25 de febrero de 2019

Vidas pasadas: 10 casos reales


Vidas pasadas: 10 casos reales


Si existe la reencarnación y las vidas pasadas es un tema de discusión dentro de ámbitos esotéricos y paranormales. Desafortunadamente, los argumentos a favor y en contra sólo pueden centrarse en relatos de personas y no mucho más.NECOCHEA (Cuatro Vientos) - Diez casos escalofriantes en los que personas de diferentes países del mundo, edades y ocupaciones recuerdan fragmentos de sus vidas pasadas. 10. Niño de 3 años de edad recuerda vida pasada, identifica al asesino y lo ubica al cuerpo El difunto, Dr. Eli Lasch, quien es mejor conocido por su labor médica en Gaza como parte de las actividades del gobierno israelí, estudió el caso de un niño de 3 años que vivía cerca de la frontera entre Siria e Israel. El chico dijo que recuerda haber sido asesinado con un hacha en su vida anterior. Él expuso a los ancianos de la aldea donde fue enterrado su cuerpo, dónde se enterró el arma, e identificó a su asesino. De hecho fue encontrado un cuerpo con una herida en la cabeza en el lugar indicado, se encontró el hacha y el asesino admitió lo que había hecho.9. Un chico recuerda a esposa y asesino de la vida pasada, los encuentra de nuevo

Sitio "Cuatro Vientos"   Leer el artículo completo...

24 de febrero de 2019

Espiritualidad es diferente a religión



Espiritualidad es diferente a religión

Por: Eckhart Tolle

¿Cuál es el papel de las religiones convencionales en el surgimiento de la nueva conciencia? Muchas personas ya han tomado conciencia de la diferencia entre la espiritualidad y la religión. Reconocen que el hecho de tener un credo (una serie de creencias consideradas como la verdad absoluta) no las hace espirituales, independientemente de cuál sea la naturaleza de esas creencias. En efecto, mientras más se asocia la identidad con los pensamientos (las creencias), más crece la separación con respecto a la dimensión espiritual interior. Muchas personas “religiosas” se encuentran estancadas en ese nivel. Equiparan la verdad con el pensamiento y, puesto que están completamente identificadas con el pensamiento (su mente), se consideran las únicas poseedoras de la verdad, en un intento inconsciente por proteger su identidad. No se dan cuenta de las limitaciones del pensamiento. A menos de que los demás crean (piensen) lo mismo que ellas, a sus ojos, estarán equivocados; y en un pasado no muy remoto, habrían considerado justo eliminar a esos otros por esa razón. Hay quienes todavía piensan así en la actualidad.

La nueva espiritualidad, la transformación de la conciencia, comienza a surgir en gran medida por fuera de las estructuras de las religiones institucionalizadas. Siempre hubo reductos de espiritualidad hasta en las religiones dominadas por la mente, aunque las jerarquías institucionalizadas se sintieran amenazadas por ellos y muchas veces trataran de suprimirlos. La apertura a gran escala de la espiritualidad por fuera de las estructuras religiosas es un acontecimiento completamente nuevo. Anteriormente, esa manifestación habría sido inconcebible, especialmente en Occidente, cultura en la cual es más grande el predominio de la mente y en donde la Iglesia cristiana tenía prácticamente la franquicia sobre la espiritualidad. Era imposible pensar en dar una charla o publicar un libro sobre espiritualidad sin la venia de la Iglesia. Y sin esa venia, el intento era silenciado rápidamente. Pero ya comienzan a verse señales de cambio inclusive en el seno de ciertas iglesias y religiones…


Extractado del Blog Grupo Espírita de La Palma.


La homosexualidad según identidad, orientación o elección


La homosexualidad según identidad, orientación o elección

¿Qué diferencia hay entre orientación y elección sexual?

La orientación sexual, representa el deseo o interés afectivo-sexual (Nótese bien: no solamente sexual, sino también afectivo) del individuo, originario de varios factores, los cuales determinan con qué sexo él se siente realizado para una práctica íntima. La orientación sexual es fruto de la histórica personal del individuo, presente y pasada, es influenciada por la cultura y por las identificaciones psicológicas, por lo tanto, no controlada o determinada conscientemente por el individuo. Nace con ella. Elección es fruto de la decisión consciente de vivir o no una orientación, aceptarla o reprimirla de acuerdo con las idealizaciones y la presión familiar-social-cultural de medio en que el individuo se encuentra reencarnado.

¿El hombre homosexual se siente una mujer? Y la mujer homosexual, ¿se siente un hombre?

De ninguna forma. Identidad y orientación sexual son cosas distintas. Identidad es cómo el individuo se siente, a qué sexo pertenece y con qué sexo se identifica psicológicamente. La orientación homosexual representa exclusivamente el direccionamiento del afecto y del interés sexual para individuos del mismo sexo. El hombre homosexual tiene una identidad sexual masculina, sintiéndose hombre, pudiendo o  no tener maneras afeminadas, conforme su histórica e identificación psicológica. Igualmente, la mujer homosexual tiene la identidad femenina, pudiendo tener o no maneras masculinas. Cuando el individuo está en un cuerpo de un sexo, y su identidad es la del sexo opuesto decimos que él es transexual, lo que es diferente de homosexual.

Extractado del Blog Córdoba Espírita.

MI COMENTARIO
Acá se afirma que la Identidad "es cómo el individuo se siente, a qué sexo pertenece y con qué sexo se identifica psicológicamente."
En realidad hay que aclarar que una cosa es el sexo con el que nace y otra es el sexo con el que se identifica.
Hay solo dos sexos que le da la identidad a una persona. O es masculino o es femenino. Esa es la identidad. Y es la que se nos adjudica al nacer.
Después puede sentirse del sexo opuesto al que nació, o bisexual. Esto ya es mas bien su orientación o elección pero nunca su identidad física.

Las profecías o predicciones


Las profecías o predicciones


Muy raramente un Espíritu ilustrado y consciente dará una fecha concreta para el acontecimiento predicho. Recordemos lo que comentaba Kardec sobre este tema:
“Los Espíritus que integran la población invisible de nuestro mundo, en el que ya han vivido y en el que continúan viviendo a nuestro alrededor, se hallan naturalmente identificados con nuestros hábitos, de los que guardan el recuerdo en la erraticidad. Podrían, en consecuencia, asignar fecha a los acontecimientos futuros, ya que conocen nuestros cálculos; pero además de que tal cosa no les está siempre permitida, se ven impedidos de hacerlo porque las circunstancias están subordinadas al libre albedrío y a la decisión eventual del hombre: La fecha exacta sólo puede conocerse en el momento en que se cumpla el hecho.

