de bajo nivel. Ingresó en nuestro Instituto acusando una terrible demencia y, sometida a hipnosis, reveló los hechos que acabo de narrar, hechos que constan, naturalmente, en la ficha que define su personalidad, en el archivo de las observaciones que nos orientan. Nuestros instructores, por tanto, no juzgarán necesario más amplio retroceso mnemónico por ahora, para prestarle auxilio.

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz


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Reflexiones sobre el Dolor 2/2

Reflexiones sobre el Dolor 2/2

Por Un Hermano Espírita

Los mayores portadores de este fluido son aquellos que han trabajado en la maleficencia, paga o gratuita, almas que deseaban el mal ajeno por dinero o por maldad, satisfaciendo las necesidades de otras personas.

Esos también serán sentenciados en el momento propicio, en el momento que ellos mismos entiendan el mal que han hecho y lo que les queda por reparar, es una verdadera expiación milenaria..
Los colores áuricos determinan el ingreso a cielos mejores, a estadios mejores.
Recuerdo un caso que comentaba Ramatis. Después de tanta maldad, hubo seres que decidieron sufrir en la cantidad parecida a los padecimientos brindados, muchos de ellos murieron en diferentes accidentes o formas violentas, muertes que estremecen los sentidos de cualquiera. Uno de ellos había sido jefe de una tremenda masacre y que el más endeudado estaba, aun as la bondad de Dios fue grande y este ser nació antes de la segunda guerra mundial, siendo joven en medio de ella. Era Judío polaco en realidad no lo recuerdo bien, pero es tomado prisionero de guerra.

En ese momento, el jefe de los exterminios era Josef Menguele, el terrible. Lo tomó como conejillo de indias, pues era fuerte y con mucha energía vital.
Su padecimiento fue ser blanco de los experimentos de Menguele, introduciéndole en su cuerpo pequeñas dosis de veneno y medicamentos en prueba, su materia sufrió horrores indecibles, padecimientos de todo tipo, hasta que llego el momento de dejar la tierra por colapso físicos, cosas que ya ni los seres de luz podían sostener.
Cuando llego al espacio y después de su despertar, sus color áuricos le daban la llave de paso para ingresar a la nueva morada, ya lejos de volver a padecer semejantes pruebas.

En la curva del gancho, mueren muchas personas destrozadas al caer un camión a un arrando en Brazil. El jefe de ellos es el primero que muere cuando llega al espacio se encuentra con un ser de ojos Celestes y tez pálida y cara de bueno. Se despierta y le dice Ya esta? El viejito amoroso le dice, Sí ya está!! En ese momento llantos de alegría brotaron por doquier y todo sufrimiento paso a ser nada, sólo un mal recuerdo, pero a consciencia que se había pagado mucho menos que lo que realmente se debía.

Cuando veas o escuches esos casos aterradores, recuerda siempre que hay una causa un efecto que a la larga se cumplirá, la voluntad de Dios y de ellos mismos, pues han firmado semejante muerte.

Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"


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DON RAFAEL GONZÁLEZ MOLINA


DON RAFAEL GONZÁLEZ MOLINA



Rafael González Molina, nació en Madrid el 13 de Marzo de 1920, y desde muy pequeño empezó a trabajar, pero esto no le impidió tener muchas inquietudes y pasión por la lectura, ya que desde muy joven leía a grandes escritores, como a Víctor Hugo y Alejandro Dumas. Cuando contaba con solo 11 años enfermó de tuberculosis, y estuvo hasta que se recuperó ingresado en un centro sanitario en Madrid. Trabajó en comercio vendiendo zapatos en su primer trabajo. Al cabo de unos años conoció a Doña Manuela Morata, una mujer joven católica con la que contrajo matrimonio y tuvo cuatro hijos. En el año 1954 emigraron a Brasil, a la ciudad de San Pablo, donde trabajó haciendo maquetas, de fotógrafo y abrió una tienda de confección de ropa para señoras. Allí en Brasil conocieron a un matrimonio espírita que poco a poco les fueron hablando de ello y prestándoles libros. Al principio tanto Rafael como su mujer, no creían mucho en ello hasta que un día cayó en sus manos “El Evangelio según el Espiritismo” y cuando lo leyeron se dieron cuenta de que eso es

lo que llevaban tanto tiempo buscando. Visitaron muchos centros espíritas pero sin que ninguno les convenciera, hasta que un día Manuela visitó el “Centro Espírita Hermano X” y le dijo a su marido que habían encontrado el centro que estaban buscando. Realizo en dicho centro cursos de pases espíritas, cursos de mediumnidad, cursos para dirigentes, trabajos de caridad, trabajo en mesas mediúmnicas atendiendo a espíritus sufrientes, impartiendo conferencias con la Federación Espírita de San Pablo. Toda la familia regresó a España en 1967, pero en España apenas existía el espiritismo y Rafael se sentía desubicado. En aquellos años estaba prohibido reunirse más de 8 personas sin tener un permiso y como era un obstáculo para formar centros espíritas, se reunían en casa y realizaban

