3 de octubre de 2019

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 3 »

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 3 » 


–Sí, respondió el instructor sensibilizado, “pero la salvación solamente es importante para aquellos que desean salvarse”. (5)
Y después de un pequeño intervalo, continuó:
–En este plano, más allá de la tumba, la sorpresa más dolorosa para mí fue ésa: el encuentro con fieras humanas que habitaban en cuerpos carnales como personas comunes. Si las acogemos aquí sin la necesaria preparación, nos atacarían de inmediato, arrasando este instituto de asistencia pacífica. Y no podemos olvidar que el orden es la base de la caridad. (6)
A pesar de su explicación firme y serena, Druso se concentraba en la visión exterior, dominado por la compasión que se reflejaba en su rostro.
Pasados unos instantes, prosiguió:
–Hay una gran tempestad magnética, y los caminantes de los planos inferiores, están siendo arrebatados por el huracán, como hojas secas por un vendaval.
–¿Y tienen conciencia de eso? –preguntó Hilario con perplejidad.
–Muy pocos. Las personas que se encuentran así después del sepulcro, son aquellas que no se han acogido en la vida física al refugio moral de algún principio noble. Traen su interior inmerso en un torbellino tenebroso, parecido a la tormenta externa, por los pensamientos desorganizados y crueles de que se alimentan. Odian y aniquilan, muerden y hieren. Si los alojamos en los puestos de socorro aquí establecidos, sería como introducir tigres hambrientos entre fieles que oran en un templo.(7)
–Pero, ¿se conservan siempre en ese terrible desajuste? –insistió mi compañero, fuertemente impresionado.
El orientador intentó sonreír y contestó:
–No, eso no. Esa fase de inconsciencia y desvarío pasa también como pasa la tempestad, aunque la crisis perdure, a veces por muchos años. Debido al temporal de las pruebas que le imponen dolor desde el exterior al interior, el alma se reforma, poco a poco, serenándose hasta abrazar, por fin, las responsabilidades que creó para sí misma.
–Quiere decir, entonces –dije a mi vez– que no basta el peregrinaje del espíritu después de la muerte, por los lugares de tinieblas y de padecimientos, para resarcir las deudas de la conciencia...

MIS OBSERVACIONES
(5) Para ayudar a los demás no es prudente arriesgar todo lo que se ha conquistado. Se ayuda siempre a los que desean encontrar esa ayuda y los demás decidirán cuando estén preparados para recibirla.
(6) Esto cambia el concepto religioso de ayudar a todos o ser caritativos con todos. El orden previo es fundamental para no hundirnos en el mismo bote que nos podría salvar a todos.
(7) Es imposible ayudar a quienes están en un estado tan alterado de su consciencia por lo cual no se los puede dejar entrar al monasterio y romperlo todo.

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz


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