“Por eso mismo las profecías circunstanciadas no pueden darnos una certeza y sólo deben aceptarse como probabilidades, aún cuando no llevaran consigo el sello de legítima sospecha. Así es como los Espíritus verdaderamente sabios no dan fechas en sus profecías; se limitan a prevenirnos sobre aquellas cosas que consideran útil que conozcamos. Insistir para conocer detalles precisos, es exponerse a las mistificaciones de los Espíritus frívolos, que predicen todo lo que deseamos, sin preocuparse por decir la verdad, y que se divierten con las aprensiones y decepciones que nos causan.”

O sea que, si en una reunión mediúmnica, se vierte una predicción que, según el Espíritu comunicante, debería cumplirse en una fecha determinada, hemos de recelar completamente de la bondad de esa predicción. Cuando menos hay que dejarla en la más prudente de las reservas, y no permitir que mediatice nuestras actuaciones presentes y futuras.

No deja de ser sorprendente que una doctrina tan correcta, tan reconfortante y tan lógica como es el Espiritismo, no llegara al buen puerto que las circunstancias iniciales hacían prever. Sin duda aquella siembra se hizo en el momento oportuno, aunque en un campo todavía poco propicio; campo que se agostó con la aparición de las terribles pruebas colectivas que supusieron tanto la guerra civil española, como las dos guerras mundiales. Pero, la semilla sigue viva y, en el momento oportuno, dará su fruto.

Extractado del CBCE - Centre Barcelonés de Cultura Espírita.



“Eternos”

“Eternos”

por Alfredo Alonso

Estamos compuestos por un espíritu, un cuerpo que reviste a este espíritu (al que llamamos periespíritu) y un cuerpo físico que es el que podemos ver y tocar ahora mismo. Somos eternos…si, así es. Nuestra esencia nunca va a morir. Nuestra mente permanecerá siempre viva. Morirá la materia mas pesada, pero seguiremos pensando y sintiendo exactamente igual que lo hacemos ahora.
Somos espíritus evolucionando hacia Dios, depurándonos poco a poco.

Necesitamos evolucionar moral e intelectualmente. Aprender, y para ello debemos de asistir a la escuela; y en ella estamos ahora mismo.
Morimos y volvemos a renacer con un plan determinado y programado, especial para cada caso. Cada uno con las pruebas necesarias para su aprendizaje. Cada uno con su libre albedrío para decidir lo que hacer, cada uno sembrando libremente lo que quiera, para luego recoger la cosecha, los resultados, las notas finales.

Una de las principales leyes que nos enseñan los espíritus es la ley de causa y efecto. El mal rico, deberá encarnar y sufrir la pobreza, el que abusó de su inteligencia para hacer el mal, encarnará con un cerebro que lo limite, etc. Esto no sucede por maldad o castigo de Dios, sino para que aprendamos en nuestras carnes lo que hemos hecho sufrir a los demás, para que comprendamos, desgraciadamente sólo aprendemos cuando lo sufrimos, no nos basta con que nos lo expliquen…

La caridad sincera es dar lo mejor de nosotros a los demás. Escuchar a alguien que lo necesita, perdonar una mala contestación, no criticar los defectos de los demás, ser pacientes cuando nos montamos en el coche. Este tipo de pequeñas cosas, son la caridad más cercana a nosotros y en la que podemos trabajar mejor.

El objetivo pues es evolucionar, realizar una autoreforma. Mejorarse cada día.
Afortunadamente, para este trabajo de autoreforma no estamos solos. Además de las personas encarnadas que nos quieren y nos pueden ayudar, también tenemos guías espirituales que nos asisten y nos consuelan cuando lo necesitamos.

El amor es la fuerza más poderosa, el pensamiento positivo nos hace mas felices y nos atrae buenas compañías. Por eso, es importante la vigilancia de los pensamientos que emitimos. Es fundamental tener una buena higiene mental para tener una buena salud física y espiritual…¿Tú que eliges?


Extractado del Blog El Ángel del Bien.
MI COMENTARIO
Nuestra esencia nunca va a morir. A diferencia de los panteístas que creen en la fusión con el Dios. Los espíritas no creemos en ello. Creemos que la individualidad que empieza mucho antes de ser humanos, nunca deja de evolucionar. Incluso a diferencia de Kardec que considera que en algún momento seremos perfectos y sin necesidad de volver a encarnar. A mi modo de ver, siempre, eternamente estaremos siendo mas perfectos y esto no tiene límites. No alcanzaremos nunca a estar con Dios como dicen las religiones. En principio porque DIOS NO EXISTE, DIOS ES. No es ALGUIEN es ALGO.
El objetivo de la evolución para algunos es casi llegar a santo en esta encarnación para que sea la última. En realidad se engañan porque las encarnaciones son infinitas y no se pueden hacer santos en una sola encarnación. Pero, ahí están los dogmáticos todos los días hablando de bendiciones y caridades creyendo que la palabra dulce los elevará de un plumazo a la categoría de serafines.


Pérdida de seres queridos

Pérdida de seres queridos

por Juan Miguel Fernández Muñoz

“…pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón y nadie os quitará vuestro gozo”. (Juan 16-22)

El ser humano a lo largo de su trayectoria atraviesa momentos y etapas en su vida que son significativamente penosos.

Pero una de los que más le marcan es indudablemente la pérdida de sus seres queridos, cuando uno tras otro van desapareciendo arrebatados por la muerte. Aquellos que compartieron sus alegrías, ilusiones y proyectos, así como las penas y tristezas en su caminar.

Es entonces cuando comienza en nuestro entorno la soledad llena de angustias e incertidumbres.
Estas separaciones, aunque momentáneas, descubren la insignificancia de las preocupaciones materiales, y nos invitan a prepararnos para emprender el gran viaje hacia la vida verdadera.
En esas horas desoladas, cuando vemos que los ojos que nos contemplaron con amor se cierran para siempre, la Doctrina Espírita a través de su triple aspecto; científico, filosófico y moral nos presta un gran socorro, dándonos consuelo para esta desesperanza que nos embarga el corazón.

No nos va a “reponer” a los seres amados que partieron antes que nosotros, pero demuestra con hechos y pruebas irrebatibles que aquellos que creemos irreparablemente perdidos están a nuestro lado, encontrando un gran alivio al saber que permanecen “vivos”, que están presentes no sólo en nuestra imaginación, que sólo se destruyó su materia, transformándose, conservando su eterno Espíritu con el que nos reuniremos un día al volver al Mundo Mayor, de donde procedemos todos.
Que su pensamiento nos envuelve, su amor nos protege, pudiendo incluso, algunas veces, comunicarnos con ellos y recibir sus consejos, invitándonos a apartar de nosotros esa vana tristeza, esos pesares estériles que les repercuten y los hacen infelices.