trabajos mediumnicos. En el año 1977 edita su propia revista “Divulgación Espírita”, los primeros números eran fotocopias y al ver con el tiempo que tenia adeptos, se empezó a realizar en imprentas. A pesar de la dictadura franquista, Rafael conseguía distribuirla en los kioscos, y estuvo imprimiéndose hasta finales del año 1997. Promovió la legalización de Espiritismo, manteniendo reuniones, entregando libros espíritas al Estado para que fuesen autorizados y sellados, presentó un estudio y los primeros estatutos de la Asociación Espírita Española, y después de mucho trabajo, en 1981 pudo legalizar el espiritismo en España. En el 1982 se funda la actual Federación Espirita Española en la que él fue presidente hasta el año 1997. Importó de Brasil y Argentina libros espíritas y en 1985 creó “La Editora Espírita Española”. Fue el fundador del centro espírita Centro de Estudios y Divulgación Espírita, conocido como CEYDE. En 1992, concretamente el 27, 28 y 29 de Noviembre, se realiza en Madrid, en el Palacio de Exposiciones y Congresos del Paseo de la Castellana, el Congreso Mundial de Espiritismo, bajo el lema “Espiritismo, certero paradigma de la Humanidad” en el que participaron más de 700 congresistas nacionales y extranjeros y divulgaron el congreso por los distintos medios de comunicación. Dicha fecha abrió la puerta del espiritismo en España, realizándose congresos nacionales anuales por  toda la geografía española. Fue miembro fundador del Consejo Espírita Internacional siendo elegido como secretario general.

En Julio de 1997 fue operado de próstata de la cual no se repuso del todo y su salud se fue complicando, hasta que el 16 de Mayo del 2005 desencarnó.

No tenemos que olvidar nunca, que gracias a él, el espiritismo en España se pudo legalizar y a día de hoy seguimos trabajando para el bien.

Tomado del Sitio "Federación Espírita Española"

Tras la Muerte de Richet, la Prensa Mundial Prejuzgó la Muerte de la Metapsíquica

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La Realidad Espiritual del Hombre

Tras la Muerte de Richet, la Prensa Mundial Prejuzgó la Muerte de la Metapsíquica

por Miguel Vera

Tras la muerte de Richet, la prensa mundial prejuzgó que la Metapsíquica estaba muerta y había sido enterrada con él. Pero no sabían que cinco años antes, en 1930, Rhine y McDougall habían reiniciado las investigaciones metapsíquicas, en la Universidad de Duke, con la denominación de parapsicología. En 1940 el profesor Rhine anunciaba la comprobación científica de la telepatía, seguida de las demostraciones de otros fenómenos. Declaró posteriormente la existencia de un componente extra-físico en el hombre, con el beneplácito de investigadores de la Universidad de Londres, Oxford y Cambridge. Siguiendo el esquema de las investigaciones de Kardec, pero ahora enriquecido con los nuevos métodos y el auxilio del avance tecnológico, hizo esta proclamación: “La mente no es física, pues por medios no físicos actúa sobre la materia.

El cerebro es simplemente el instrumento de manifestación de la mente en el plano físico”. Eso equivale a decir que el hombre es Espíritu y no sólo un organismo biológico. Posteriormente a las demostraciones de la tesis de Kardec, siguieron las experiencias parapsicológicas. Uno a uno, los fenómenos investigados por Kardec fueron repetidos por aquellas. Surgió, entonces, la investigación más compleja y peligrosa: la de los llamados fenómenos theta, referentes a las manifestaciones de los Espíritus de los muertos. El profesor Pratt asumió la dirección del grupo theta de investigación, logrando resultados notables. Louise Rhine efectuó investigaciones de campo y confirmó la realidad de las apariciones y comunicaciones de Espíritus. Sólo faltaba la investigación de la reencarnación, más difícil aún por la imposibilidad de las pruebas materiales respecto a que una persona fuera realmente otra en una encarnación anterior.

El profesor Ian Stevenson, de la Universidad de California, se encargó de este sector, publicando un volumen que, prácticamente, confirma las investigaciones del coronel Albert de Rochas, en Paris. Estaban convencidos de la existencia de la reencarnación. Fueron prácticamente confirmadas por las investigaciones actuales (siglo XX y XXI) las realizadas anteriormente por Kardec y corroboradas por Crookes, Richet y tantos otros del siglo XIX. Resurgió así en el seno de las mismas ciencias, la concepción del hombre como Espíritu y el concepto de la muerte como una fase del continuum de la vida. El Espiritismo uniendo la ciencia con la filosofía y la moral, ofreció un saber que deja atrás creencias supersticiosas, credos dogmáticos y esquemas materialistas que caracterizaron etapas anteriores y abre un nuevo rumbo para el progreso evolutivo de la humanidad.

El desarrollo de las ciencias dio espacio al restablecimiento de la verdad espiritual del hombre, devastada por las religiones tradicionales. Fue Allan Kardec, el emérito Codificador, quien configuró dicho rumbo con el descubrimiento de la fenomenología espírita, confirmada y repetida posteriormente por insignes cientificistas del mundo entero, estableciéndose las condiciones necesarias para un desarrollo integral del ser humano.

Extractos de "Revista Espirita de la Federación Espírita Española"

La Resurrección

El Infierno

La Resurrección

por Allan Kardec.

“La resurrección de los cuerpos es un milagro, pero Dios hace otro milagro dando a aquellos mortales, gastados ya por las pruebas pasajeras de la vida, aniquilados ya una vez, la virtud de subsistir sin disolverse, en un horno en el cual se evaporarían los metales. Que diga que el alma es su propio verdugo, que Dios no la atormenta, pero que la abandona en el fatal estado que ella escogió, esto puede en rigor comprenderse, aunque el abandono eterno de un ser extraviado y atormentado parezca poco conforme con la bondad del Creador. Pero lo que se dice del alma y de las penas espirituales no puede decirse de los cuerpos y de las penas corporales. No basta que Dios retire su mano. Es necesario, al contrario, que la manifieste, que intervenga, que obre, pues sin esto el cuerpo sucumbiría.”

Los teólogos, suponen, pues, que Dios, en efecto, después de la resurrección, aquel segundo milagro del cual hemos hablado. Retira, primero, del sepulcro que los había devorado, nuestros cuerpos de tierra, los saca de allí tal cual fueron sepultados, con sus enfermedades originales y las degradaciones sucesivas de la edad, de la enfermedad y del vicio. Nos los restituye en aquel estado decrépito, tiritando, gotosos, llenos de necesidades, sensibles a una picadura de abeja, marchitos para las señales de vida y de muerte, y éste es el primer milagro.

Después, a estos cuerpos deleznables, prontos a volver al polvo de que salieron, impone una propiedad que nunca tuvieron, y he aquí el segundo milagro. Les impone la inmortalidad, aquel mismo don que encolerizado, decid más bien en su misericordia, retiró a Adán al salir del Edén. Cuando Adán era inmortal era invulnerable, y cuando cesó de ser invulnerable, fue mortal: la muerte fue inmediata al dolor.

La resurrección no nos restablece las condiciones del hombre inocente ni las del hombre culpable. Es una resurrección de nuestras miserias solamente, pero con un recargo de otras nuevas, infinitamente más horribles. Es, en parte, una verdadera creación, la más maliciosa que la imaginación se haya atrevido a concebir. Dios cambia de parecer, y para añadir a los tormentos espirituales de los pecadores tormentos carnales que puedan durar siempre, varía de repente, por un efecto de su poder, las leyes y las propiedades asignadas por Él mismo, desde el principio, a los compuestos de materia. Resucita carnes enfermas y corrompidas, y uniendo con un nudo indestructible aquellos elementos que naturalmente tienen que separarse, mantiene y perpetúa, contra el orden natural, aquella podredumbre viviente, la echa al fuego no para purificarla, sino para conservarla tal como es, sensible, quejumbrosa, ardiente, tal como la quiere, inmortal.

Extractos del Libro "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.

29 de diciembre de 2019

La Palabra "Rencarnacion", fue Creada por Allan Kardec

Universalidad de la Reencarnación

La Palabra "Rencarnacion", fue Creada por Allan Kardec

por José Reis Chaves

La palabra "rencarnacion", en Francés, fue creada por Allan Kardec en la segunda mitad del Siglo XIX, y traducida simultáneamente por sabios de la época como  "reencarnación", cuyo significado etimológico es  "acción de nuevo en la carne", esto es, el retorno del espiritu a un nuevo cuerpo.

Hasta entonces, utilizaba en general el termino renacimiento, entre casi todos los pueblos, para designar la idea de lo que entendemos hoy por reencarnación. Pero se empleaba también otros vocablos para expresar ese fenómeno de la búsqueda de un nuevo cuerpo por parte del espiritu desencarnado. Y entre esos vocablos se destaca transmigración, metempsicosis, metensomatosis y resurrección. La metempsicosis, mas común entre los Hinduistas, admite que el espiritu pueda volver reencarnado en un ser biológico de otra especie que no sea humana.

METENSOMATOSIS, PALABRA CREADA POR  ORÍGENES Y PLOTINO, Y QUE QUIERE DECIR CAMBIO DE CUERPO, PORQUE, EN REALIDAD, EL CAMBIO ES DE CUERPO, Y NO DEL ESPIRITU.