Pero debemos tener presente que, a veces, debido al desajuste evolutivo no nos será posible “contactar” con ellos al otro lado de la vida, en el Mundo Invisible para nuestros ojos físicos cuando Dios nos llame.

Es por ello que nos insisten y suplican que trabajemos con valor y perseverancia en nuestro mejoramiento; para que así volvamos a encontrarnos y nos reunamos en la vida espiritual.
Quizá también el encuentro de ambas vidas, aquí en la Tierra, sólo haya sido el compromiso de saldar deudas del pasado entre unos y otros. Es por ello que los que sientan la necesidad de conocer y profundizar en la naturaleza y el origen y destino de su Espíritu, encontrarán en el Espiritismo las claves del conocimiento que les permitirá ser más libres y consecuentes con sus vidas.

Mientras tanto, recordemos que nuestros seres queridos vivirán eternamente junto a nosotros, encontrándonos encarnados, es decir con el cuerpo físico, o no. Y para ello la fuerza y la voluntad de la mente, aquella que plasma nuestro pensamiento es un elemento vital para alcanzar esta meta.

La ética Espírita

La ética Espírita


No debe ser restringida a la moral común, oriunda del contexto social histórico y tampoco a la moral religiosa, por ser resultante de sus conceptos fundamentales:
Existencia de Dios; ley de causa y efecto; evolución del alma por vía de la reencarnación; intercambio inevitable, aparente o velado, con entidades de un universo paralelo: los Espíritus.
No puede ella sedimentarse sobre elementos extra-mentales, como postulan las diversas corrientes materialistas y religiosas. A pesar de reconocer la validez parcial de la importante contribución de la Sociología y la Psicología, la Moral Espírita está fundamentada en el Libre Albedrío.
Aunque adopta la moral de Jesús, no tiene afinidad con el religiosismo beato y tampoco es compatible con el cientifismo craso. Es este el aspecto principal de su originalidad. No se concentra en las relaciones interpersonales, sino en el substrato del sentimiento implícito en las mismas.
No pretende ser un grillete aprisionándonos a las circunstancias rutinarias, sino un instrumento de liberación para que cada cual asuma su independencia de conciencia y escoja su propio destino inmediato. Por lo cual se necesita respetar el derecho de los demás a actuar como crean correcto, así aprovechando mejor el tiempo que se gasta en descubrir la paja en ojo de los otros.

TRABAJO, SOLIDARIDAD, TOLERANCIA, es su divisa.


Extractado del Blog ICERenacimiento.

Reflexión: Todo acto genera consecuencias

Reflexión: Todo acto genera consecuencias


Ese año las lluvias habían sido particularmente intensas en toda la región. Una gran corriente del río se  llevó la choza de un campesino, pero cuando cesaron, habían dejado en la tierra una valiosa joya. El buen hombre vendió la alhaja y con la suma que le entregaron reconstruyó su choza y el  resto se lo regaló a un niño huérfano y desvalido del pueblo. La riada había arrasado también  otro poblado y un campesino, para salvar la vida, tuvo que encaramarse a un tronco de árbol que  flotaba sobre las turbulentas aguas. Otro hombre, despavorido, le pidió socorro, pero el campesino se lo negó, diciéndose a sí mismo: “Si se sube éste al tronco, a lo mejor se vuelca y me  ahogo”.

Los años pasaron y estalló la guerra en ese reino. Ambos campesinos fueron alistados. El campesino bondadoso fue herido de gravedad y conducido al hospital. El médico que le atendió con gran cariño y eficacia era aquel muchachito huérfano al que  él había ayudado. Lo reconoció y  puso toda su ciencia y amor al servicio del malherido. Logró salvarlo y se hicieron grandes amigos de por vida.

El campesino egoísta tuvo por capitán de la tropa al hombre a quien no había auxiliado. Le envió a primera línea de combate y días después halló la muerte en las trincheras.

Las consecuencias siguen, antes o después, a los actos. La generosidad engendra generosidad y  el egoísmo, egoísmo. Debemos cultivar los cuatro bálsamos de la mente: amor, compasión, alegría  por la dicha de los otros y ecuanimidad.

Porque los Espíritas no temen a la muerte

Espiritismo LibrePensador. Conceptos Espíritas

Porque los Espíritas no temen a la muerte

por Allan Kardec

“La doctrina espírita modifica por completo la manera de encarar el porvenir. La vida futura ya no es una hipótesis, sino una realidad. El estado de las almas después de la muerte ya no es un sistema, sino el resultado de la observación. El velo se ha descorrido: el mundo espiritual se nos aparece en la plenitud de su realidad práctica. No fueron los hombres quienes lo descubrieron mediante el esfuerzo de una concepción ingeniosa, sino los mismos habitantes de ese mundo, que vienen a describirnos su situación. Así es como los vemos en todos los grados de la escala espiritual, en todas las fases de la felicidad o de la desdicha; y asistimos a todas las peripecias de la vida de ultratumba. “

Por esa causa los espíritas enfrentan la muerte con calma y se muestran serenos en sus últimos momentos sobre la Tierra. Ya no sólo los consuela la esperanza, sino la certeza. Saben que la vida futura no es más que la continuación de la vida presente, aunque en mejores condiciones, y la aguardan con la misma confianza con que aguardan la salida del sol después de una noche tormentosa. Los motivos de esa confianza provienen de los hechos que han presenciado, y de la concordancia de esos hechos con la lógica, con la justicia y la bondad de Dios, así como con las aspiraciones íntimas del hombre.

”Para los espíritas, el alma no es una abstracción: tiene un cuerpo etéreo que hace de ella un ser definido, capaz de ser concebido y abarcado con el pensamiento, lo que ya es mucho para fijar las ideas sobre su individualidad, sus aptitudes y sus percepciones. El recuerdo de quienes nos son queridos reposa sobre algo real. Ya no los representamos como llamas fugaces que nada dicen al pensamiento, sino con una forma concreta que nos los muestra como seres vivos. Por otra parte, en vez de hallarse perdidos en las profundidades del espacio, están alrededor nuestro, puesto que el mundo corporal y el mundo espiritual se relacionan de modo perpetuo y se asisten recíprocamente. “Como ya no se admite la duda acerca del porvenir, el miedo a la muerte pierde su razón de ser. El espírita encara la muerte a sangre fría. La ve venir como una liberación, pues se trata de la puerta de la vida, y no de la nada.”

Extractado de la Revista La Idea  - Centro Espírita Argentino.