Ya en el caso de la palabra “resurrección”, palabra muy usada en la Biblia, era de sentido ambiguo para los Judíos, pues ellos no sabían exactamente si la resurrección seria del espiritu o del cuerpo, aunque prevaleciese mas el sentido de la resurrección del espiritu, mientras que el Cristianismo optó  por la  resurrección del cuerpo, cuando fue prohibida por el clero la divulgación de la reencarnación. Así fue que, en el Credo Católico, introdujo la expresión "creo en la resurrección de la carne", en vez  de "creo en la resurrección del espiritu", a pesar de  la enseñanza y exegesis bíblicos racionales y no dogmáticos, pues en la Biblia, en el Nuevo Testamento, consta claramente que la resurrección es del espiritu.

Tomado del Blog "El Espírita Albaceteño"

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 88 »


Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 88 »

–Pero –preguntó Hilario– cada vez que desencarnaba, en las cuatro existencias que citas, ¿continuaba ligada a las sombras?
–¿Cómo no? –exclamó el asistente–,cuando la caída en el abismo es de largo curso, nadie emerge de él de un sólo salto. Naturalmente, ella entraba por la puerta del sepulcro y salía por la puerta de la cuna, transportando consigo desajustes interiores que no podía curar de un momento a otro.
–Si su situación era, así, inalterable –dijo mi colega– ¿para qué regresar a nuevos cuerpos físicos? ¿No le bastaría sufrir su dolorosa purga aquí, en este plano, sin tener que renacer en la esfera carnal?...
–La observación es comprensible –agregó Silas pacientemente– no obstante, nuestra hermana, con el amparo de abnegados compañeros, volvió al pago parcial de sus deudas, acercándose a los acreedores reencarnados, a pesar de hallarse mentalmente unida a los planos inferiores, disfrutando de la bendición del olvido temporal, con lo que le fue posible, adquirir una preciosa renovación de fuerzas.
–¿Pero siempre consiguió rescatar, de algún modo, las deudas en que se había enredado?
–De algún modo, sí, porque padeció tremendos golpes en el orgullo que tenía cristalizado en el corazón... Con todo, a la par de eso, contrajo nuevas deudas, ya que, en ciertas ocasiones, no consiguió superar la aversión instintiva ante los adversarios a los que debía trabajo y obediencia, llegando al infortunio de ahogar una criatura que malamente ensayaba sus primeros pasos, con el propósito de herir el corazón de la casa en que trabajaba como sirvienta, tratando así de vengarse de las crueldades recibidas. Después de cada desencarnación, regresaba habitualmente a las zonas purgatoriales de donde procedía, con alguna ventaja en la liquidación de sus cuentas, pero no con valores acumulados, imprescindibles para la definitiva liberación de las sombras, porque todos somos tardíos en la decisión de pagar nuestras deudas, hasta el integral sacrificio...(67)
–Con todo, –volvió a decir Hilario– siempre que regresaba al plano espiritual, seguramente contaba con el auxilio de los bienhechores que procuraban refrenar sus desatinos.
–Exactamente, –confirmó Silas– nadie está condenado al abandono. No ignoráis que el Creador atiende a la criatura por mediación de las propias criaturas. Todo pertenece a Dios.
–¿Aun lo que llamamos el infierno? –preguntó Leonel, con preocupación.

MIS OBSERVACIONES
(67) Parecería que hay una etapa muy baja donde la denominan "sombras". Una zona de estado mental muy baja, con deudas graves, como lo muestran también en el Umbral. Aunque este último sería aun mas tenebroso y mas oscuro aún. Pasando esa etapa donde predomina la locura, el mal, se pasaría a enfermerías, ministerios o institutos de rehabilitación y para esos espíritus sería casi como el paraíso.

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz


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¿ Por qué las Zanahorias son Naranjas?

¿ Por qué las Zanahorias son Naranjas?


Zanahorias en Persia
Las zanahorias son un popular vegetal consumido a lo largo y ancho del mundo. Lo que muchos no saben es que en sus orígenes no eran una planta que se consumiera por su raíz, sino principalmente por sus hojas y semillas.

Fueron los persas de la antigüedad los primeros en comenzar a aprovecharla, y en aquellos tiempos, si bien tenía una raíz algo fibrosa, era muy pequeña y completamente blanca. Como buenos seres humanos, los persas notaron que la raíz tenía buena contextura y sabor si se sacaba de una planta joven, y comenzaron a aprovecharla además de las hojas y las semillas.

Alrededor del siglo X, la planta migró y llegó a Europa, en donde se desarrollaron variedades moradas. A estas alturas la raíz ya se había agrandado de manera considerable, y era el principal producto de la planta, pero en Persia seguía siendo blanca. Sin embargo, los persas se encontraron con que al mezclar sus variedades blancas con las variedades moradas europeas se obtenían nuevos colores, principalmente rojo y amarillo.

Holanda y la zanahoria
Y así siguió el asunto por siglos. Las zanahorias eran blancas y amarillas en Persia (con una que otra morada, traída de Europa) y lo opuesto ocurría en Europa, donde las novedades eran las zanahorias de colores claros y lo común las zanahorias moradas. Cada vez más, la planta se convirtió en un tubérculo y sus hojas y semillas dejaron de usarse. Es gracioso cómo funcionan este tipo de procesos.