MI COMENTARIO
El ser humano necesito desde que tiene consciencia, saber de donde viene, para que vive y que pasará cuando muere. Se han tejido muchas versiones al respecto desde miles o millones de años. La respuesta no la tuvo hasta que su capacidad desarrollada suficientemente de la mediumnidad, hizo que el espiritismo y sus enseñanzas nos las pudieran transmitir.
El saber que nuestro destino no es la NADA ha resultado un gran alivio. Mas aún porque esto no es una hipótesis o una creencia, es una realidad que a diario muestra cada vez mas la relación entre ambos planos. El plano físico y el espiritual.
Esto acabó con el miedo a la muerte y para algunos es un momento esperado.

La filosofía y la moral en el Espiritismo

La filosofía y la moral en el Espiritismo

por Quintín López Gómez

La filosofía, como es sabido, se nutre de la observación quintaesenciada. Newton dedujo la Ley de gravedad de la caída de una   manzana. Para millares  de personas el fenómeno no hubiera tenido importancia ninguna; para el genio reflexivo de Newton, tuvo la de hacerle meditar acerca del  por qué  todos los cuerpos caen verticalmente  hacia el centro de la tierra.

El filósofo, pues, es el que de la cosa más trivial en apariencia, sabe extraer el jugo, y por una serie de verdades concatenadas, induce o deduce una ley en ellas común, que en muchas ocasiones no está conteste con la experiencia, pero sí lo está con la lógica, que es la verdad de orden moral o metafísico, tanto o más positivo que lo que se ve y se palpa.

En la Moral, hay que apreciar también con preferencia el fondo a la forma, y sobre todo, hay que desarrollar sus veneros. Estos los proporcionan las emotividades, que, a su vez, tienen por amasijo las sensaciones. Enseñar a distinguir las sensaciones, es enseñar a pulimentar las emotividades y engendrar una Conciencia recta, justa, ecuánime. No es el temor el que hace al hombre bueno, recto, íntegro: es la persuasión que alcanza de que debe procederse así, para ponerse a plomo con la Ley.
Se hace, pues, Ciencia Espírita, y se divulga Ciencia Espírita, desarrollando y afinando la sensibilidad, rectificando y sublimando las emociones y haciendo ejercicios de lógica, que son los que nos proporcionan los conocimientos, así físicos como metafísicos y morales.

¿Qué medios son mejores para este trabajo? No hay otro más adecuado que el estudio; esto es, la observación, el análisis y la inducción y deducción filosófica. Gimnasia físico-psíquica, ¡mucha gimnasia físico-psíquica! La física, para mantenernos con mente sana en cuerpo sano; la psíquica, para poder saltar de lo conocido a lo desconocido con auxilio del trampolín de la lógica.
¡No olvidemos que cualquier tema que abordemos, si lo abordamos bien, estará de perfecto acuerdo con nuestro Credo!

¿Procedimientos? Todos son buenos, todos son útiles, con tal se adapten a las circunstancias de lugar y medio.
La conversación familiar, el discurso, la hoja volante, el periódico, el libro, la radiofonía… y ante todo y sobre todo, el ejemplo personal.

Porque invocamos la Ciencia, la Filosofía y la Moral en nuestras palabras y en nuestros actos, debemos reflejar que son prendas de nuestro uso. Porque invocamos el libre examen, no tenemos derecho a ser intransigentes ni dogmáticos. Porque aceptamos la evolución, debemos esperar sin prisas la germinación, el desarrollo y la fructificación de la semilla que desparramemos a manta.

¿Organización? La más adecuada en cada caso; pero siempre con miras a irradiar nuestras aspiraciones de mayor desarrollo intelecto-moral, sin el triple moho del fanatismo, la pedantería y el medro (mejora o progreso, especialmente el de una persona en su posición económica o social).


Las patologías por pensamientos negativos

Las patologías por pensamientos negativos

por Germán Bravo

Los pensamientos negativos que llevamos con nosotros se convierten en emociones de odio, rencor, resentimientos, egocentrismos, soberbia, etc., que son procesadas en la región límbica del cerebro a través de la glándula Pineal, alterando su proceso de secreción hormonal, sobre todo la secreción de melatonina y dimetiltriptamina (DMT).

La recurrencia de este desorden hormonal, como consecuencia de los pensamientos negativos, pueden originar patologías tales como como neurosis, psicosis, esquizofrenia, bipolaridad, alzhéimer, parkinson, paranoia, aberraciones sexuales, cáncer, etc. ¿Cómo podríamos evitar estas patologías? Un remedio esencial es el conocimiento espiritual bien entendido, aunado a una psicoterapia que abarque técnicas psicoanalíticas, técnicas sugestivas, hipnosis, técnicas regresivas a vidas pasadas, magnetismo, así como técnicas psíquicas (es nuestra Psicoterapia), para penetrar el Inconsciente del paciente con la finalidad de determinar la causa de su patología y que la haga consciente. Este es el primer paso para la sanación: Hacer consciente lo Inconsciente (Fundamento del Psicoanálisis). El segundo paso consiste en que el paciente ponga en acción su voluntad en ejecutar las prescripciones del conocimiento recibido, el cual tiene la finalidad de sanar el alma y, por ende, el cuerpo físico. Lo más importante de esta psicoterapia es hacer que el paciente comprenda que causante de su patología es él mismo y que, en consecuencia, no le queda otra alternativa que depurar su inconsciente (su alma), erradicando sus odios y resentimientos mediante el perdón; pero perdonar con conocimiento de causa.

Las tendencias del espíritu nos inducen a los actos morales; pero las pasiones (tendencias malignas) nos impelen a la concupiscencia y, por ende, al mal; esta dualidad contradictoria en el hombre origina un conflicto psíquico, cuyos síntomas se van a manifestar en cargos de conciencia, angustia, tristeza, temores, etc. que finalmente van a desatar las patologías que tanto dolor y sufrimiento nos causan. Si el paciente no tiene un conocimiento espiritual eficiente estas manifestaciones sucederán sin que él se dé cuente y posteriormente se convierten en emociones de rabia, la cual degenera en odio y rencor, sepultando el sentimiento de amor, haciendo imposible la capacidad de perdonar; aquí comienza aparecer el infierno donde la persona habrá de vivir.

En conclusión, para eliminar las patologías, primero debemos hacer consciente el contenido de nuestro Inconsciente; segundo, poner nuestra voluntad en acción para frenar las tendencias pasionales; y, tercero, ilustrarnos en el conocimiento espiritual. Además, debemos ser humildes para reconocer nuestros errores, pedir disculpas cuando nos equivoquemos y perdonar cuando nos ofendan. De lo contrario, el dolor y el sufrimiento estarán al acecho para reorientar nuestra conducta.

Extractado del Blog Escuela Elipse.