Sitio Web "El Pensante"  Leer artículo completo >>>


Aparece un Pequeño Fenómeno, un Entretenimiento Risible para los Hombres

El Espiritismo y su Historia

Aparece un Pequeño Fenómeno, un Entretenimiento Risible para los Hombres

por Antonio Del Espino

El clero solo ha aceptado las presentaciones, que diremos santas, y la aparición familiar, las cuales le dieron un filón que explotó a su gusto; tal fue las misas y ex votos.

Llegada la humanidad a poseer un caudal de conocimientos regulares en ciencias exactas y materiales, ha podido deshacer rancias preocupaciones, aspirar a la libertad de pensar y de ahí, que naciera el racionalismo, que es el carácter especial de nuestra época. Basadas todas las ciencias en el experimento, desechado el empirismo, las ideas caducas, inservibles, de la religión católica, se iban a paso de carga; la duda, el escepticismo, el materialismo, en fin, tomaba cartas de naturaleza, por no llenar las aspiraciones del hombre ninguna de las escuelas espiritualistas.

Ante este marasmo, ante tal peligro, aparece un pequeño fenómeno, un entretenimiento risible para los hombres graves; la danza de las mesas. El año 1848 se distingue por la corriente danzante que se estableció en todo el globo, propagándose este entretenimiento de las reuniones donde, en confianza, se trataba de explicar este juego, por la influencia de la corriente magnética que producían todos los cuerpos de los asistentes puestos en relación por sus dedos; circunstancia sine qua non, podía llevarse a Cabo.
Los ligeros, triviales y poco pensadores; se hastiaron de este juego y le arrojaron o abandonaron como arrojan y desprecian al poco tiempo caballos, velocípedos y favoritos manjares. Pero hombres más discretos y pensadores, contemplaron el fenómeno desde mayor altura, y trabajando por robar a la naturaleza uno de sus secretos, la razón de aquel hecho, efecto de aquella causa, vieron con asombro que les entendía, que les hablaba, que tenia voluntad, puesto que ante sus dudas y tanto amor al estudio, bailaba acompasado primero, luego tatareaba algún aire nacional o ejecutaba trozos musicales.

¡Qué alegría, qué placer para estos hombres destinados a realizar tan grande obra; qué dicha, repito, ver que aquella mesa, aquel trípode obedecía a una inteligencia y que contestaba a la insinuación benévola que se le hacía por estos!

Extractos de "Revista La Revelación Año 1872", por Allan Kardec.

Fenómeno de las Apariciones pero Sobre el Cuerpo, es la Transfiguración

Apariciones. Transfiguraciones

Fenómeno de las Apariciones pero Sobre el Cuerpo, es la Transfiguración

por Allan Kardec.

Los espíritus pueden operar transformaciones en la estructura de su envoltura periespiritual: el periespíritu irradia y constituye en torno del cuerpo una atmósfera fluídica; un fenómeno análogo al de las apariciones puede producirse en la superficie misma del cuerpo. La forma real del cuerpo puede desaparecer más o menos completamente y revestir otras facciones bajo la capa fluídica, o bien las facciones primitivas vistas a través de la capa fluídica modificada, como a través de un prisma, pueden adquirir otra expresión. Si el espíritu encarnado, al liberarse, se identifica con las cosas del mundo espiritual, la expresión de un rostro feo puede mostrarse hermosa, radiante y hasta luminosa; si, por el contrario, el espíritu se halla dominado por malas pasiones, un rostro hermoso puede adquirir un aspecto horroroso.

Así se operan las transfiguraciones, que son siempre un reflejo de las cualidades y los sentimientos que predominan en el espíritu. Este fenómeno es el resultado de una transformación fluídica; es una especie de aparición periespiritual que se produce sobre el cuerpo vivo, a veces, en el momento de la muerte, en vez de producirse a distancia, como en las apariciones. Las apariciones de este género se distinguen de las restantes, porque generalmente son perceptibles por todos los presentes mediante los ojos del cuerpo, precisamente porque se basan en la materia carnal visible, mientras que las apariciones puramente fluídicas carecen de materia tangible.16

Extractos del Libro "El Génesis", por Allan Kardec.