Los descubrimientos científicos

Los descubrimientos científicos

por Gabriel Delanne

Los descubrimientos científicos realizados a partir de Galileo, han modificado singularmente nuestras concepciones acerca del universo, ensanchando los horizontes. Nuestro pequeño globo ya no es el centro del mundo, sino que es un modesto asteroide dentro de la innumerable multitud de tierras del cielo; y sentimos palpitar en el infinito la vida universal de la que creíamos candorosamente poseer el monopolio.

A estos conocimientos positivos corresponde un nuevo ideal que no puede satisfacer una vieja religión de diecinueve siglos. De este divorcio entre la ciencia y la fe, resulta la incredulidad. Nos es preciso reaccionar contra las engañosas quimeras del materialismo; demostrar que en las enseñanzas religiosas no era falso todo; que el hombre, por medio de una profunda intuición, ha conocido en todo tiempo su verdadera naturaleza inmortal y ha oído repercutir en su conciencia el eco más o menos debilitado de los eternos principios de justicia, de caridad y de amor, que velados algunas veces, desfigurados frecuentemente, han sido, sin embargo, sus guías tutelares. La providencia ha enviado misioneros a todas las naciones para predicar la moral eterna. Confucio, Buda, Zoroastro, Jesús, son las grandes voces que han enseñado una doctrina semejante, aunque bajo aspectos diversos.

Conceptos Extractados de "Las Vidas Sucesivas", por Gabriel Delanne.


Sistemas antiguos sobre el origen del mundo


Sistemas antiguos sobre el origen del mundo

por Allan Kardec

La primera idea que los hombres tuvieron de la Tierra, el movimiento de los astros y la formación del Universo, se basó en el testimonio de sus sentidos. En la ignorancia de las leyes más elementales de la Física y de las fuerzas naturales, con una comprensión limitada como único medio de observación, posiblemente hayan juzgado a las cosas según las apariencias. Observando la salida del Sol por un lado del horizonte y la puesta por el lado contrario, llegaron a la conclusión lógica de que éste giraba alrededor de la Tierra, mientras que nuestro planeta permanecía inmóvil. Si en ese momento alguien les hubiese dicho que ocurría lo contrario, no hubieran podido creerle, y sus palabras habrían sido: Vemos al Sol cambiar de lugar, y en cambio no sentimos la Tierra moverse.

La corta extensión de los viajes de aquella época, que no superaban los límites del asentamiento tribal o del valle que habitaban, no les permitía constatar la esfericidad de la Tierra. ¿Cómo imaginar, por otra parte, que la Tierra pudiese ser una esfera? En tal caso los hombres no hubiesen podido mantenerse sino en la parte de arriba. Pero, si toda la Tierra estaba habitada, ¿cómo podrían las personas vivir en el hemisferio opuesto con la cabeza hacia abajo y los pies orientados a lo alto? Y si además rotaba, todo se complicaba más aún. Hoy, aunque se conoce la ley de gravitación vemos todavía a personas considerablemente cultas que no comprenden este fenómeno. Por tanto, no podemos asombrarnos de que los hombres de aquellas primeras edades no lo hayan siquiera sospechado. La Tierra era para ellos una superficie lisa, circular como la rueda de un molino, extendida en posición horizontal. De ahí proviene la expresión aún usual: ir hasta el fin del mundo. Sus límites, su grosor, su estructura interna, su cara inferior, lo que existía abajo, constituía lo desconocido.

El cielo, con su aparente forma cóncava era, según la creencia más difundida, una bóveda real cuyos bordes inferiores reposaban sobre la Tierra marcando sus confines.
Las estrellas, cuya naturaleza no imaginaban siquiera, eran simples puntos luminosos, de menor o mayor tamaño, fijas en las bóvedas como lámparas suspendidas y dispuestas sobre una única superficie, todas a igual distancia de la Tierra, de la misma forma que se las representa en el interior de ciertas cúpulas, pintadas de azul para simular el color del cielo.

La formación de las nubes por evaporación de las aguas era desconocida. La ignorancia completa del conjunto universal, de las leyes que lo rigen y de la naturaleza, constitución y destino de los astros, que parecían tan pequeños comparados con la Tierra, los llevó a considerar a ésta como la cosa principal, la meta única de la Creación, y a los astros como accesorios creados sólo en honor de sus habitantes. ¡Cuántas personas creen aún que las estrellas son adornos del cielo para recrear la vista de los habitantes de la Tierra!


Conceptos Extractados de "El Génesis", por Allan Kardec.

23 de febrero de 2019

¿Por Que Dios No Permite Recordar Nuestras Vidas Pasadas?


¿Por que Dios no permite recordar nuestras vidas pasadas?


Si Dios, es tan inmensamente justo y bueno, ¿Por qué no permite ese recuerdo? ¿Por qué nos coloca una venda en los ojos del recuerdo, aquí en la Tierra? Esto tiene una explicación muy lógica y al analizarla engrandece más a Dios y a su sabiduría. Si tenemos en cuenta que todo evoluciona a mejor y que nos mejoramos moralmente en cada encarnación, llegamos a la conclusión de que en las vidas anteriores fuimos peores de lo que somos en la actual. La historia nos lo demuestra, ya que salimos recientemente de la barbarie. 

Si de por sí la vida es dura, con el recuerdo de los sufrimientos y venganzas pasadas sería insoportable. Hay que comprender que estamos en un mundo de expiación y pruebas donde venimos a corregir antiguos errores del pasado; de no ser por el olvido del pretérito, los enemigos de otras vidas se perpetuarían por los siglos, las rivalidades, el odio y la discordia se avivarían de vida en vida. Con ese recuerdo de otras encarnaciones nuestros enemigos y víctimas nos reconocerían y nos perseguirían. Vemos a nuestra misma sociedad, que no admite ni perdona a los culpables, pese haber pagado sus deudas con la justicia humana, siguen siendo rechazados. Sin ese olvido los grandes criminales estarían marcados para toda la eternidad y no tendrían la oportunidad de rectificar sus crímenes.

El alma culpable, al renacer en una nueva condición, encuentra el auxilio y la ternura necesaria para su rehabilitación. Dios, sabiamente, quiere que bajo esa ternura que despiertan las criaturas en temprana edad, puedan alimentar sus almas con el amor necesario para modificar su sensibilidad interior, para emprender una nueva etapa con energías renovadas, bajo el escenario de la vida que mejor se le acopla a sus necesidades, ya que esta nueva existencia que comienza, con sus penas y luchas, se acopla a sus características como un guante a una mano, con la finalidad de poder saldar antiguas deudas y conseguir otros logros.

Estos nuevos lazos familiares, bajo el olvido del pasado, son una oportunidad perfecta para poder acercar estos enemigos de otras vidas y conseguir sustituir los sentimientos que albergan de odio, rencor y resentimiento por amor, cariño y fraternidad. Ya nos dijo Jesús “Reconcíliate con tu enemigo mientras estas en el camino”.
Dios bajo el olvido de las vidas pasadas y las relaciones de parentesco nos ofrece una de las llaves más importantes que tenemos para nuestra evolución y progreso en la actual encarnación, sin esto la humanidad caminaría mucho más lenta.


Extractado de La Weblog Espírita de Mari.

La mediumnidad y el Espiritismo


La mediumnidad y el Espiritismo

por Carlos Roberto Campetti

Es natural que la opinión de la mayoría no sea favorable a la mediumnidad, pues la religión, desde hace siglos, afirma que ella es cosa del demonio o de brujería. Muchas personas fueron quemadas vivas en la edad media por poseer mediumnidades. Juana de Arco fue llevada a la hoguera porque hablaba con los Espíritus y de ellos recibía instrucciones y orientaciones.

Más tarde fue considerada santa, porque se reconoció que ella había prestado inmensurable servicio a Francia orientada por los llamados santos de la Iglesia, que son, en verdad, Espíritus superiores que trabajan bajo el comando del Cristo para auxiliar a la Humanidad a avanzar en su camino de progreso.

La falta de conocimiento, sí es un peligro, pues, con la mediumnidad el hombre traba contacto con Espíritus de todas clases. La verdad es que esos Espíritus son los propios hombres sin el cuerpo de carne, o sea, son los mismos, buenos y malos que vivieron entre nosotros y que siguen en el mundo espiritual igual que fueron aquí. Los que ignoraron siempre la realidad espiritual, que no se preocuparon en dominar sus malas inclinaciones y hacer bien hacia los demás, llegan al mundo espiritual como el viajero que no lleva equipaje ni recursos para buscarse un buen sitio donde acomodarse. Se encuentran perdidos y desorientados.

Como no tienen merecimiento, los buenos no pueden auxiliarlos, aunque busquen hacerlo siempre. Habrá la necesidad de que ellos cambien sus formas de actuar, que busquen elevar el nivel de sus pensamientos para percibir que a su lado vibran Espíritus superiores que desean verlos salir de esas situaciones de dolor y sufrimiento. Mientras no despiertan, muchas veces se ponen al lado de los que quedaron en la Tierra, familiares, conocidos y a veces hasta desconocidos.

No será por el hecho de ignorar esa realidad que la persona estará liberada de esas influencias. Ellas existen, aunque se desee el contrario, porque la vida sigue en el más allá como ella es aquí donde estamos ahora. Los buenos encuentran su camino y siguen buscando las oportunidades de auxiliar a los demás. Los malos siguen intentando atender a sus necesidades groseras como es la satisfacción de los vicios que llevan para el plan espiritual. Como ya no pueden manipular las cosas materiales, pues son Espíritus, se aproximan de las personas que tienen los mismos vicios o costumbres mal educados para satisfacción de sus necesidades a través de ellas.

De esa forma, al estudiar el Espiritismo, aquel que posea cualquier tipo de mediumnidad – que no es privilegio de algunos iluminados, sino que es una facultad común que muchos tienen y no le dan la debida importancia – tendrá la oportunidad de conocer a que viene esa facultad y como actuar para que ella, al revés de ser un problema sea un medio de progreso y adelantamiento espiritual.

Extractado del Sitio Federación Espírita Española.

Libre albedrío




Libre albedrío

Mensaje psicografiado por Divaldo Pereira Franco

A cada momento el Espíritu está haciendo, modificando, renovando su destino. Los pensamientos y los actos son sus agentes importantes, responsables de las alteraciones que le concernirá vivir en el suceder de los días.

Y esto es porque a cada acción, le corresponde una reacción equivalente.

No obstante el destino feliz que a todos nos está reservado por las leyes divinas, el avanzar, estacionarse en el camino o retrasar el momento de disfrutar, de beneficiarse con la felicidad, depende del ser, de su decisión.

Destinado a la gloria espiritual determinismo irreversible, el ser marcha por la senda que más le place, dado que adquirió el discernimiento  libre albedrío.

No existe nadie que se encuentre predestinado al mal, a la desgracia. La ingenua concepción en torno de los que fueron creados para la desdicha, no posee la menor fundamentación.

La escala evolutiva, en su inabordable ascensión, se sostiene de las conquistas personales en las que el Espíritu se afirma en un peldaño de victoria, a fin de poder subir al próximo, y así sucesivamente. Cada paso le da más fuerza y experiencia para el cometido inmediato. Cada nueva empresa, es el resultado de la conquista anterior.

No retrocediendo nunca, por cuanto las conquistas son adquisiciones inalienables que se graban en lo íntimo, puede, entre tanto, estancarse por tiempo indefinido en cualquier situación a la que se ligue por procesos negativos y gravámenes de los que solamente se liberará cuando se resuelva superar el impedimento y resarcir los males que haya hecho.

Hay personas que se embrutecen de tal forma y de manera tan sorpresiva, tanto se comprometen con los errores, que parecen haber retrocedido en la escala evolutiva a la faja primitiva. Con todo, pese a la suma de desaciertos o al impulso hacia la locura que de ellas se posesiona sus experiencias nobles y sus conquistas, no se pierden, imponiéndoles, por el contrario y gracias a ello, una mayor suma de responsabilidad, una más severa necesidad redentora, que se exigirá, después, en el crisol del futuro depurador.

¿No vemos madres, padres, hijos duramente humillados, maltratados en su amor por aquellos afectos que les amargan todos los minutos y que los cubre de injurias en todos los instantes, sin descorazonarse en su dedicación, sin una palabra de queja o de censura, justificando, más bien, a los que los escarnecen y flagelan, excusándolos con argumentos, que no corresponden a la verdad? ¿No encontramos criaturas inmovilizadas en prolongadas parálisis o lamentado dolorosas cegueras, o siendo mudas con el semblante iluminado por dulce resignación, con lo cual bendicen al dolor? ¿No enfrentamos a encarcelados, sufriendo penas injustas, sin quejas ni pruritos de autopiedad, en elocuentes posiciones heroicas? ¿No admiramos a portadores de enfermedades irreversibles, dolorosas, abiertas en llagas purulentas, nauseabundas, durante años, sin irritación ni rebeldía?

¿Y qué decir de los que transitan en la miseria económica o social, portando buen humor y esperanza, pareciendo felices? ¿Cuántos otros soportan las dolorosas imposiciones de un trabajo exhaustivo y humillante, dando gracias por tener el honor de conseguir honradamente el magro pan de cada día? ¿No hay muchos que deambulan en medio de una soledad asfixiante, con el alma pronta a estallar de ternura, sedientos del cariño que no encuentran, transformando las horas de su propia angustia en sonrisas en los labios ajenos?