28 de diciembre de 2019

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 87 »


Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 87 »

La enseñanza era preciosa, no solamente para los dos perseguidores que la observaban perplejos, sino también para nosotros que reconocíamos, una vez más, la infinita bondad del supremo Señor, que, aun en las más tenebrosas sombras, nos permite trabajar por el incesante engrandecimiento del bien como bendito precio de nuestra felicidad.
Mientras volábamos de regreso, Hilario, anticipándose a la curiosidad, inclinó la conversación hacia el caso de Laudemira. ¿Era conocida de Silas desde hacía mucho tiempo? ¿Había asumido compromisos tan graves con la maternidad? ¿Qué suponían los hijos, a su lado? ¿Acreedores o deudores?
Silas sonrió complaciente y explicó:
–Sin duda, creo que el proceso redentor de nuestra amiga, sirve como tema palpitante en los estudios de causa y efecto que estáis haciendo. Se entregó a una larga pausa, como consultando su memoria, y prosiguió:
–No podemos, así de improviso sumergirnos detalladamente en el pasado que le pertenece, ni puedo, por mí mismo, cometer cualquier indiscreción, abusando de la confianza que la Mansión me otorga en el ejercicio de mis deberes. No obstante, a título de utilidad para nuestra edificación espiritual, puedo adelantarles que las penas de Laudemira, en la actualidad, son consecuencia de pesadas deudas contraídas por ella misma, hace poco más de cinco siglos. Dama de elevada situación jerárquica en la corte de Juana II, reina de Nápoles desde 1414 hasta 1435, poseía dos hermanos consanguíneos que apoyaban todos sus planes de locura, vanidad y de dominio. Se casó, pero notando que la presencia del marido ponía trabas al desarrollo de las liviandades que marcaban su carácter, acabó por mandarle apuñalar. Viuda y dueña de bienes considerables, creció en prestigio por haber favorecido el casamiento de la reina, entonces viuda de Guillermo, Duque de Austria, con Jaime de Borbón, conde de la Marche. Desde entonces, asociada más íntimamente a las aventuras de su soberana, se confió a placeres y disipaciones, con los cuales perturbó la conducta de muchos hombres de bien, y arruinó las situaciones domésticas, elevadas y dignas, de varias mujeres de su tiempo. Menospreció las sagradas oportunidades de educación y beneficencia que le fueron concedidas por la bondad Celeste, aprovechándose de su privilegiada situación en la nobleza, para desviarse en la irreflexión y en el crimen. Así que, al desencarnar en el auge de la opulencia material, a mediados del siglo XV, descendió a pavorosas profundidades infernales, en donde sufrió el asedio de feroces enemigos que no le habían perdonado sus delitos y deserciones. Sufrió por más de cien años consecutivos en las tinieblas densas, conservando la mente fija en las ilusiones que le eran propias, regresando a la carne por cuatro veces consecutivas, gracias a la intercesión de amigos del plano superior, en tremendos problemas expiatorios, en el curso de los cuales, en la condición de mujer, aunque abrazando nuevos compromisos, experimentó pavorosos vejámenes y humillaciones de parte de los hombres sin escrúpulos, que asfixiaban todos sus sueños de felicidad...

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz


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Ciclos inaugurales de la razón

Evolución y Cuerpo Espiritual

Ciclos inaugurales de la razón


Ejercitándose en los marsupiales y cetáceos del eoceno medio, en los rinoceróntidos, cérvidos, antilópidos, équidos, cánidos, proboscidios y antropoides inferiores del mioceno, extendiéndose en los mamíferos más nobles del plioceno, incorpora adquisiciones de importancia entre los megaterios y mamuts, precursores de la fauna actual de la Tierra, alcanzando a los pitecántropos de la era cuaternaria, que antecedieran a las embrionarias civilizaciones paleolíticas, a la mónada vertida del Plano Espiritual sobre el Plano Físico (*) , atravesó las más severas cribas de la adaptación y selección asimilando los valores múltiples de la organización, reproducción, memoria, instinto, sensibilidad, percepción y preservación propia, penetrando, de tal manera, por las vías de la inteligencia más completa y laboriosamente adquirida, en los ciclos inaugurales de la razón.


Eslabones desconocidos de la evolución

Comprendiéndose que el principio divino fue aportado a la Tierra como una emanación de la Esfera Espiritual, trayendo en su constitución intrínseca el arquetipo para el cual estaba destinado, así como la bellota de la encina contiene en sí al árbol venerando que será en el futuro, no podemos limitar la experiencia al plano físico, simplemente considerado, dado que, a través del nacimiento y muerte de la forma, sufre constantes modificaciones en los dos planos en que se manifiesta, razón por la cual diversos eslabones de la evolución escapan a la investigación de los naturalistas, por expresar estados de la conciencia fuera del campo carnal, que es el que ven, pues en las regiones extrafísicas esa misma conciencia incompleta prosigue elaborando su vehículo sutil, por lo que puede ser clasificada como protoforma humana correspondiente al grado evolutivo alcanzado.

(*) Las expresiones Plano Físico y Plano Extrafísico, con frecuencia empleadas en estas páginas, fueron utilizadas por nosotros por la falta de términos más precisos que designen a las esferas de evolución para los Espíritus encarnados y desencarnados pertenecientes al hábitat de nuestro planeta. [Nota del Autor espiritual].

Extractos del Libro "Evolución en dos mundos", por André Luiz-Chico Xavier

Pues bien, ¿antes de encarnar qué sucede?