Ellos sienten o saben que se están irguiendo del abismo al que se precipitaron por egoísmo, por el descrédito de las soberanas leyes, en la ansiosa búsqueda de la ascensión. En la noble tentativa en que se encuentran, no les faltan manos espirituales generosas que los socorren, benévolas, en nombre del Padre. Cayeron, sí, pero no obstante, se esfuerzan por evolucionar, recuperando el tiempo mal aplicado en la saña de la locura.

Vienen a vivir voluntariamente, aquellos que espían problemas equivalentes, empero, bajo la lluvia de hiel e injurias que exteriorizan, o azotados por sorda rebeldía que los humilla, porque no pueden huir del yugo purificador al que están sometidos por las actitudes groseras y el desacato que tuvieron para con la vida. Evolucionan penosamente, en trances de difícil superación. Beben la copa llena de ácidos que escaldan el corazón y la mente como brasa viva, y que son los elementos que precisan para templar sus propios sentimientos.

Evolucionan, por medio del dolor, en aquello que no supieron o desdeñaron conseguir por amor.

El atentado al orden resulta de la desarmonía del equilibrio que rige en todo y en todas partes. Quien arbitrariamente lanza golpes contra el orden, sufre la natural consecuencia, y ese es el azote del dolor que despierta y corrige, educa y eleva hacia el aprendizaje elevado y los emprendimientos trascendentales.

Extractado del Blog Asociación Espírita Gran Canaria.


La evolución del alma

La evolución del alma

“…Todo sirve, todo se eslabona en la Naturaleza, desde el átomo primitivo hasta el arcángel, pues él mismo comenzó en un átomo”

La pregunta 540 de El Libro de los Espíritus nos explica cómo toda criatura del Universo sirve para un propósito, un “fin providencial”, desde los animales más ínfimos hasta los espíritus superiores, todos somos instrumentos de Dios. De esta forma, incluso “… los espíritus más atrasados resultan útiles al conjunto. Mientras se ensayan para la vida, y antes de tener plena conciencia de sus actos y de su libre albedrío, obran sobre ciertos fenómenos cuyos agentes son sin tener conciencia de ello. Primero, ejecutan. Más tarde, cuando su inteligencia se haya desarrollado, ordenarán y dirigirán las cosas del mundo material.”

Por todo ello, seamos conscientes o no, hemos sido instrumentos de Dios desde nuestros inicios como espíritus en continua evolución. «Dios creó a todos los Espíritus simples e ignorantes, vale decir, desprovistos de ciencia»,  pero no desprovistos de instintos y de la Ley Natural grabada en el fondo de nuestro espíritu.

En los primeros momentos, “…en su origen (los seres humanos) son como los niños que acaban de nacer y que actúan más por instinto que por voluntad determinada”. En esos momentos «… no tienen los Espíritus más que una existencia instintiva y apenas tienen conciencia de sí mismos y de sus actos», seguidamente, conforme desarrollan la inteligencia, empiezan a adquirir responsabilidad frente a las Leyes Divinas.

Nada permanece estacionario en la Naturaleza, todo evoluciona en cumplimiento de la Ley de Progreso, a través de la reencarnación y los mecanismos de adaptación y herencia.
En cada encarnación integramos la herencia de nuestros padres con nuestras conquistas de existencias pasadas, ahora inconscientes, permitiéndonos desarrollar nuevas capacidades y características inalcanzables hasta ese momento.

La experiencia en todas las etapas de la evolución es el motor que elabora la actividad refleja (el reflejo), que precederá al instinto (automatización), que a su vez precederá a la actividad reflexiva que será la base de la inteligencia en su camino hacia la conciencia de sí mismo y la responsabilidad moral.

Gabriel Delanne, en su libro “La Evolución Anímica” escribe: “Todos los cambios que se observan en la Naturaleza no tienen sino un objeto: el progreso del Espíritu”. El estudio de la ley de Progreso nos permite concluir que nada ocurre en la Naturaleza por casualidad. Cada adaptación se proyecta en el plano extra-físico para cumplirse en el plano físico en cumplimiento de la Ley Natural para el bien de todas las criaturas en virtud de la “gran Ley de Unidad que rige la Creación”.


Extractado del Blog Asociación Espírita Gran Canaria.


La evolución


La evolución

por Jaime Rodríguez Lara.

Nuestra finalidad esencial, como espíritus encarnados o desencarnados es la EVOLUCIÓN por los dos senderos: el de la inteligencia y el de la moral.

El primero saca nuestro espíritu de su estado primitivo de ignorancia, de simplicidad y de inexperiencia y lo enriquece, lo dota y lo eleva a planos superiores de conciencia, conocimiento y sabiduría universal.
El estudio y la búsqueda del conocimiento científico contribuye al descubrimiento de las maravillas que encierra la Creación, de las leyes que la gobiernan.

Contribuye, además, al desarrollo de las facultades mentales de nuestro espíritu, las cuales, en la mayoría de los casos, están latentes y adormecidas. Esas facultades son, por ejemplo, el poder análisis, de síntesis, de reflexión, de raciocinio y de construcciones mentales. No olvidemos que el atributo esencial del espíritu es la "inteligencia".

El segundo sendero moldea y armoniza nuestro comportamiento, nuestras inclinaciones, nuestras interrelaciones con los seres de la creación, de acuerdo con las sabias leyes naturales establecidas por el Creador, de tal forma que vamos adquiriendo los hábitos y automatismos del bien. Cuando nuestra inteligencia haya evolucionado suficientemente y al mismo tiempo hayamos adquirido esos hábitos del bien, habremos entonces escalado planos superiores de perfección; mientras tanto navegaremos por los senderos de la evolución, durante el tiempo que sea necesario, con el ritmo que nuestro libre albedrío disponga: lento o rápido.


Extractado de Amanecer Espírita.

¿Existe Dios?

¿Existe Dios?

por Amalia Domingo Soler

El Espíritu es puro en su origen, porque Dios no puede hacer nada imperfecto, y si este Espíritu al ser creado fuese a habitar en los mundos de luz: ¡Dónde la vida es una sonrisa! ¡Dónde la penalidad no se conoce! ¡Dónde el organismo está libre de dolencias, y el alma de remordimientos! ¡Dónde la inteligencia del Espíritu abarca con una mirada todo cuanto se pueda saber en millones de existencias!

Si el alma al ser creada la dejasen en un edén, ¿Qué mérito tendría la virtud? ¿Qué valor tendría su talento si el amor y la ciencia alfombraran su camino de flores, como en los cuentos de hadas? ¿Que vida sería la de estos seres sin haber conocido el dolor?. ¡Sin saber lo que vale una lágrima, no se sabe apreciar una sonrisa! ¿Cómo vivirían estas generaciones sin haber experimentado una contrariedad en esa contemplación seráfica sin recuerdos y sin aspiraciones? ¡La vida sin deseo dejaría de ser vida! ¡Vivir sin ansiedad no es vivir! Porque el tiempo es la ansiedad de los siglos, que siempre corre buscando un más allá.