El Proceso de la Reencarnación

Pues bien, ¿antes de encarnar qué sucede?

por Cláudia Bernardes de Carvalho

Cuando el espíritu está desencarnado decimos que se encuentra en la erraticidad, término que designa el tiempo de estancia de un espíritu en la vida verdadera, la espiritual. El espíritu en la erraticidad piensa y obra por su libre voluntad. En ese momento el espíritu puede estar en diferentes niveles de conciencia, puede tener pleno ejercicio de sus facultades, estar en una situación de paz, de armonía, entre amigos y familiares queridos o puede encontrarse sumergido en sus pensamientos, envueltos en sus problemas, sufrimientos, sintiéndose solo y abandonado, pero en realidad junto a compañías infelices, sin capacidad de decisión.

Ese período en la erraticidad es relativo, condicionado a muchos factores, entre ellos, por ejemplo, tener que esperar que otros espíritus estén en condiciones de encarnar de nuevo en el plano físico para reparar faltas conjuntamente. También, por ejemplo,  puede verse obligado a aguardar el tiempo necesario a que alcance tener la lucidez mental y emocional necesarias para consolidar propósitos de renovación.

¿El espíritu solamente aprende cuando está encarnado?
No, en la erraticidad el espíritu puede seguir aprendiendo, tomando firmes resoluciones en el bien y en la intención de aciertos futuros, arrepintiéndose si se ha equivocado y haciendo propósitos de seguimiento de las Leyes Morales. Otra situación en que se puede encontrar, es que se alegra si ha sabido llevar bien su encarnación anterior y si supo cumplir con sus objetivos. En cualquier caso, no puede huir de la Ley de Progreso, aprenderá siempre.

Pero el espíritu sabe que es mediante la encarnación, bajo los parámetros citados anteriormente del olvido temporal y bajo la ilusión de la materia, donde se demuestran realmente las elecciones tomadas en la erraticidad y pone en práctica las resoluciones probando las resistencias a las tentaciones de la carne, siendo que, todas las caídas que puede traer el espíritu de vidas pasadas son campo fértil de mejoramiento.

Tomado del Blog "Amanecer Espírita"

Ascensión hacia la meta; PERFECCIÓN

Proceso Evolutivo del Espíritu

Ascensión hacia la meta; PERFECCIÓN

por Sebastián de Arauco

El proceso evolutivo del Espíritu, es ascensión hacia la meta; PERFECCIÓN (sabiduría, fortaleza, pureza y amor), y se efectúa en los dos planos: físico y suprafísico.

En el plano físico, adquiriendo experiencias y conocimientos en cada vida, cada vez más amplios, que le llevarán a la sabiduría, desarrollando la facultad intelectiva en el estudio, aprendizaje y solución de los problemas en cada vida; desarrollando, asimismo, la facultad volitiva en la lucha y superación de obstáculos de toda índole, que en cada existencia humana se le presentan, en concordancia a su capacidad. Además, la purificación del alma y desarrollo de la facultad sensorial, por medio de la práctica voluntaria del amor fraterno o vidas de dolor. Porque, mientras el ser humano no haya adquirido la bondad, mientras no haya sensibilizado su alma y vibre en amor, estará atado a la cadena de las reencarnaciones en los mundos atrasados.

Durante cada una de las vidas humanas, múltiples son las oportunidades que se presentan de practicar el bien, de ayudar en una forma u otra a nuestros semejantes, de poner en práctica el amor fraterno, de cumplir con la ley divina de: «ama a tu prójimo como te amas a ti mismo», que significa: haz por él lo que tú, en su caso, querrías que se hiciere por ti.

Nadie puede excusarse de no haberlo hecho por falta de oportunidades, porque la vida ofrece oportunidades mil de poner en práctica esta norma de conducta, base de una convivencia armónica en las relaciones humanas, a la vez que de mayor progreso espiritual.

Nuestro mundo, al igual que todos los mundos que hayan alcanzado su madurez, es una escuela de aprendizaje para el Espíritu, en diferentes grados. Y, así como en los colegios no se pasa a un grado superior sin haber aprobado el anterior; asimismo, en la escuela de la vida, para tener derecho a vivir en mundos superiores que ofrecen al Espíritu nuevos campos del saber y una vida libre de sufrimientos, y por ende más feliz; es imprecindible superar todas las imperfecciones y pruebas, así como adquirir las experiencias que el mundo actual —el nuestro, por ejemplo— pueda ofrecer.

Extractos de "Revista Amor, Paz y Caridad".

Para Despertar al Humano, eran Necesarias Manifestaciones Ruidosas

Resumen y Conclusión

Para Despertar al Humano, eran Necesarias Manifestaciones Ruidosas

por León Denis.

La nueva doctrina, revelando la existencia de un mundo espiritual e invisible, también real, tan vivo como el nuestro, abre al pensamiento humano el horizonte ante el cual éste todavía vacila, desconcertado, deslumbrado. Pero las relaciones que esta revelación facilita entre los muertos y nosotros, los consuelos, los estímulos que emanan de ello, la certeza de reencontrar nuevamente a aquellos a los que considerábamos para siempre perdidos, de recibir de ellos las enseñanzas supremas, todo esto constituye un conjunto de fuerzas, de recursos morales que el hombre no sabría ignorar o despreciar sin peligro para sí.

Sin embargo, a pesar del alto valor de esta doctrina, el hombre de este siglo, profundamente escéptico, entumecido en sus perjuicios, no habría prestado apenas atención a ello, si los hechos no hubieran venido a apoyarlos. Para golpear el espíritu humano, superficial e indiferente, eran necesarias manifestaciones materiales y ruidosas. Es por eso que, hacia 1850 y en lugares diversos, muebles de toda forma se ven bambolear, los muros resuenan con golpes sonoros, cuerpos pesados se desplazan, contrariamente a las leyes físicas conocidas; pero, después de esta primera fase grosera, los fenómenos espiritistas se volvieron cada vez más inteligentes. Los hechos de orden psíquica (del griego psuckè, alma) sucedieron a las manifestaciones físicas; los médium, escribientes, oradores, sonámbulos, curanderos, se revelaron, recibiendo mecánica o intuitivamente inspiraciones cuya causa estaba fuera de ellos, apariciones visibles y tangibles se produjeron, y la existencia de los Espíritus se volvió indiscutible para todo el observador a quien no cegaba el prejuicio.

Así apareció en la humanidad la nueva creencia; apretada de una parte sobre las tradiciones del pasado, sobre la universalidad de principios que se encuentra en la fuente de todas las religiones y en la inmensa mayoría de las filosofías, de la otra sobre testimonios innumerables y psicológicos, sobre hechos observados en todos los países por hombres de toda condición.

Extractos del Libro "El Porqué de la Vida", por León Denis.

27 de diciembre de 2019

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 86 »


Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 86 »

Padeció muchos años en las tinieblas infernales, entre la carne y la sombra, hasta que, al fin, mereció la felicidad de renacer de nuevo con la tarea de restaurarse, restaurando a la vez a algunos de los compañeros de crueldad que, como hijos, volverán con ella para alcanzar más amplios servicios regeneradores...
Silas me dirigió una expresiva mirada, diciendo:
–Más tarde, nos referiremos al asunto. Ahora, es indispensable actuar.
Bajo la atención de Clarindo y de Leonel, que nos seguían sorprendidos, nos invitó a Hilario y a mí, para llevar a cabo un socorro inmediato.
Pidiendo que ambos permaneciéramos en oración, con la diestra colocada sobre el cerebro de la enferma, comenzó a hacer operaciones magnéticas excitantes sobre el útero.
De sus manos, irradiaba una sustancia lechosa, como una neblina leve, que se esparcía sobre todos los reductos del aparato genital.
Pasados algunos minutos de pesada expectación, surgieron contracciones que, poco a poco, se acentuaron intensamente.
Silas, atentamente, controló la evolución del parto, hasta que el médico ingresó en el recinto.
Lejos de adivinar nuestra presencia, el médico sonrió satisfecho, reclamando la ayuda de una competente enfermera.
La cesárea, fue olvidada.
El Asistente nos invitó a regresar, diciéndonos, ya más tranquilo:
–El organismo de Laudemira reaccionó brillantemente. Esperamos que pueda continuar en la obra que le compete, con el éxito necesario.
Leonel, cuya aguda inteligencia no perdía nuestros menores movimientos, preguntó a Silas, con aire respetuoso, si los trabajos a que se dedicaba constituían alguna preparación para el futuro, a lo que el asistente respondió sin titubear:
–Sin duda. Ayer, les conté mis errores como médico, que prácticamente jamás lo fui, y comenté mis propósitos de abrazar la Medicina en el futuro, entre los encarnados, nuestros hermanos. Pero para que yo merezca tal reconquista, me consagro, en los planos inferiores que me sirven de domicilio, al ministerio del alivio, creando causas benéficas para los servicios que vendrán...
–¿Causas? ¿Causas? –murmuró Clarindo, algo espantado.
–Sí, procurando ayudar espontáneamente, además de los deberes que me son impuestos en la lucha por la recuperación moral de mí mismo, con la bendición Divina extenderé la simiente de simpatía en mi favor.
Y echando significativamente una mirada sobre nosotros, después de un breve minuto de reflexión, añadió:
–Un día, de acuerdo con las deudas que debo rescatar, estaré nuevamente entre las criaturas encarnadas y, para solventar mis culpas, sufriré también obstáculos y dudas; enfermedades y aflicciones... Que manos cariñosas y amigas me amparen desde aquí, en nombre de Dios, porque aisladamente nadie consigue vencer... Y para que brazos amorosos se me extiendan más tarde, es imperioso que mueva ahora los míos en voluntario ejercicio de solidaridad.

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz


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