La vida de perfecta satisfacción es pobre, ¡Falta en ella la lógica!, ¡El incentivo del trabajo!, ¡El deseo de lo desconocido!, ¡La sed de la ciencia!, ¡La sed del infinito!.

El Espíritu no ha nacido para la contemplación estática, ha recibido la inteligencia para utilizarla, para que le sirva de intermediaria entre Dios y él, por esto, los espiritistas creemos muy posible que el alma entró en la lucha de la vida semejante al niño (en su inocencia), con completa libertad de acción y rudimentaria inteligencia, el niño de la Tierra tiene una vida en sus primeros años apropiada a sus conocimientos y al desarrollo de sus fuerzas.

Como en el hombre hay un principio de origen divino, porque su Espíritu es un átomo luminoso desprendido de la aureola de Dios, el hombre lleva en sí el germen del progreso, y no necesita más que la varita mágica del trabajo le ayude en su empresa, y antes que todo, adquirir cierta sensibilidad, que hace sentir el hambre, la sed, el frío y el calor, y tener necesidad de otro ser para compartir las horas de su vida, y en este lento desarrollo, el alma, educada por ella misma, va mejorando la condición de su existencia y engrandece su esfera de acción, y el ser humano llegó a ser un hombre civilizado comprendiendo la belleza de la Creación.

El hombre tiene dos naturalezas: por el cuerpo, participa de la naturaleza de los animales cuyos instintos tiene, y por el alma, participa de la naturaleza de los espíritus. El lazo o periespíritu que une el cuerpo y el Espíritu es una especie de envoltura semi-material. La muerte es la destrucción de la envoltura más grosera; pero el Espíritu conserva la segunda que le constituye un cuerpo etéreo, invisible para nosotros en estado normal y que puede hacer visible accidentalmente, y hasta tangible, como sucede en el fenómeno de las apariciones.

Conceptos Extractados de "La Luz del Porvenir", por Amalia Domingo Soler.
MI COMENTARIO
Es muy interesante recalcar un punto que toca Amalia en cuanto al mérito.
Si Dios nos hubiera creado perfectos, ¿que sentido tendría habernos creado?.
Sería una creación inútil que todos ya fuéramos perfectos, iguales, y sin necesidad de hacer nada para crecer. Seria muuuuuyyyy aburrida la vida a pesar que solemos quejarnos de nuestros malos momentos.

La muerte y su misterio

La muerte y su misterio (Sobre el libro)

por Camilo Flammarion.

El libro es una documentación científica fundada sobre un conjunto de observaciones coordinadas durante más de medio siglo, de las que se ha
utilizado tan sólo una décima parte, habiendo su redacción exigido no menos de 3 años de trabajo.
Aquellos hechos, debidamente constatados, prueban que la muerte no existe, que no es más que una evolución, y que el ser humano sobrevive a aquella hora suprema, que está muy lejos de ser la última hora.
Mors janua vitae: la muerte es la puerta de la vida. El cuerpo no es otra cosa que el vestido orgánico del espíritu: se gasta, se transforma, se disgrega: el
Espíritu subsiste. La materia es una apariencia para el cuerpo del hombre, como para todo lo demás. El Universo es un dinamismo: una fuerza inteligente lo gobierna todo. El alma es indestructible.

Un pensador escribía así a Flammarión, después de la publicación del 2º volumen de aquella obra:
"Vuestro tercer tomo, ¿nos dará, sobre la supervivencía del alma, aquella misma certeza que nos han dado, los dos primeros, sobre su existencia real? Si no nos da esa seguridad, no nos queda más que dejarnos arrebatar por la desesperación, viéndonos obligados a admitir que somos hijos del azar,
que no hay verdades morales, ni justicia, y que ningún fruto recogeremos de todos los dolores de que está sembrada la vida. Una respuesta negativa de
vuestra parte, sería la destrucción definitiva de todo aquello que constituye la nobleza de la humanidad". (Carta 4743).
Bien pues: la tan deseada afirmación ha sido ya pronunciada y los lectores han recibido aquella satisfacción que ansiaban.

Y, por otra parte, ¿no es este, acaso, el deseo secular de tantos pensadores, que así lo manifestaron en todas las épocas y en todos los idiomas del mundo? Es el grito mismo de la naturaleza, y la ciencia experimental nos trae hoy esa seguridad.
Los lectores que han tenido voluntad y tiempo para leer las 1265 páginas que forman los tres tomos de La muerte y su misterio, han llegado a la
convicción que el ser humano posee en sí un elemento no incluido, hasta hoy, en las teorías científicas clásicas: el alma pensante, dotada de facultades especiales: y también que esta alma no sufre la misma disgregación del cuerpo, y que sobrevive a éste.

Las conclusiones a las cuales se llega en aquella obra, van más lejos aún de las publicadas anteriormente en "Lo Desconocido"(1900) y en "Las fuerzas naturales desconocidas" (1906). El autor ha procedido lenta y progresivamente en esta gradual elaboración.

Las certidumbres a que había arribado antes, eran las siguientes:

1º El alma existe como una entidad real, independiente del cuerpo;

2º Está dotada de facultades desconocidas aún para la ciencia.;

3º Puede obrar a distancia, telepáticamente, sin la intermediación de los sentidos;

4º Existe en la naturaleza un elemento psíquico en actividad, cuya esencia permanece aún oculta para nosotros.

Hoy en día puede agregarse:

5º El alma sobrevive al organismo físico, y puede manifestarse después de la muerte.
Las comunicaciones entre los espíritus de seres vivientes, en todas las distancias, han sido comprobadas perfectamente; la telepatía es tan cierta como la existencia de Napoleón, el oxígeno y la estrella Sirio. Y bien; esta comunicación telepática existe igualmente entre las almas de los difuntos y las de los vivos.

Las más irrefutables pruebas no dejan ya lugar a dudas de que en el momento de la muerte, el alma (cualquiera que sea su naturaleza) , obra a distanciade kilómetros y centenares y millares de kilómetros, sobre el espíritu de los vivos, produce ruidos y golpes variados, — a veces violentos, — y reproduce la imagen del muriente, en aspectos igualmente variados. Aquellas pruebas permiten afirmar también la acción del espíritu después de la muerte: la encuesta abierta el año 1899, y continuada después, ha dado resultados plenamente convincentes.

Conceptos Extractados de "La Muerte y su Misterio", por Camilo Flammarion.